Jose Pedro Santiesteban 17 de diciembre de 2021, 18:20
 

La Investigación de operaciones, soslayada por

desconocimiento de sus bondades

Por: José Pedro S. Oliva 17 de diciembre de 2021

La investigación de operaciones utilizada durante la segunda guerra mundial, ha sido soslayada como una valiosa herramienta para tratar primero de entender las problemáticas dentro de las actividades productivas, a través de cuestionarios que llegan a ser mal interpretados por el personal interrogado, quienes por diversas causas como nivel cultural, pobre educación y/o escaso criterio, suponen que se preguntan obviedades, lo que no necesariamente es falso, pero se requiere para no dejar nada sin sustento que pueda generar supuestos erróneos que podrían llevar todo el proyecto a basura.

El rezago en educación lleva a que la mala preparación que se obtiene, tenga que ser sustituida por prácticas e iniciativas que no siempre son acertadas, máxime cuando los avances tecnológicos van desplazando las actividades manuales en las que tal vez estas acciones tienen un impacto menor y no ponen en riesgo el buen resultado que la competencia actual exige.

La investigación de operaciones consiste en interrogar como hacen los infantes en la búsqueda del conocimiento y a partir de allí proceder a diseñar una propuesta que evite duplicidades, etapas innecesarias, reduzca mermas y corrija desvíos; asimismo aprovechar mejor y luego bien los recursos en un proceso continuo e inacabado ya que esta técnica tiene la finalidad de estar siempre atenta y abierta para buscar cómo superar lo logrado.

Otro factor que hace poco atractivo instalar un grupo de investigación de operaciones al interior de las empresas radica en que para empezar requiere un gasto adicional que no se aprecia como inversión para reducir los costos de todas las áreas; al aumentar la productividad y no se puede tener un estimado de los alcances que los resultados arrojarán; aunque se podría establecer un plazo para lograrlo y un porcentaje de reducción en los costos, para establecer un margen que ofrezca la posibilidad de la permanencia del equipo de investigación en la empresa.

Únicamente en situaciones extremas como una guerra han forzado a invertir al respecto ya que hay que explorar todas las estrategias posibles de manera ágil, eficiente y económica, para no sólo no perder sino salir airosos del desafío. El reto del personal que conforma el departamento de investigación de operaciones consiste en la necesidad de aprender en campos tan diversos y por lo tanto de manera somera por lo que se necesita del apoyo y cooperación del personal encargado de cada departamento y ofrecer la confianza de que no se les desplazara sino que se les proveerá de apoyo para lograr mejores resultados con menor esfuerzo e incluso generar recursos para mejoras económicas, personales y profesionales.

La investigación de operaciones empieza y consiste en observar y definir cuál es el objetivo o meta para establecer a donde se desea llegar y a partir de allí recorrer todo el proceso con preguntas, interrogatorios y cuestionar cada procedimiento con objeto de saber con exactitud su finalidad y el cómo se hace para explorar en conjunto con los que participan en ello, las posibles maneras para hacerlo y de esta forma incorporar el aval y conocimientos de quien cuenta con la experiencia práctica de lo que se hace para asegurar que la propuesta sea congruente y viable para tomar y conjuntar lo mejor de los mundos: el del trabajador responsable de su área con el de las técnicas de la investigación de operaciones.

Un temor generalizado en México, habida cuenta de tantos abusos, arbitrariedades y prepotencia de empresarios y/o directivos; es a perder el empleo y sus implicaciones; en estas circunstancias la aplicación de la técnica enfrenta limitación en el flujo de información pues el trabajador no comparte lo que sabe y; es así como hemos visto que cada nueva administración trae a su grupo de un lado a otro sin contar con el conocimiento y experiencia que sólo el trabajo continuado permite alcanzar con el apoyo académico que por desgracia ha ido en descenso lo que se refleja en las nuevas generaciones que ni a escribir bien aprenden y así no creo sea posible aprender bien; ni que decir de las matemáticas en las que tal vez no sea tan exigente el lenguaje, pero aún allí es indispensable aún al menos para comunicar los resultados y no haya los malos entendidos tan recurrentes y que nos llevan a los pobres resultados obtenidos.

La sugerencia después de haber presentado las líneas básicas de la investigación de operaciones y con base en mi experiencia de vida es que sería deseable y conveniente que se introdujera este conocimiento para que desde pequeños todos podamos aplicarlo para acelerar el aprendizaje y experimentar vías diferentes para lograr un objetivo, pero sobretodo permitir que el escaso sentido común que poseemos se oriente para ayudar a mejorar las condiciones del mundo con el menor esfuerzo, optimización del trabajo y maximización de los beneficios mientras que se minimizarían las pérdidas, desaciertos e ineficiencias.

Encuentros sobre transporte y el fracaso en seguridad vial (3)

Por: José Pedro S. Oliva 11 de diciembre de 2021

Como se puede deducir de estos artículos, la problemática de la movilidad, el transporte y la seguridad vial es un tema grave debido a que las consecuencias son lamentables y no tienen vuelta atrás; sin embargo, como han podido apreciar, la solución es sencilla, al grado que he podido identificar las causa raíz del problema y no es necesario ser un portento de inteligencia, más bien observar con ojo crítico y motivado para ayudar a quien se pueda en el tema que me apasiona y da sentido a mi vida.

Ahora el principal problema es encontrar cómo romper el círculo vicioso en que se ha convertido el que no puedan resolver un problema tan simple y que además ahora requiere de trabajo adicional, que no sería necesario si tan sólo se cuidara de poner atención y personal competente con entrenamiento previo para todo el proceso desde la planeación hasta la construcción de las vías de comunicación. Lo que ahora propongo equivale a una auditoría que se debió hacer y bien durante todo el proceso constructivo; pero por desgracia en el país parece que no hemos alcanzado la madurez necesaria para supervisar el trabajo de los subalternos y en general de los demás, mientras los jefes consideran que no tienen por qué hacerlo y perder el tiempo en ello, cuando es más lucrativo y de largo plazo el cortejar a sus superiores en lugar de revisar que el trabajo encomendado se haga bien, con el debido cuidado y sin los errores que se denominan ceguera de taller y que un jefe medianamente responsable debería de supervisar para que su experiencia quede de manifiesto y justifica su posición, salario y capacidad para organizar grupos.

Deseo aprovechar este espacio para presentar el proyecto que he tenido para aprovechar mejor los recursos naturales y las cuantiosas inversiones en la mal llamada infraestructura, cuando a ella le falta el ingrediente fundamental para recibir tal mote; a saber, que todos y cualquiera pueda usarla para el aprovechamiento de los recursos disponibles en el entorno, en este caso el de las vialidades y que por la conformación de que se les ha dotado, quedan marginados de ello y me atrevo a decir que incluso quedan peor que cuando no se contaba con el proyecto carente de sentido común, social, económico y racionalidad.

Las vialidades denominadas autopistas, deberían de conformarse para soportar el paso de vehículos pesados en el carril de la extrema derecha y en general en todos pues no se sabe en que momento será necesario que se desplacen por los demás carriles. Asimismo, con ayuda de la tecnología dejar abierto el uso de la vialidad a todos y cualquiera que lo necesite y no sujeto a determinados sitios de ingreso y salida; lo que inhibe la función y finalidad de su construcción. Establecer el servicio gratuito sujeto a un comportamiento racional y respetuoso a través de la cortesía, el uso del carril de la extrema derecha y sólo disponer de un breve espacio para invadir el siguiente carril con objeto de superar a los vehículos más lentos; con ello se reduce el costo de construcción de barreras de confinamiento y estructuras para el cobro del peaje; así como el personal necesario para hacer un trabajo improductivo de cobranza.

Este sistema de cobro del servicio se haría de manera personalizada en función del tipo de vehículo y la forma en que hace uso de la vialidad en cuanto al uso del carril de rodamiento, tiempo de utilización y efectos negativos ocasionados a terceros impedidos de aprovechar de manera eficiente la vialidad, cuando se le obstaculiza la circulación por acaparamiento innecesario e injustificado del carril denominado exclusivo para rebasar y que por ahora queda en letra muerta.

En otro orden de ideas, al mismo tiempo ayudaría a tener un panorama amplio y preciso de las conductas incorrectas para en primera instancia informar y alertar para que deje de hacerlo o que considere el tomar un curso de conducción para corregirlas; o en situaciones extremas cancelarle el permiso para conducir ese tipo de vehículos; además de las sanciones económicas a que se haga acreedor; antes de que llegue a ocasionar daños mayores a sí mismo, terceros e infraestructura.

Encuentros sobre transporte y el fracaso en seguridad vial (2)

Por: José Pedro S. Oliva 5 de diciembre de 2021

Sabedor de que no soy el poseedor de la verdad absoluta, pero habida cuenta de mis estudios en la materia y debido a mis limitaciones visuales, requiero de poner cuidado al observar el entorno; es así como he podido aprender más de la realidad que de lo que se asienta en libros y documentos, que son válidos y valiosos de fuentes internacionales emanadas por especialistas y no de publicaciones nacionales mal cuidadas en que hasta en el manual de conducción plasmaron errores nimios pero graves que por fortuna ya corrigieron, otras siguen sin ajustar.

Con entusiasmo he acudido a diferentes instancias públicas y privadas para tratar de solucionar la grave situación que se presenta en las carreteras, y he señalado que a través de la identificación de los sitios de riesgo visibles en ellas puedo sugerir y proponer la acción necesaria a emprender para que el desacierto técnico que identifico como causa raíz sea corregido una vez que explique y reflexionen mis argumentos; lo cual fue descartado bajo el supuesto de que ya cuentan con la información a través de estadísticas de accidentes; al parecer no pude hacer ver que mi oferta contempla la causa y el remedio para mitigar accidentes puntual; y que de acuerdo al registro en algunas carreteras que tuve ocasión de recorrer, no cuento más de diez errores, pero que repiten una y otra vez, y la única explicación es que ni se esmeran por hacer las cosas bien, ni saben cómo.

Algunos señalan que no les preocupa pues con incrementar la prima del seguro, mantienen sanas las finanzas de las instituciones, máxime cuando sólo un porcentaje pequeño cuenta con seguro y no hay voluntad de la autoridad por exigirlo en favor de toda la sociedad. Otros que por mantenerse dentro de lo políticamente correcto, no confrontan a la autoridad por incongruentes que sean sus acciones y decisiones. El resultado es que ha pasado el tiempo y no hay solución, salvo el cementerio para lo fatal, hospitales y orfanato para otros y la chatarra para las unidades. La oferta sigue en pie, un plazo de dos años para identificar y a partir de allí lo que los (ir)responsables requieran para entender y hacer lo que se indique como adecuado y económico. Es importante señalar que no se necesita esperar hasta el final para iniciar a emprender las acciones, pues la información la pueden usar tan pronto como cada tramo sea analizado e incluso empezar por los de mayor riesgo para que puedan medir con facilidad la bondad del proyecto, evaluar resultados y de no ser satisfactorios, revisar si las recomendaciones se entendieron y atendieron a plenitud; así, en caso de no cumplir las expectativas, corregir lo que no funciona antes de tomar la medida drástica de suspender el trabajo por su inutilidad.

Debo agregar que por mi seguridad, economía y el éxito del proyecto propuse solicitar el apoyo de las empresas de transporte con mayor presencia en cada trayecto y su mejor conductor, con lo que se podrían catapultar los hallazgos gracias a sus aportaciones; asimismo, la posibilidad de formar personal para que a futuro puedan dar continuidad al proyecto, o mejor aún, incorporarlos para construir proyectos carreteros sin tantos desaciertos.

En lo personal mi beneficio sería el placer de hacer lo que más me agrada, y en lo económico un porcentaje de las pérdidas evitadas año con año, los viáticos y un salario simbólico durante el desarrollo del trabajo; pero sobretodo, el reconocimiento que me abran oportunidades para hacer proyectos similares en otras partes del mundo que lo juzguen necesario.  El beneficio para el país es claro en términos del PIB e incuantificable en vidas perdidas evitadas.

 

Encuentros sobre transporte y el fracaso en seguridad vial (1)

Por: José Pedro S. Oliva 27 de noviembre de 2021

Con regularidad se llevan a cabo foros para analizar los temas alrededor del transporte, sus implicaciones y complicaciones; sin embargo, a pesar de las obviedades al respecto, se da prioridad a costosos estudios que exhiben aun sin proponerselo la falta de preparación en el campo que hallazgos útiles para resolver las situaciones caóticas que estos estudiosos y las instituciones en donde se desempeñan han logrado construir.

No es fácil aceptar que la situación vial prevaleciente en el país es consecuencia de los fallidos intentos por establecer la forma de manejar el conjunto urbano, foráneo y vial para ofrecer la movilidad ágil que la sociedad necesita y no las explicaciones prolongadas y torpes con las justificaciones de tanto desacierto, derivados de los estudios realizados en instituciones de un supuesto acreditado prestigio que no son capaces de sostener con soluciones útiles para resolver el problema que sus académicos e investigadores estudian con más entusiasmo que capacidad, ya que lo primero genera ingresos económicos mientras que lo segundo exige erogaciones económicas cuantiosas y la búsqueda de profesionales que han sido incapaces de formar.

Encontramos en la última reunión, que entre los ponentes, se mostraban ufanos proyectos costosos para tratar de resolver problemáticas para las que tal vez acciones menos espectaculares y costosas, podrían lograr para evitar el caer en cuantiosos gastos a fondo perdido como los que presentaron y cuyo resultado es poco satisfactorio.

Allí se mostró la renovada acción denominada el decenio de la seguridad vial 2021-2030; y cuando acudí a preguntar qué había pasado, pues se supone que había sido de 2011-2020. La respuesta fue breve y precisa, que debido al fracaso, lo reiniciaron con la misma planilla de incompetentes que garantiza que no se logrará la meta; ya que como decía Einstein, no puedes esperar resultados diferentes si emprendes las mismas acciones.

 

Desde principios de este milenio, a la luz de tantos accidentes que ocurren en el país, y ocasionan una pérdida de 3.5% del PIB anual, lo que supera en más de dos veces el promedio mundial de estas pérdidas, es evidente que las cosas no están bien; asimismo, en 2010 se celebró en México el Congreso Mundial de Carreteras, en donde la secretaría del ramo exhibió en su área de exposición errores tan graves como los que cometen en el día con día en las obras que construyen; incapaces de poder identificar fotografías presentadas al revés, donde se mostraba la carretera con los carriles de circulación invertidos, como en el Reino Unido, pero con el paisaje regiomontano. No menos aberrante fue la publicación de un documento en el que incluyeron fotografías y en una de ellas mostraban sin menor recato una verdadera tontería que sólo se explica por desconocimiento en la materia; y con la que dan pie a la ocurrencia frecuente de accidentes. Señalé el hallazgo como evidencia y sólo obtuve primero la incredulidad entre los asistentes “expertos” a quienes les hice el comentario que incluso se dificultaba lograr que lo visualizaran y después de una explicación detallada y detallada, pudieron comprender el yerro, pero ya no era posible corregirlo sin exhibir su pobreza en conocimientos; el único consuelo fue que en otras exposiciones también mostraban errores, tal vez menos graves pero aferrados a que hacen lo correcto y que soy quien está equivocado, ante lo que desistí del diálogo.

La tecnología como herramienta para enmendar tantos yerros humanos en el país. (3)

Por: José Pedro S. Oliva a 20 de noviembre de 2021

No menos preocupante es el hecho de que la prepotencia y arbitrariedades ocurren un día sí y otro también; sin embargo, con apoyo de la tecnología, al registrar todos los hechos y someterlos a un análisis pericial imparcial, aislado del contacto con los involucrados para que puedan emitir el dictamen sin cortapisas y al margen de los innumerables vicios en que incurren ahora.

Es frecuente que cuando ocurre una eventualidad, la autoridad toma partido a favor del empleado público, el conductor de transporte público, cualquier conductor de vehículo oficial o de un gremio en contra del particular que no tiene grupo de presión con el cual apoyarse para solapar sus errores y evadir la responsabilidad de sus actos.

Sorprendente que ahora se abrió una página para que la gente participe en el sitio quetanseguroestuauto.org/consulta; para actualizar la norma oficial mexicana; lo que de forma velada muestra la falta de personal preparado y capacitado que sería el que debería de hacerlo y cuyas deficiencias han quedado plasmadas en las normas que podrían haber quedado bien si tan sólo se revisarán las internacionales que son elaboradas por grupos multidisciplinarios competentes con probada formación, ética y experiencia en lugar de improvisados más interesados en recibir un jugoso cheque que se regatea al profesional independiente.

 

 Una situación soslayada es el hecho de que el estado mexicano cuando creó las grandes instituciones para proporcionar servicio médico, electricidad, petróleo, vivienda y muchas otras con las que pretendió subsanar los déficit o desequilibrios ocasionados por estrategias empresariales que como tienen objeto de lucro y cumplen con lo mínimo del marco legal; el cual de ninguna manera les obliga a tareas más allá de la función que les compete y conviene. Sin embargo, las empresas gubernamentales a través de una selección inadecuada de personal para cumplir con sus tareas, han logrado que las buenas intenciones queden sólo en eso y sirvan más para enriquecimiento y solapar la irresponsabilidad de servidores públicos sin escrúpulos que ocupan puestos para los que no sólo no tienen la formación mínima necesaria; ni las habilidades técnicas y humanas para generar empatía y colaboración de sus subalternos a favor del público a quien van dirigidos los servicios que debe ofrecer en la cantidad, calidad y celeridad que se requieren. Los fracasos en estos términos son más que evidentes y el malestar entre la población es justificado.

 

La tecnología como herramienta para enmendar tantos

yerros humanos en el país. (2)

Por: José Pedro S. Oliva 12 de noviembre de 2021

Las estructuras viales y urbanas de la CDMX exhiben heterogeneidad que en expresiones artísticas y otros campos es muy apreciada; sin embargo, en la vida diaria donde los usuarios se dan por miles y los distractores así como el estado anímico, emocional y mental es tan amplio y variado, se convierte en un elemento catastrófico, tal y como lo muestran estadísticas sobre accidentes viales que ubican al país muy por encima de los parámetros internacionales por las cuantiosas pérdidas económicas y humanas que genera, a la par de una demanda en exceso de servicios médicos y hospitalarios en que se es de ya insuficientes y además complica la movilidad lo que consume más energéticos, tiempo y contaminación con todas sus implicaciones (cambio climático).

Otro inconveniente ha sido que desde todo el país acuden los dirigentes locales a ilustrarse respecto a lo que se construye y hace en la capital del país, bajo el supuesto que es allí donde se concentra el conocimiento y la vanguardia en todos los campos, merced a que fue el primer sitio en donde hubo universidad y de ella han emanado todas las vertientes del conocimiento que se han derramado a todos los estados. Este supuesto ha llevado a que por desgracia se reproduzcan una y otra vez los proyectos viales sin la menor precaución de revisar si funcionan o no; que está bien y que no, para ajustar, probar y eventualmente corregir e incluso proponer mejoras en el natural proceso de ascenso en el conocimiento y funcionalidad de las cosas; bajo la premisa de que han sido concebidos y desarrollados por especialistas en cada materia; craso error, pues por lo que se observa o no tenemos, no se les toma en cuenta o se desdeñan los señalamientos.

Una discusión que surge cuando he sugerido y propuesto a diferentes niveles impulsar y orientar la tecnología para ajustar los comportamientos humanos erráticos hacia una convergencia útil para la movilidad, seguridad y funcionalidad, para intentar asemejar el flujo humano al del agua, en donde las moléculas se comportan de manera homogénea, lo que facilita el proyecto y construcción de los conductos para su transporte y distribución, lo que podríamos establecer como meta utópica en el comportamiento humano, a través del diseño adecuado para generar el direccionamiento racional y adecuado de los usuarios.

Otro tema a discusión es el relativo a libertad ya que lo primero que cuestionan respecto al control a través de instrumentos para inducir y manejar las acciones de cada conductor, es señalar que con ello se coarta la libertad individual y no he logrado convencer de que la libertad no sólo se conserva sino incluso se incrementa ya que cuando se abusa, se transforma en libertinaje y en estas circunstancias, se coarta la libertad de quienes sufren y padecen las consecuencias de esto y así se transforma en libertinaje aunque se argumente lo contrario; es así como se contribuiría además a evitar e intimidar conductas negativas que deterioran el tejido social.

Superado este obstáculo, me atrevería a señalar que incluso se podría ampliar el espectro de usos asociados al empleo con el registro de biomédicos que informe de condiciones físicas alteradas e inducir a que se acuda al médico o al menos evitar que en esas condiciones de manera inconsciente el individuo haga uso de herramientas peligrosas o mortales como puede ser la conducción del vehículo cuando la ingesta de medicamentos o alcohol es inaceptable dentro del rango de seguridad determinado y establecido como confiable.

En otro orden de ideas, permite que toda violación por insignificante que se pudiera considerar quede registrada en el historial de cada conductor, para que en la medida que supere la tolerancia razonable, se haga merecedor a la revocación de permiso por el riesgo que representa su conducción por donde circule. Asimismo, ofrece la flexibilidad para que todos y cualquiera sabedor de las consecuencias, en circunstancias extremas, pueda violar lo establecido, superar la emergencia y eventualmente solicitar la revisión del caso dentro de ciertos límites.

Como se puede observar existen grandes ventajas para la sociedad, sobretodo en seguridad, responsabilidad, respeto y flexibilidad para poder atender circunstancias que ahora a pesar de que se sabe existen, se sancionan a raja tabla o no, sin criterio y a discreción; con lo que de entrada se favorece al atrabancado irresponsable y perjudica al más frágil y débil de la sociedad; el peatón.

Con esta herramienta, considero se podría dar inicio a un círculo virtuoso que podría crecer tanto y en tantas áreas como las que hasta ahora han mostrado debilidades o ineficacia a través de mensajes de alerta y/o alarma a partir de la información biomédica, para que el identificado, acuda para ser atendido de manera oportuna, precisa y puntual en los servicios de salud  pública y en caso de no hacerlo, cuando le ocurra un evento de emergencia, proceder en los mismos términos, para dar atención a quienes se esfuerzan por el cuidado de su salud y así hacer eficiente el uso de estos recursos siempre insuficientes. Con este ejemplo pretendo ilustrar la gran cantidad de beneficios colaterales que podría aportar una instrumentación generalizada de la tecnología para lograr un avance real en muchos ámbitos y no sólo en la retórica de siempre.

 

El cambio climático y de paradigmas (2)

Por: José Pedro S. Oliva 5 de noviembre de 2021

Una vez establecido el compromiso individual y habida cuenta de que se logre transmitir la preocupación por la sobrevivencia de los seres vivos, lo que sigue es buscar que la sociedad en su conjunto y las actividades económicas, sociales y políticas de todo tipo, se ajusten a la meta común de cuidar el planeta hasta donde sea posible para corregir lo que hemos hecho mal y que se conoce a pesar de que se finja ignorancia, desconocimiento o se pretenda mirar hacia otro lado al respecto y sorprenderse del resultado adverso.

Si se logra aunque sólo sea parcial el compromiso y la responsabilidad individual, permeará hacia las empresas e instituciones cuando al menos todos conozcan lo mínimo necesario a emprender para la sobrevivencia del planeta y con ello de los seres vivos.

Las explotaciones de las materias primas se hará de manera racional, tal y como lo hacen los animales y vegetales que toman sólo lo necesario para sobrevivir; allí no vemos problemas de obesidad y de otras enfermedades como las que acumulamos los humanos por nuestros hábitos de consumo y supremacía por una inteligencia mal concebida e interpretada.

Con base en lo anterior, las industrias se reorientarán a producir lo necesario, consumir lo mínimo y lograr que los beneficios no se concentren en la acumulación desmedida e insana actual de bienes y servicios. Todos debemos de contribuir en la medida de nuestras posibilidades y habilidades a buscar mejorías de toda índole que como un círculo virtuoso, se revertirá más temprano que tarde. Los recursos minerales que se localizan enterrados, requieren para su explotación de cuantiosas inversiones y costos indirectos para hacer frente a los desechos tóxicos que producen y que hasta ahora los tiene que cubrir la población menos beneficiada que se encuentra en las inmediaciones como ya hemos visto en reportajes que muestran y describen como quedan las poblaciones después de estas explotaciones mineras, petroleras, agrícolas, ganaderas, forestales y porque no mencionar de una vez los estragos del urbanismo desmesurado que no permite una convivencia sana con la vocación agrícola del suelo en donde se enclavan, agotan los acuíferos y se desperdicia el agua de manera irresponsable; el aire se contamina por la estrategia poco inteligente de movilidad y el calentamiento de la atmósfera al tener infinidad de vehículos de combustión que trabajan a elevadas temperaturas y se aprovechan de manera ineficiente; en lugar de fortalecer el transporte público y la bicicleta u otro tipo de vehículos que ayuden a cuidar el planeta; ya que además, sus desechos y fugas contaminan los suelos.

Ni que decir de la industria que arroja sus desechos fuera de su terreno como si con ello se solucionara el problema, pero sólo refleja la irresponsabilidad con que se ha desarrollado el mundo arrasando con todo lo que encuentra a su paso y deja desolación y daños irreversibles o que exigen un elevado costo para revertirlos y sólo de manera parcial e insuficiente, mientras que se cierran los ojos o se mira a otro lado cuando las consecuencias son evidentes y las sufren terceros que sólo cargan con los costos de la degradación con peor calidad de vida, daño a su salud y sufrimientos diversos.

 

Habida cuenta de que el ser humano tropieza dos veces con la misma piedra y con el  ejemplo de los seguros que no cubren en la totalidad el daño material, las cosas ya no quedan igual y lo peor es que las pérdidas humanas no hay dinero que las repare. Así ahora enfrentamos la situación grave de la posible catástrofe del planeta y exhiben la torpeza de intentar ofrecer dinero que nada valdrá cuando no quede humano sobre la tierra, como reparación al daño que se provoca de manera irresponsable e infantil. Establecer plazos es un límite perolas acciones deben de ser inmediatas y revertir la situación urge iniciarlo ya, a la luz de lo antes descrito.

 

 El cambio climático y de paradigmas

Por: José Pedro S. Oliva 30 de octubre de 2021

A la luz de las transformaciones en los ciclos de la naturaleza, las olas de calor, sequías, inundaciones, incendios forestales, deshielo en los polos y una larga lista de fenómenos naturales que desconciertan y ocasionan desastres al tiempo que muestran la fragilidad humana así como lo insignificante del conocimiento con que se pretende hacer frente a estos embates y otras aventuras titánicas, mientras se siguen cometiendo agresiones a la naturaleza y el costo que luego hay que solventar para intentar revertir el desastre ocasionado supera con mucho el beneficio obtenido y el resultado tan magro e insignificante al lado del daño perpetrado.

Es importante señalar que en términos económicos parece que no se tiene una idea clara para medir de manera eficiente, eficaz y precisa los supuestos beneficios, los costos y evaluar las consecuencias negativas, los daños y perjuicios asociados a estas acciones humanas irresponsables por decir lo menos. Al parecer se ha concatenado una serie de torpezas, metodologías, paradigmas y toda suerte de conocimiento avalado por las instituciones de educación, que hasta ahora han dado suficientes muestras de su incompetencia en los terrenos básicos y fundamentales, ya que no han sido capaces de lograr que quien cumple con la educación básica, sea responsable y ético consigo mismo, la sociedad, su país y el planeta; como antesala para emprender formaciones educativas de mayor envergadura; siempre con base en lo fundamental.

El sendero equivocado y muchas veces incluso contrario al sentido común, nos ha llevado a situaciones que no son revisadas al menos con los mismos instrumentos tecnológicos que tanto presumimos y que de hacerlo podrían prevenir y evitar tantos fracasos que por soberbia se ocultan al tiempo que generan pingües ganancias a sus promotores, sólo para esperar que alguien en el futuro venga a corregir el entuerto y pague con creces el beneficio recibido por el selecto grupo de beneficiarios de tales aberraciones muchas veces contrarias al planeta y los seres vivos que lo habitamos.

En la reunión por el cambio climático se firmaran acuerdos que luego no cumplen y cínicamente se justifican mientras el deterioro ambiental y la salud en el planeta se deteriora; se viven problemas mayúsculos para los que la tecnología resulta incapaz de resolver en tiempo y forma; mientras que los activistas sin ofrecer acciones elementales que todos pudiéramos cumplir con un poco de disciplina, sentido común, responsabilidad y un mínimo de intelecto; lo único que se escucha es que se debe de hacer más y más rápido; y en esos términos todos los países cumplen sólo que para nuestra desgracia por el sendero equivocado con las consecuencias ya descritas.

En mi opinión urge que se enliste lo mínimo que cada quien debe de hacer para contribuir de manera individual; sin importar el que alguien o algunos no lo cumplan por desconocimiento, ignorancia o torpeza; pero que se aproveche lo mucho que se ha avanzado en términos de comunicación y transmisión de información. Aprovecho para lanzar ideas que cualquiera puede corregir, mejorar e instrumentar en función de su talento. Ahorrar en el consumo de bienes agua, aire, alimentos y en general todo lo que usamos; los desechos mantenerlos como tales para que otros puedan eventualmente aprovechar, reusar y desarrollar innovaciones que puedan generarse; de tal forma que la basura que se genere disminuirá de manera significativa y no será necesario patearla hacia adelante como ahora hasta que llega al enorme basurero en que se ha convertido a los océanos con las graves consecuencias que ya se han documentado. Así se pueden proteger el aire, agua y suelo; para que mantenga las condiciones aptas para el uso y consumo saludable. Los alimentos podrían aliviar el hambre de más personas al evitar el derroche y desperdicio con que la sociedad parece que pretende medir su capacidad y poder económico.

 

La lista podría continuar y sólo agregaría que el trabajo que hagamos sea productivo donde las actividades deportivas y los ejercicios para tonificar el cuerpo, se orienten en ese sentido para cultivar la tierra, limpiar los parques, bosques, espejos de agua, zonas urbanas, …, al tiempo que disminuiría la irresponsable forma en que ahora cualquiera y todos arrojamos objetos que no nos sirven para que se transformen en basura y deterioran el entorno que habitamos aunque lo ignoremos o no lo veamos porque ha quedado atrás o fuera de nuestro entorno de confort.

 

 La tecnología como herramienta para enmendar tantos

yerros humanos en el país. (2)

Por: José Pedro S. Oliva 23 de octubre de 2021

Las estructuras viales y urbanas de la CDMX exhiben heterogeneidad que en expresiones artísticas y otros campos puede ser muy apreciada; sin embargo, en la vida diaria donde los usuarios se dan por miles y los distractores así como el estado anímico, emocional y mental es tan amplio y variado, se convierte en un elemento catastrófico, tal y como lo muestran estadísticas sobre accidentes viales y otros, que ubican al país muy por encima de los parámetros internacionales por las cuantiosas pérdidas económicas y humanas que genera, a la par de una demanda en exceso de servicios médicos y hospitalarios en que se es de ya insuficientes.

Otro inconveniente ha sido que desde todo el país acuden los dirigentes locales a ilustrarse respecto a lo que se construye y hace en la capital del país, bajo el supuesto que es allí donde se acumula el conocimiento y la vanguardia en todos los campos, merced a que fue el primer sitio en donde hubo universidad y de ella han emanado todas las vertientes del conocimiento que se han derramado a todos los estados. Este supuesto ha llevado a que por desgracia se reproduzcan una y otra vez los proyectos viales sin la menor precaución de revisar si funcionan o no; que está bien y que no, para ajustar, probar y eventualmente corregir e incluso proponer mejoras en el natural proceso de ascenso en el conocimiento y funcionalidad de las cosas.

Una discusión que surge cuando he sugerido y propuesto a diferentes niveles impulsar y orientar la tecnología para ajustar los comportamientos humanos erráticos hacia una convergencia útil para la movilidad, seguridad y funcionalidad, para intentar asemejar la conducta a la del flujo de agua, en donde las moléculas se comportan de manera homogénea, lo que facilita el proyecto y construcción de los conductos y la distribución, lo que podríamos establecer como meta utópica en el comportamiento humano, a través del direccionamiento racional y adecuado.

Otro tema a discusión es el relativo a libertad ya que lo primero que cuestionan respecto al control a través de instrumentos para controlar y manejar las acciones de cada conductor, es señalar que con ello se coarta la libertad individual y no he logrado convencer de que la libertad no sólo se conserva sino incluso se incrementa ya que cuando se abusa, se transforma en libertinaje y en estas circunstancias, se coarta la libertad de quienes sufren y padecen las consecuencias de esto y así se transforma en libertinaje aunque se argumente lo contrario; es así como se contribuiría además a evitar e intimidar conductas negativas que deterioran el tejido social.

Superado este obstáculo, me atrevería a señalar que incluso se podría ampliar el espectro de usos asociados al empleo con el registro de biomédicos para que informe de condiciones físicas alteradas y se acuda al médico o al menos evitar que en esas condiciones de manera inconsciente el individuo haga uso de herramientas peligrosas o mortales como puede ser la conducción del vehículo cuando la ingesta de medicamentos o alcohol es inaceptable dentro del rango de seguridad determinado y establecido como confiable.

En otro orden de ideas, permite que toda violación por insignificante que se pudiera considerar quede registrada en el historial de cada conductor, para que en la medida que supere la tolerancia, se haga merecedor a la revocación de permiso por el riesgo que representa su conducción por donde circule. Asimismo, ofrece la flexibilidad para que todos y cualquiera sabedor de las consecuencias, en circunstancias extremas, pueda violar lo establecido, superar la emergencia y eventualmente solicitar la revisión del caso dentro de ciertos límites.

Como se puede observar existen grandes ventajas para la sociedad, sobretodo en seguridad, responsabilidad, respeto y flexibilidad para poder atender circunstancias que ahora a pesar de que se sabe existen, se sancionan a raja tabla o no, sin criterio y a discreción en contra del débil.

Con esta herramienta, considero se podría dar inicio a un círculo virtuoso que podría crecer tanto y en tantas áreas como las que hasta ahora han mostrado debilidades o abusos a través de mensajes de alerta y alarma a partir de la información biomédica, para que el identificado, acuda para ser atendido de manera oportuna, precisa y puntual en los servicios de salud  pública y en caso de no hacerlo, cuando le ocurra un evento de emergencia, actuar en los mismos términos, para dar atención a quienes se esfuerzan por el cuidado de su salud y de esta forma hacer eficiente el uso de estos recursos siempre insuficientes. Con este ejemplo pretendo ilustrar la gran cantidad de beneficios colaterales que podría aportar una instrumentación generalizada de la tecnología para lograr un avance real en muchos ámbitos y no sólo en la retórica de siempre.

 

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La tecnología como herramienta para enmendar tantos

yerros humanos en el país. (1)

Por: José Pedro S. Oliva 15 de octubre de 2021

El registro de fracasos en diferentes campos en los que se desempeña el país para buscar el objetivo de generar las oportunidades para impulsar a todos los sectores hacia metas elevadas de bienestar, ha sido el común denominador desde hace largo tiempo.

Los ciudadanos con su actividad económica, las empresas con su producción y el estado con la dirección, legislación, justicia y políticas proporcionan el escenario en donde se privilegien las mejores condiciones para que se alcancen las metas y deseos de vivir bien y cada vez  mejor. Sin embargo, por alguna razón, estos nobles deseos no logran consolidarse y gobiernos van y vienen sin que acierten a establecer las condiciones que armonicen el trabajo productivo y la empatía para motivar de manera positiva todo el talento que seguramente existe pero se desaprovecha o no se facilita que se despliegue en favor de la sociedad.

Habida cuenta de la penetración de la corrupción hasta el tuétano, no se logra establecer mecanismos que la inhiban, mientras que crece y se reproduce a la par de la impunidad con lo que se posterga el desarrollo del país y no se alcanza el bienestar deseado, sin que se perciba una tendencia positiva sino lo inverso.

En estas circunstancias y a reserva de mejores instrumentos y mecanismos para corregir todo lo que hasta ahora nos sale tan mal, considero que hace falta explorar la posibilidad de que ante las inconsistencias humanas, escasa cultura, deficiencias en educación; falta de madurez para reconocer errores y la responsabilidad que en ello nos corresponde; la tecnología podría constituirse en el pilar que corrija tan graves faltas, en la medida en que se aplique con integridad ética si es preparada por personal debidamente capacitado para que incorpore criterios universales con objeto de que eviten los nefastos espacios en donde ocurren todos los fenómenos y circunstancias contrarios al bienestar y crecimiento del país.

Como punta de lanza se podría intentar en el ámbito de la movilidad y el urbanismo que se padece cada día y por la casi totalidad de la población y en donde los abusos, el uso y aprovechamiento de la infraestructura resulta contrario a la función que debería de prestar. Ahora bien, si se crea la plataforma para que registre de manera consistente y sin cortapisas las conductas de cada conductor; notifique los actos y acciones que no deben de ocurrir; primero para que los corrija y después en caso de no recomponer la situación, se le apliquen los correctivos que se considere necesarios y adecuados para estimular los buenos hábitos y costumbres, para que algún día se pueda aprovechar bien la infraestructura y los medios para la movilidad y el tránsito eficiente en todo el país; en circunstancias consistentes y uniformes, que hoy no existen.

A la par, el funcionario público encargado de la gestión de la movilidad al revisar la documentación del proyecto, podrá enterarse de cómo se gestiona este rubro y en caso de encontrar áreas de oportunidad para desplegar el gusanito de su creatividad, las comente con los especialistas que desarrollaron el proyecto tecnológico, para que lo revisen, analicen y de ser necesario corrijan y lo adecuen para ir a la vanguardia en este campo tan dinámico, que por lo mismo se rezaga respecto a los avances de la sociedad, el crecimiento poblacional y tendencias tecnológicas.

Con este legado, los resultados que entregará cualquiera que ocupe puestos públicos en cualquier entidad, serán por fuerza satisfactorios e independientes de la habilidad o torpeza del encargado, por el simple hecho de permitir que el instrumento así elaborado, aplique de manera irrestricta las mismas reglas y criterios a los conductores de la misma categoría y con diferenciadores en función de la responsabilidad implícita por tipo de vehículo, capacidad, productos que transporta y uso; así como las consecuencias que un error pueda ocasionar.

Si observamos a detalle lo hasta aquí expuesto resulta fácil entender que las ventajas que ofrece un sistema completo que no tiene por qué ser complejo, sino sólo contar con una buena elaboración que tome en cuenta todos los elementos que participan, dinámico para incorporar cualquier hallazgo respecto a omisiones o deficiencias y abierto para recibir y analizar quejas, sugerencias y observaciones; las cuales deberán debatir entre especialistas que a su vez deberán de prestar atención a lo que ocurre en el día a día con la aplicación, revisar estadísticas para identificar deficiencias o sitios en donde sea necesario adecuar y ajustar la herramienta para que el comportamiento social cada vez sea más aproximado al óptimo, el respeto a terceros y estimule la empatía y cortesía como elemento fundamental, a sabiendas que todo abuso será sancionado y castigado de acuerdo al reglamento establecido.

 

 

Importancia del orden, la responsabilidad y el respeto en la

convivencia humana

 

Por: José Pedro S. Oliva 8 de octubre de 2021

En la cultura latinoamericana, parece que damos poca importancia a esta tríada de elementos que son fundamentales entre las civilizaciones más adelantadas en el planeta; y si no es así, al menos en Alemania, cultura que he tenido oportunidad de conocer mejor, son un imperativo y entre ellos no entienden cómo es posible que se soslaye en el país algo que ellos consideran pilar del bienestar colectivo.

Al revisar el tema de mi especialidad que es el transporte y toda la infraestructura con que se le debe de dotar para que se puedan ofrecer las condiciones adecuadas para hacer eficiente la movilidad, el tránsito y el transporte de toda índole; encuentro un artículo que me llamo la atención; hasta que edad es conveniente dentro de la seguridad conducir un vehículo.

La respuesta es difícil de establecer ya que cada individuo presenta condiciones físicas y mentales diferentes, a ello se puede agregar la forma en que conduce el vehículo, determinada por la formación o no a través de un adiestramiento previo a la expedición del permiso para conducir.

El siguiente elemento es el entorno ya que si todos los conductores recibieron un adiestramiento adecuado y solamente quienes aprobaron los diferentes tópicos que comprende la capacitación como puede ser el reglamento y que además éste sea congruente, uniforme y no la ocurrencia del momento. Las habilidades mínimas y las reacciones ocurran dentro de los parámetros que hayan sido juzgados y establecidos para garantizar que todos los participantes jueguen en terreno parejo, o al menos lo más aproximado a ello.

A continuación el respeto de las reglas por nimias que estas sean, pero bien estructuradas, claras y elaboradas con la solidez técnica del conocimiento de la materia del transporte, para garantizar su fluidez y sobretodo que cualquiera, incluso extranjeros que puedan llegar a conducir en un determinado lugar, estén en condiciones de hacerlo si las reglas son lógicas, congruentes y de índole internacional; ya que así es necesario en todos lados; homogeneidad de criterios, reglas y conductas.

Por último pero no menos importante es el sentido de la responsabilidad, tan carente entre los latinos, que al parecer consideran esta carencia como un símbolo de superioridad intelectual y hacer desplantes agresivos y/o peligrosos parece ser la forma de manifestarlo y exhibirlo.

Mientras el ambiente en que se desempeñe la actividad de la movilidad se haga en estricto cumplimiento de lo hasta aquí señalado, permitirá que el tiempo para conducir del ciudadano se pueda prolongar, gracias a que en estos términos la conducción se vuelve más segura, la persona bien adiestrada y con un prolongado entrenamiento lo podrá extender hasta donde sienta que está en condiciones y reflejos para hacer frente a las circunstancias monótonas que un entorno así promueve y establece como norma de vida.

Mientras que en México, resulta temerario conducir por cualquier lugar debido a que se carece de un reglamento no sólo homogéneo, sino elaborado con sapiencia para garantizar, claridad, sencillez, objetividad y funcionalidad; para que sin menoscabo de la autonomía de cada localidad reglas universales se impongan.

El mejor ejemplo de que en el país se emula a Penélope, que de noche descosía lo que de día había cosido, ocurrió con el reglamento de la megalópolis que tardo mucho tiempo en establecerse y de un plumazo se desecho, debido a la falta de visión y conocimientos, al incluirse un elemento adicional aportado por la tecnología y la incompetencia para incorporarlo de manera racional, lógica y de sentido común.

 

 

¿Por qué no vamos bien?

Por: José Pedro S. Oliva 1 de octubre de 2021

La duda que se tiene es porque nos va como nos desagrada y el país no parece encausado hacia la prosperidad por todos anhelada y cada vez más lejana. Nadie parece acertar a encontrar la respuesta ya que de haberla tenido es probable que se superaría la barrera que nos lo impide.

Los políticos ofrecen sin recato durante sus campañas que ellos si sabrán sacar al país y sus ciudadanos de la penosa situación a la que nos han llevado; pasa el tiempo, el ciclo determinado para lograrlo y se vuelve al mismo inicio e incluso peor. Las promesas incumplidas se multiplican y la responsabilidad del fracaso se delega y diluye al viento; se reproduce lo aprendido en la etapa estudiantil que consiste en responsabilizar a las circunstancias, a terceros y cualquier cosa que se nos ocurra como la causa raíz del incumplimiento de las tareas encomendadas. Cuando se recurría a estas excusas en la escuela, servía en la mayoría de los casos para salvar el obstáculo del incumplimiento y las consecuencias nefastas de no aprobar la asignatura; es así como se fue forjando un carácter que no tendría consecuencias de no prolongarlo toda la vida.

En el seno de los organismos y reuniones internacionales siempre se establecen compromisos sin dimensionar sus implicaciones, sólo para que al tiempo fijado para cumplir lo establecido para alcanzar la meta, con irresponsabilidad característica, se esgrimen razones y excusas que nada resuelven e incluso parece que intentan abusar y exhibir la ingenuidad y torpeza del interlocutor, sin percatarnos que somos nosotros quienes acusamos dichas características, mientras que lo políticamente correcto es el silencio obligado para soslayar el rezago intelectual, del que más temprano que tarde han aprovechado en su beneficio los demás países en el terreno económico.

Ha sido lamentable la forma tan torpe en que se ha dilapidado el potencial de materias primas, mano de obra y talento que se ha ido en busca de oportunidades en los países que con mejor estrategia y políticas logran atraerlos para beneficio de sus economías, engrandecerse y prosperar.

En México, a contrapelo se ha elegido la estrategia de intimidar e inhibir cualquier expresión de innovación, con base en un paternalismo que fomenta la dejadez y desalienta el afán de superación, a través de señalamientos y acciones para inhibir cualquier iniciativa diferente a la ruta definida y que hasta ahora ha dado resultados desalentadores e insatisfactorios para una población creciente que cada vez demanda y necesita de más elementos para competir en el mundo en igualdad de circunstancias.

Así hemos visto como se impulsan industrias desechadas en otras latitudes, se frenan los avances tecnológicos y no se procura el cuidado del planeta y la vida silvestre; se otorgan subsidios mal dirigidos, peor aplicados y que alientan a la búsqueda de instrumentos para allegárselos con el inconveniente de que no se alcanza el objetivo racional que pudo haber impulsado su creación, sino vicios y abusos contrarios al bienestar y las metas que se pretendían alcanzar.

Por si fuera poco lo hasta aquí descrito, la explotación inadecuada de los recursos naturales y humanos es el común denominador de las estrategias públicas que se entrelazan con las privadas en donde sólo el afán de lucro prevalece, contrario a los deberes y obligaciones que le corresponden al funcionario público elegido para dirigir sus esfuerzos a la búsqueda del bienestar colectivo a través de aprovechar el potencial individual, los recursos locales, mediante la organización y dirección que debiera ser el elemento diferenciador de quienes ocupan los empleos públicos para que su remuneración se justifique a través de los logros de toda la población beneficiada, al llevarla a un mejor nivel de vida.

 

La migración de siempre; por qué ilegalidad ahora

Por: José Pedro S. Oliva 25 de septiembre de 2021

A lo largo de la historia se registran migraciones humanas en busca de mejores condiciones de vida o para explorar nuevos desafíos u oportunidades que han dejado de existir en el entorno en donde vive.

Los navegantes fueron hasta sitios remotos en busca de nuevas rutas, tierras y/o productos y así desarrollaron el flujo de mercancías a través del comercio e intercambio de objetos. Aventureros de todo tipo incursionaron en busca de fortuna, para librarse de persecuciones y ataques o simplemente por el interés por explorar lo desconocido.

Las incursiones y exploraciones ofrecieron posibilidades que se les negaban en su lugar de origen; luego con armas e instinto lograron establecerse y someter a los nativos; explotar los recursos naturales, intercambiar baratijas por objetos de valor que en lugares recónditos no tenían ya por su abundancia o porque su jerarquía de valores tenía otros parámetros a los occidentales.

Si bien es cierto que ocurrieron agresiones  y diferentes formas para intercambiar bienes, nunca llegaron a extremos a los que se ha llegado; en donde cuando la migración parte de los lugares empobrecidos por el saqueo y la poca o nula ayuda para recompensar y acrecentar la riqueza de manera racional y acorde a las condiciones particulares del sitio, con la ayuda y el apoyo de la población local que lo que necesita es orientación y liderazgo para explotar las materias primas y dirigirlas a elaborar y/o transformar en productos apreciados en el mundo y que cuando no se sabe o falta información, no les permite dimensionar el valor comercial.

Llevamos años con la migración de áfrica y medio oriente hacia Europa y en Latinoamérica mayoritariamente hacia los Estados Unidos en la búsqueda nada fácil y tergiversada del sueño americano que más parece una pesadilla de la que no alcanzan o quieren despertar, hasta que la terca realidad se las hace ver.

Resulta decepcionante que con tantos avances como los logrados en diversos campos, nadie se ocupe de buscar la forma de aprovechar de manera productiva y útil el potencial que ofrece tanta mano de obra disponible y que con orientación se podría aprovechar para corregir los embates de la naturaleza, explotar tierras cultivables o la extracción de materias primas que por ahora se desaprovechan, mientras que a muchos les podría cambiar la vida ya que puede ofrecer recursos económicos que bien empleados podrían enriquecer a todos los participantes de manera equilibrada y justa como no se conoce hasta ahora.

No menos desconcertante el hecho de que a sabiendas de que existen carencias de bienes y servicios en los países menos desarrollados, no se apliquen los grandes corporativos a dotar de los servicios que hacen falta y que de acuerdo a los patrones económicos actuales se escatiman lo que demuestra lo irracional y torpe de esta estrategia para lograr un desarrollo equilibrado entre los miles de millones de habitantes del planeta, mientras que unos y otros lo que mejor hacen es destruir lo que la naturaleza ha mantenido en balance, con sus ciclos de vida, de una manera sin duda mejor y más sabia que la que hemos mostrado.

 En lugar de dilapidar tantos recursos en amedrentar, atacar, lastimar y denigrar a seres humanos ávidos de trabajar y colaborar en la construcción de un mundo mejor que el que recibieron, y enviarlos en el mejor de los casos de regreso al infierno del que pretendieron salir, ofrecerles la oportunidad de que ayuden y apoyen a resolver problemas de escasez de mano de obra en tareas que quienes se sienten superiores, no pueden o desean hacer ya por considerarlo denigrante o porque el ingreso es insatisfactorio respecto a lo que consideran que valen.

Diseñar estrategias para transformar el desierto en tierra fértil al aprovechar los excedentes de agua, si se lleva a los sitios en donde hace falta, los desechos reciclarlos para que dejen de ser un problema de basura y se conviertan en la solución para otros; en fin una larga lista de ajustes en el comportamiento humano para intentar que el planeta deje de convertirse en el asco en que lo hemos convertido y que cada vez pasa una factura mayor que no es posible pagar, sólo para que al final acabemos con un pedazo de tierra, mientras se vive en la zozobra de la inseguridad que con variadas formas aparece cada día; ya porque tienes o porque no pero con un resultado siempre parecido, una calidad de vida cada vez peor a pesar de tantos mal llamados avances.

La problemática inicia con el afán desmedido de lucro y el pago de los trabajos que no corresponde a un rango equilibrado y estrecho para que todos puedan disfrutar e intercambiar los bienes y servicios, pero sin los excesos que llevan a vicios, drogas, abusos, violencia, delincuencia y en general a toda la inmundicia que nos rodea y daña. Se hace necesario intervenir de otra forma para encontrar mecanismos y estrategias orientadas al bienestar social y humano al tiempo de erradicar en lo posible las causas del desequilibrio económico en que hoy vivimos en donde unos pocos disponen de todo y la mayoría carece incluso de lo básico y en esos términos no pueden colaborar para ser parte de la solución y acrecentar el conjunto de bienes escasos para que se distribuyan de una forma racional en que se fomente la empatía hacia el beneficio y bienestar del planeta, y no sólo a campañas vacías que nada resuelven pero satisfacen el ego de sus promotores, los liberan de responsabilidad y los justifica entre sus pares; mientras unos y otros se solapan para encubrir su escaso talento en sentido lato.

 

 

El Metro un espacio para la cultura

Por: José Pedro S. Oliva 10 de septiembre de 2021

La frase acuñada por la directiva del metro en los últimos tiempos, me parecía una tomada de pelo ya que la finalidad del sistema de transporte colectivo es precisamente la de agilizar el desplazamiento de los usuarios y acercarlos entre su destino y el sitio en donde se encuentran cuando es accesible este medio que en sus orígenes fue de transporte de calidad como no se conocía en México, al grado de que en general el ciudadano acepta cualquier cosa que se le ofrezca para sustituir caminatas o vehículos que se habilitan para transportar gente en condiciones tan denigrantes como si fueran animales, lo que ya se va alcanzando en las condiciones de operación actual de este medio.

La frase a que hago referencia es la de el metro un espacio para la cultura; primero alojaron en estaciones de correspondencia mal diseñadas, como lo abordé en la exposición de la planeación del transporte en estas páginas, en donde alojaron sin el menor recato grupos de música que deterioraban aún más el ambiente auditivo, mientras que la aglomeración de gente incomodaba y dificultaba el desplazamiento que es la finalidad para la que se le emplea, mayoritariamente, sin descartar que muchos acudirán a las audiciones allí alojadas sin que existan las condiciones para ello con lo que se entorpece un transporte de por sí poco apto para lo que fue concebido..

Si no han logrado en más de 50 años su objetivo de transporte para el que se destinó una inversión cuantiosa y créditos que posiblemente todavía no han sido cubiertos; son tan cuantiosos que incluso no se han concedido en la medida y cantidad que el país requiere para desarrollar toda la infraestructura de movilidad que se necesita; tal vez porque en la forma que aquí se maneja y administra resulta poco útil y la recuperación económica para cubrir los financiamientos no se logra, la otra es que sean los propios fabricantes que no desean exhibir su tecnología en las deplorables condiciones en que se opera, que lejos de ser un escaparate para atraer clientes, los ahuyentaría.

El espacio para la cultura de la irresponsabilidad; en donde las peores prácticas laborales pone en riesgo al usuario de manera innecesaria, sólo por el desconocimiento de la protección civil en boga que mal entienden y peor aplican en las instalaciones, refiero un caso que viví este sábado cuando en la estación Pino Suárez, con el operativo de dosificación de usuarios, la clausura de salidas de suyo insuficientes como alguna vez intenté abordar en una mesa de protección civil; es evidente que la capacidad de evacuación en las estaciones es limitada; por lo que es imperativo que la operación sea eficiente con personal capaz, entrenado y en apego a los protocolos internacionales ya que allí se considera el costo de instalaciones suficientes respecto al costo de hacer eficiente el mantenimiento de la red y los vehículos, para evitar los incidentes cotidianos que tienen poca difusión y víctimas; mientras que cuando rebasan los límites se tienen que hacer cuantiosas erogaciones que nada resuelven a los usuarios que tienen que enterrar a sus deudos y/o padecer la incapacidad temporal o permanente que la indolencia de quienes ocupan los puestos de toma de decisiones y dirección.

 

Arrogancia humana y sus consecuencias

Por: José Pedro S. Oliva 3 de septiembre de 2021

Uno de los más dañinos comportamientos humanos es la arrogancia que nos lleva a pensar que contamos con capacidad superior muy por encima de los demás y esta premisa nos permite concesiones más allá de lo que podemos hacer y lo peor es que, entre más marcada, más graves las torpezas y destrucción  que la terca realidad hace surgir mientras se trata de ocultar.

Lo cotidiano es enfrentar problemas que nadie acierta a resolver, violencia, el daño a terceros, a flora y fauna; el agua cuando abunda, cuando falta y su degradación; la basura que no reducimos y peor manejamos, generar poca y aprovechar los residuos; la explotación de todo tipo de riqueza en el planeta minerales, vegetales y animales, lo que se hace de manera primitiva con la única meta estrecha y torpe; generar riqueza económica sin importar el daño posterior con lo que se destruye el mundo aunque no pase por la mente; y si acaso algún día se llega a encontrar la forma de revertir la situación, el costo es tal que se soslayará ante la imposibilidad de hacerle frente; tal y como se hace desde siempre y los resultados saltan a la vista.

El extremo ocurre cuando se repite a los cuatro vientos, que el ser humano es el más inteligente de la creación, cuando ni siquiera lo somos. Los avances tecnológicos han tenido consecuencias peores a las que han pretendido resolver. La única oportunidad que nos queda es buscar vida inteligente en otro planeta, ya que en la tierra o no la hay, o no la hemos querido ver, o no se ha podido encontrar y menos aprovechar.

Si no logramos en un plazo razonable corregir los confusos pensamientos que nos arrastran a la destrucción del planeta por diferentes vías, la vida que hemos querido preservar y hacer cada vez más confortable con el desarrollo de bienes, servicios y tecnología a discreción; para luego llegar a aberraciones, el fracaso y la extinción de la vida como se conoce, desaparecerá con nosotros.

Resulta incongruente impulsar actividades deportivas lucrativas pero de nula productividad, que incluso ponen en riesgo la salud de quien la practica; en lugar de actividades productivas que permitan alcanzar los objetivos de salud y bienestar  a través de aprovechar el alimentos, energía, y fortaleza, para aprender, mientras se hace el ejercicio necesario para conservar el tono muscular al tiempo que se genera riqueza, valores y algo útil en la recreación productiva que nos aleja de vicios y otras calamidades que crecen y desarrollan con los parámetros actuales.

La inquietud por abordar la arrogancia, surgieron de las palabras poco pensadas del presidente norteamericano, en el sentido de que haría pagar a los que han cometido las masacres terroristas en Afganistán, ya que resulta tan absurdo y torpe como el fruto de las intervenciones que han hecho en tantas y diversas latitudes cuyos resultados han sido peores a la situación previa.

El reto que parece no entender es encontrar una forma de cambiar de manera efectiva, eficaz y permanente las conductas indeseables, perversas y criminales que tanto dañan a la sociedad, al grado de enfermarla al extremo de aceptar como natural asesinatos, secuestros, robos y cualquier suerte de agresiones y daño a terceros, al amparo de una debilidad jurídica que hace difícil encontrar vías para librar los desafíos que existen y poder acceder  a una vida en sociedad como la humanidad que somos con muy variadas y diversas opiniones.

El desaseo en que se encuentra el planeta, urge a tomar un rumbo distinto que ayude a calmar los ánimos, fomente la cooperación y colaboración para que podamos vivir en armonía sin explotar al próximo a  quien se considera inferior o ha sido menos favorecido por la naturaleza en connivencia con las acciones emprendidas a lo largo de la historia.

¿Por qué no hayan soluciones al transporte, movilidad y

urbanismo? Entre muchas otras

Por: José Pedro S. Oliva 27 de agosto de 2021

Me trato de explicar la situación cotidiana de millones de personas que en México padecen debido a las propuestas urbanas, viales y de transporte disponibles, ajenas al problema por insuficientes, inadecuadas y cualquier cantidad de disparates que no podrían llevar a otro resultado.

Recorro la CDMX, donde vivo, por los medios de transporte con objeto de desarrollar la sensibilidad respecto a lo que vive, padece y/o sufre cada día quien necesita desplazarse. Intento observar hasta donde me es posible la situación, preguntar e identificar los arrebatos de conductores, peatones, usuarios y en fin todo el espectro de usuarios de la infraestructura urbana y me trato de explicar porque hacen y se comportan de la forma en que lo hacen, a saber, irresponsable, arbitraria, prepotente y abusiva en el insuficiente, inadecuado y mal diseñado espacio destinado para convivir y usar el espacio público; mi conclusión es que debido a que se han dedicado a diseñar las estructuras urbanas, con cualquier barbaridad, el usuario no tiene otra opción que usarlas como dios le dé a entender, bajo el supuesto de que ha sido propuesta por un profesional responsable y capaz a través de un trabajo con calidad.

En estas circunstancias de caos, cualquiera se siente con la patente de hacer lo que le dé la gana si así le conviene, necesita  y/o facilita su movilidad e intereses, aunque se perjudique a todo el conjunto, de lo que no se percata, pues sucede hacia atrás mientras observa que hacia el frente hay espacio para circular y los que pasan parecen preferir accionar el claxon y molestar a circular. En resumen hacen prácticamente lo mismo que los encargados del desarrollo vial, urbano y de transporte; al son de que si ellos lo hacen por qué yo no he de poder; y esto es una justificación bien fundamentada, aunque originada en una premisa inadecuada y como aprendimos con los silogismos, en la conclusión no puede obtenerse algo adecuado ya que lo no adecuado sentencia  y rige al quedar plasmado en la premisa. El otro elemento es que no se puede llegar a poner orden, hasta en tanto no se libera la vialidad por el causante del desaguisado, sin mayor pena.

Al revisar porque los responsables de las oficinas que tienen el encargo relacionado con esta temática no han podido resolver ni mínimamente el caos que han generado y que cada día acrecientan debe de ser por las siguientes circunstancias:

  1. Ignoran lo que se debe saber y conocer en materia de urbanismo, vialidad, transporte, seguridad, movilidad; sin dar cabida al sentido común, si es que fuera posible, sacarlo de la chistera, cuando natura ha sido cicatera.
  2. No se desplazan por la ciudad sin auxilio de un séquito que a diestra y siniestra cierra vialidades, para que él pueda desplazarse de manera ágil y de esa manera considera lo acertado de las acciones y decisiones que toma, que conducen al tráfico fluido y eficiente, que sólo él puede disfrutar.
  3. Que sea ciego y no pueda distinguir las calamidades que provocan decisiones tan absurdas como inventar carriles sobre el pavimento con sólo pintarlos, como si con ello se lograra que cualquier vehículo quepa, sin importar sus dimensiones.
  4. Que se sienta de una estirpe superior, equiparable a un dios que lo que dispone funciona por el sólo hecho de que él lo ha decretado así.
  5. No pasa por protocolo de trabajo, si es que lo tuvieran, el revisar y probar las propuestas primero para verificar que funcionan como lo conciben; luego revisar si es posible que tenga inconvenientes que disminuyan el beneficio o habilidades para ofrecer el servicio y por último y no menos importante, si es posible incorporar adecuaciones que catapulten la funcionalidad y que los resultados sean positivos.

Por supuesto que como siempre la arrogancia y sentirse portadores de la verdad absoluta ha logrado atajar la posibilidad de que otras opiniones puedan contribuir con propuestas diferentes, sencillas y de bajo costo, o incluso sin él, ya que esto último las hace no atractivas debido a que no hay margen de negociación para la implementación y los flujos de efectivo, mientras que en contraste abre el espacio de participación a los que conozcan del tema aunque carezca de las relaciones adecuadas al nivel que se toman estas decisiones, o desconozcan quien podría ser por no hacer la búsqueda que el tema amerita, entre quienes se han formado en la especialidad.

La tecnología puede ser un valioso auxiliar, acompañada con sólidos conocimientos académicos, técnicos y prácticos; y no sólo al amparo de documentos por muy oficiales que sean, en donde sólo se asienta que el portador ha cumplido con los requisitos mínimos exigidos por las normas nacionales en educación a las que se apega dicha institución; pero no garantiza que cuente con la seriedad y ética que cualquier profesional debería de tener y que por desgracia en ninguna etapa de los planes de estudio se imparten y evalúan con la equidad y justicia que permita tener la certeza de que las tareas que se encomienden o contraten se harán en esos términos. Todo ello es particularmente necesario para que el instrumento tecnológico que se construya incorpore todo lo enlistado y excluya lo nocivo para que el resultado empiece por ser bueno y susceptible de mejora, pues aparecen consideraciones que no se contemplaron pero impactan con la terca realidad y desembocar en los inconvenientes que se pretende corregir y solucionar.

Es evidente que las formas anacrónicas y primitivas que se aplican para poner orden y corregir los comportamientos irresponsables de tirios y troyanos han resultado peor que lo que se desea erradicar o sacan a la luz situaciones inadmisibles en un entorno que se intenta facilite la convivencia y la utilización adecuada de todos los espacios públicos para beneficio de todos los que lo necesitan y utilizan para sus actividades cotidianas.

 

El mundo un lugar cada vez más difícil para vivir gracias al

ser humano y sus intervenciones

Por: José Pedro S. Oliva 21 de agosto de 2021

Es difícil poner de acuerdo a gente de tantas y tan diferentes culturas, preparación, religiones, creencias y opiniones; algunos más preparados no sabemos en qué; otros no tanto; los menos con inteligencia natural y otros con argumentos académicos en ocasiones mal fundamentados, o en intelectos poco desenvueltos o que tergiversan lo que les enseñan; por lo que cada quien hace lo que se le da la gana al amparo de una legalidad tan diversa y en la que los asegunes varían de acuerdo al poder económico del individuo que al final impone caprichos u ocurrencias.

Ahora tenemos una desigualdad tal que hay sitios en que el derroche y desperdicio de recursos contrasta con otros en donde su ausencia es tal que aún de la inmundicia hay quienes tienen que buscar algo para llevar a la boca o el instrumento del que pueda servirse para intercambio, uso posterior o instrumento de trabajo que aligere sus faenas que debido al entorno en que las realiza tienen poco valor o no son apreciadas en la dimensión que tiene.

Las condiciones de vida en el planeta no van de la mano de quien ocasiona los daños o deterioros al suelo, aire, agua, flora y fauna; sino que se presentan de manera aleatoria en el círculo cerrado, en donde todos los disparates tienen efectos adversos en algún sitio, aunque no sepamos en donde; tal y como ha ocurrido con infinidad de “descubrimientos” que los humanos hemos encontrado y vanagloriado a lo largo de la historia; más por casualidad que por una acendrada inteligencia que no sabemos a quién se le ocurrió definir como tal. Es así como hoy enfrentamos climas extremos de calor, lluvias intensas, incendios naturales y provocados y una larga lista de calamidades entre enfermedades, plagas, violencia y destrucción de bienes y servicios; aunado a una cada vez peor calidad en ellos por parte de quienes se encargan de suministrarlos, a un cada vez mayor costo, de manera ineficiente, poco efectiva y restringida a sólo unos cuantos.

Los incendios no respetan país y el daño que ocasiona se propaga y prolonga de manera indefinida; mientras que a la naturaleza le tomará muchos años restablecer las condiciones de vida que de manera silvestre y sin alardear sus portentosas acciones, lo intenta reparar con una facilidad que ya quisiéramos para organizar algo en verdad útil y que no dañe o deteriore al entorno; mientras que con despliegue de soberbia cada individuo en la medida de lo que se permite hacer, exhibe sin recato su enorme vacío intelectual; aunque esa no sea la intención al intervenir en conversaciones, toma de decisiones o en la selección de las acciones a emprender, bajo parámetros que cada vez muestra que sirve más para compensar a los ávidos de la riqueza monetaria a toda costa y que ostentan poder social, económico y/o político; como si fuera la forma ideal para que desplieguen su escaso potencial creativo y causen el menor daño a la sociedad; craso error que pagamos día con día con el deterioro del planeta; único sitio que tenemos para vivir, donde las amenazas que se vislumbran no han servido para templar esos ánimos y desistan de tanta prepotencia, desaciertos y abusos.

El manejo de los desechos además de poco inteligente, carece de estrategia que permita por un lado reducir al mínimo, procurar que cada vez se generen menos y que estos sean biodegradables tal y como lo hace la naturaleza con todos los elementos que flora y fauna generan, a excepción de los humanos sin medir las consecuencias negativas y ni que decir de la explotación irracional de los recursos vegetales, animales y minerales que al final del día generan mayores problemas que satisfacciones, salvo el económico para el reducido grupo en el poder que ve acrecentar su caudal sin importar el costo que en el tiempo esto pueda ocasionar, si es que se pudiera revertir dicho deterioro, o como ocurre cuando es posible, que resulta más caro el caldo que las albóndigas..

Por último parece que todos los humanos hemos confundido al planeta tierra donde vivimos como el receptor de todos los desechos que se generan, las más de las veces entremezclados de tal forma que se vuelven basura que requiere de trabajos adicionales para aprovechar lo rescatable por aquellos en condiciones infrahumanas y que no tienen otra forma de vida si es que así se puede llamar a las condiciones de existencia en que lo hacen; lo volátil se va a la atmósfera, los sólidos al suelo y/o hasta donde lo arrastren el viento o el agua; encontrando cuerpos de agua que acumulan toda la inmundicia sin que a nadie le preocupe el deterioro que ello ocasiona y hace que cada vez el lugar donde habitamos sea un verdadero foco de infecciones, por decir lo menos.

 

 

Reflexiones sobre la Planeación del Transporte yla infraestructura

Por: José Pedro S. Oliva         13 de agosto de 2021

Sin lugar a dudas quienes han diseñado y planeado el transporte en México, cuentan con un respaldo académico avalado por instituciones educativas que se basan en experiencias internacionales y las prácticas que mejor han funcionado en diversas partes del mundo, de donde han sido extraídas y puestas a disposición a través de manuales internacionales, y quienes hemos tenido la oportunidad de estudiar algún tópico de ingeniería, encontramos de utilidad para fundamentar las decisiones que se sugiere deberán de tomarse si se desea llevar a buen puerto algún proyecto de infraestructura del transporte. Sin embargo, no considerar el entorno de aplicación puede llevar a situaciones caóticas e incluso contrarias a las buenas prácticas, por lo que considero que lo más valioso en cualquier aprendizaje es saber y manejar los conceptos directrices en la forma en que puedan alcanzar los beneficios.

 Quienes nos han precedido ya en la academia, la investigación y la práctica, han dejado un legado que no se debe de desechar sin el análisis adecuado de las consideraciones en que se fundamentaron sus premisas, para desde allí proceder a corregir lo que ya no es válido, mejorar lo que sea posible y adecuar el proyecto a las nuevas tecnologías.

En México, parece que hace falta observar el entorno para identificar la causa de los problemas que nos desbordan y que a mi juicio se deben en mayor medida a un desinterés generalizado por madurar y dejar el comportamiento infantil que prevalece, en donde cada quien hace lo que le parece sin atender a un mínimo de cortesía, responsabilidad, educación y cultura; es así como el espacio público se utiliza de manera arbitraria sin que se ponga coto a los abusos de una manera uniforme, firme e inflexible, con objeto de que con el tiempo se puedan erradicar las conductas irresponsables y dañinas.

Esto a mi parecer es fácil de lograr si con ayuda de la tecnología se empieza por construir la plataforma universal del comportamiento, usos y limitaciones que se deben tener en el espacio público; se comunican las reglas tanto a nivel escolar como colectivo a través de documentos o manuales, para que en breve se sepa lo que se puede y debe hacer ante circunstancias comunes; habida cuenta de que será perfectible, es decir dinámico y la información o hallazgos se compartirá con ayuda de la misma plataforma tecnológica, para evitar que se cometan infracciones, con lo que se esperaría liberar el espacio público de los inconvenientes con lo que se lograría agilizar la circulación y movilidad.

En la siguiente iteración, que puede ser en paralelo, vendría la sanción económica o el cobro por el uso, abuso o negligencia del infractor; así como con limitantes para depurar el padrón de conductores abusivos o incapaces para usar la infraestructura pública en los términos en que debe de usarse para beneficiar a la mayoría, pero aceptando que existen imponderables a satisfacer, pero hasta un límite. Con ello además del orden, disminuiría el número de conductores; pero lo más importante quedarían sólo aquellos capaces de convivir en buenos términos y con habilidad para conducir y respetar al prójimo, quien a la fecha padece toda suerte de menosprecio por parte de conductores que no merecerían haber recibido licencia para ello.

Agradecimiento al Transporte e infraestructura en la CDMX (1995)

Por: José Pedro S. Oliva        6 de agosto de 2021

 

A las empresas dedicadas al transporte público de personas en la Cd. de México, por su inagotable fuente de suministro de ejemplos eximios, que deben ser erradicados; lo que facilitó la preparación de este trabajo. No se podría concebir que un simple vuelco de cabeza al entorno, sea suficiente para aportar tantas y tan valiosas enseñanzas sobre lo que debe omitirse al preparar la planeación de un proyecto de transporte público de pasajeros; más impresionante aun es observar que se realizan obras trascendentales y de gran envergadura en las que se esfuerzan por engrandecer cada vez más tales yerros.

 

Al lector por su acopio de paciencia para tener una visión simple de la compleja situación que impera en el medio del transporte público de pasajeros en nuestro país y que es necesario manejar con mayor acierto.

 

A las autoridades responsables del transporte por permitir el acceso a nuevas vertientes de solución a la caótica situación que impera en el ámbito del transporte.

 

A los amigos que con sus valiosos comentarios y críticas severas sirvieron de acicate para depurar, extender y templar el contenido de este trabajo.

 

Al empecinamiento para no aceptar sugerencias incluso a título de gratuidad, con objeto de padecer menos tan disparatadas propuestas que con el tiempo se caen por si mismas.

Conclusiones y Recomendaciones para el Transporte Público (1995)

Por: José Pedro S. Oliva 30 de julio de 2021

 

Se demanda estar consciente de la conveniencia de seguir un metódico sistema de planeación, que a la vez de ser sencillo y lógico, haga uso irrestricto y recurrente del “SENTIDO COMÚN”, bajo cualquier circunstancia.

 

Cuando los objetivos no se satisfacen, es práctica común en nuestro país justificar cualquier aberración; esto ha conducido a la situación prevaleciente, no logra mejoras en malogrados proyectos y propicia que se continúe por el tortuoso camino de los desaciertos con precisión impresionante, digna de mejores causas.

 

El procedimiento para realizar el diseño del sistema de transporte público de personas, brinda en forma secuencial los criterios para entender y dar respuesta a la problemática tan compleja que reviste el transporte. Toma en consideración al usuario y pretende disminuir los desaciertos; lo cual permitirá que las generaciones venideras puedan tener una mejor plataforma para emprender acciones tendientes a mejorar la calidad del servicio de transporte público en nuestras ciudades.

 


Los aportes de lo que aquí se menciona se pueden extraer mediante visitas técnicas a todo el sistema de transporte público de pasajeros existente en la Zona Metropolitana de la Cd. de México, no hay duda que en el pasado hubo algunas  que fueron eficientes; sin embargo, el crecimiento de la población, las dimensiones del área, los adelantos tecnológicos y otros factores, han rebasado los alcances que se habían previsto, sin que a la fecha se hayan emprendido acciones efectivas que enfrenten con éxito este desafío. Para ello es necesario recurrir a formar, preparar y capacitar personal, así como aprovechar la experiencia y conocimientos, que en tan controvertida materia se tienen.

 

Puede concluirse que lo más importante ante el desolador panorama que este apasionante campo ofrece es hacer acopio de los siguientes elementos:

 

            - una visión global del entorno urbano,

            - humanización hacia el usuario,

            - condescendencia con todas las opiniones, y

            - mucho ”sentido común”.

 

En esta forma se podrían encontrar soluciones efectivas y funcionales al cada día más grave problema de transporte público de personas, que en nuestro medio se agudiza con la declinación acelerada de los vehículos por descuidos en su mantenimiento y cuyas consecuencias colaterales son: contaminación, pérdidas de vidas humanas, baja productividad laboral, dispendio de energéticos, infrestructura vial que no logra satisfacer con eficiencia el cada día más grave problema, etc..

 

Además cabe señalar que una vez que se tenga la infraestructura para facilitar los desplazamientos por medio de un adecuado sistema de transporte público de personas en el área urbana, será posible emprender con mayores posibilidades de éxito acciones enérgicas que desalienten el uso del automóvil particular y por consiguiente su uso se reduzca a casos esporádicos y de excepción, ya que el servicio que se le brinde satisfaga sus intereses y cubra sus necesidades en forma razonable.

 

Como colofón, se propone hacer los proyectos de transporte público de personas de la mejor manera posible, como si fueran a utilizarse siempre, máxime que como ocurre en este tipo de obras, con diferentes actores operan en forma ininterrumpida durante su vida  útil.

 

Aspectos Importantes de Carácter General para el Transporte Público (1995)

Por: José Pedro S. Oliva 23 de julio de 2021

 

No se debe olvidar en última instancia, que aun y cuando apegados a los incisos anteriores el diseño sea correcto, es necesario ofrecer al usuario información clara y precisa para que pueda conducirse con agilidad, rapidez, seguridad y confianza dentro de las instalaciones. Es necesario considerar que la celeridad con el usuario se desplace en su interior,  impactará en la ocupación de espacios dentro del sistema de transporte; si se tiene en cuenta que la función del proyecto es hacer eficiente y óptimo el sistema de transporte a través de la movilidad expedita del usuario, resulta improcedente limitar o restringir su movilidad dentro de las instalaciones debido a información deficiente, confusa o nula.

 

La información instalada en todo el sistema de transporte deberá ser comprensible clara y objetiva para el usuario. Por ello se recomienda que ésta se apegue en lo posible a la simbología común de uso internacional, lo que facilitará las labores del personal así como la operación del sistema de transporte. De la claridad y precisión con que se instalen, se evitarán trastornos molestos y en horas punta incluso contrarios, al buen funcionamiento que se desea obtener. La necesidad de consulta, para identificar el rumbo a seguir, es además de  incómodo, molesto; entorpece la circulación y el flujo de usuarios, lo que congestiona sin necesidad los espacios limitados de las instalaciones estación, paradero, andén, pasillo, etc..

 

Es aconsejable, debido al escaso nivel educativo general de nuestra población, colocar estratégicos señalamientos que alienten y encaucen a los usuarios al mejor aprovechamiento de su tiempo y de las instalaciones; Por ello, vialidad y cortesía no serían suplicas desdeñables mediante claras ilustraciones alusivas al respecto, lo que permitirá un flujo más expedito en el tránsito por las diferentes estructuras que conforman el sistema de transporte. Los enlaces peatonales entre las diferentes rutas que convergen en alguna estación, deben ser amplios, breves, cómodos y seguros para alentar en el público la preferencia por un transporte público eficiente, eficaz y económico.

 


El tan conocido enlace, mal llamado “Túnel de la Ciencia”, tantas veces convertido en tortura de viajeros de la “Terminal de Autobuses del Norte”, merecería un apelativo similar al que en su tiempo recibió el muro de Berlín. Ya que, no cumple a plenitud ninguna de las dos funciones a que se ha destinado, y obstaculiza al transporte público; en este punto convergen un cúmulo de discrepancias a lo aquí expuesto que ponen en entredicho su función. En algunos otros se encuentran destellos que con mayor o menor intensidad denotan falta de cuidado al tratar de resolver la problemática de movilidad que debe satisfacer de manera racional el transporte público urbano en las grandes metrópolis.

 

Sin perder de vista el objetivo primordial de la planeación del transporte público urbano, conviene que los espacios destinados a diversos giros comerciales, deban considerar, previo a otorgar el permiso correspondiente, los efectos negativos que generará para la empresa del transporte público, la instalación del negocio, así como incomodidades, molestias y trastornos que puedan causar al usuario, las instalaciones y al sistema en sí.

 

La información sobre las tarifas, no puede ser descuidada ya que no es posible que todo usuario conozca el monto de las mismas. En el curso del establecimiento de nuestro sistema de transporte se incurre en una cantidad importante de supuestos obvios, que dejan desprovisto al usuario para enfrentar con éxito la tarea de transladarse en forma eficiente por la red del sistema de transporte público de pasajeros, salvo en los casos de una rutina mecánica ya establecida; esto refleja con claridad el descuido con que se realizan algunas tareas, una de las cuales es, satisfacer la necesidad del usuario, que es la más importante.

 

El diseño de todas las instalaciones en un sistema de transporte público urbano, deberá considerar siempre las dimensiones ergonométricas del ser humano que las utilizará. En muchas ocasiones, su omisión nos permite observar estructuras viales urbanas en las que se encuentra ausente este factor, por lo que espacios reducidos, pasos peatonales muy elevados, entre muchos otros, agreden con inmisericorde regularidad al usuario, sin reparar en un mínimo respeto a su dignidad y a los derechos de seres humanos.

 

Los paraderos de transbordo entre las diferentes opciones existentes para atender, que no satisfacer, las necesidades de transporte, denotan limitación de espacios para permitir la movilidad del usuario en áreas protegidas o reservadas para brindarle seguridad y comodidad; no es poco frecuente observar que se ha dado prioridad a las unidades móviles y no al peatón.

 

El ser humano, es en primera instancia peatón, situación que eventual y en forma temporal se releva al utilizar vehículos, sean públicos o privados, pero la esencia intrínseca se retoma al descender de él. Muy conveniente sería que de inmediato se pusiera mayor atención a este pequeño pero trascendental detalle, ya que en mayor o menor medida a todos afecta.

 

De gran valor será que, una vez agotado el análisis exhaustivo con el que fue posible fundamentar la alternativa óptima de solución, al problema de transporte público de personas, cuando se lleve a cabo la exposición ante la autoridad, no se dejen seducir por mejoras emanadas al calor de la presentación, ya que en apariencia pudieran parecer mejores, las más de las veces suenan positivas, reciben el beneplácito de los allí presentes y desplazan a la óptima en detrimento de la sociedad con lo que se desdeña la tarea realizada.

 

Los proyectos modificados en forma intempestiva, al ser llevados a la práctica, por lo general elevan costos, surgen defectos, deficiencias y desventajas derivadas de la celeridad y premura con que se les eligió; po ello se recomienda que bajo tales circunstancias, se agradezca la sugerencia y solicitar permiso para su análisis detallado ya que existirán muchas implicaciones que deben ser ajustadas al nuevo proyecto; lo que puede ser síntoma de que el estudio no se realizó a fondo, ya que un vistazo superficial lo llega a poner en duda. En su oportunidad se podrá de nuevo someter a consideración la alternativa visualizada y el por qué de su aceptación o rechazo; ello permite conciliar, de la mejor manera, el proyecto definitivo que el análisis técnico y económico justifica.

 

Recomendaciones para el Material Rodante

(1995)Por: José Pedro S. Oliva       16 de julio de 2021

 

 

Los vehículos que se empleen para el transporte de personas deberán estar dotados en forma apropiada con iluminación, apoyos y pasamanos suficientes para garantizar la seguridad y comodidad del usuario, quien con su aportación directa implícita en el pago de la tarifa, con subsidio o sin él, exige un servicio de calidad, que reclama el importe de su costo.

 


El aspecto interior de las unidades debe mostrar respeto al usuario, los descuidos en la apariencia, ya sean estos a través de: pisos desechos; ventanas sucias, rotas o imposibilitadas para accionarse; asientos dañados, pasamanos incompletos o faltantes, puertas con alto grado de deterioro, etc., impactan sensiblemente en el ánimo del pasajero, demeritan la imagen de la empresa y fomentan el vandalismo. De lo anterior se puede extrapolar que si lo que es notorio no ha sido observado y corregido por los encargados del mantenimiento, más difícil les resultará el detectar y corregir deficiencias en áreas de difícil acceso y menor visibilidad que son de mayor trascendencia para la eficiente operación del vehículo. Esto se fundamenta en los siguientes hechos: 1) rastros de lubricantes y grasas, derramados sobre la superficie de la pistas por donde se deslizan los vehículos, y 2) las muchas ocasiones que la circulación de los vehículos se interrumpe para revisar el estado en que trabajan algunos elementos para garantizar la seguridad de los usuarios; ésta revisión de los vehículos cuando se detecta una anomalía es loable, sin embargo es más efectivo, eficiente, económico y seguro; realizar el mantenimiento en apego al programa dentro de los talleres, en donde se debe contar con toda la infraestructura apropiada y así disminuir los riesgos al personal y usuarios. lo que minimizaría en forma notoria la cantidad de estas interrupciones durante el servicio.

 

Un detalle importante que al parecer ha sido olvidado cuando se han copiado los modelos de vehículos de transporte que se ofrecen en el mercado internacional, es relativo a que fueron concebidos para países desarrollados, los cuales se encuentran ubicados en la parte septentrional del planeta, y cuyas condiciones climatológicas difieren diametralmente de las que imperan en nuestro país; debe de analizarse a detalle para poder realizar modificaciones apropiadas y adecuadas que mejoren algunos aspectos como el de ventilación y circulación del aire en el interior de los carros. Lo anterior no significa instalar equipos de refrigeración o acondicionamiento del aire en caso de no ser necesario, sino por el contrario,  adoptar conceptos elementales de termodinámica y física, sobre comportamiento de los gases. Ejemplo de soluciones se observa en la arquitectura árabe, en su interior no requieren de enormes gastos de energía para obtener un clima agradable, por solo mencionar un caso claro y contundente; lo imprescindible es concebir algún diseño inteligente que permita aprovechar los elementos que la naturaleza brinda sin ningún costo, en beneficio del ser humano.

 

Aquí se considera oportuno mencionar que la elección del vehículo o material rodante así como los componentes electromecánicos externos pero necesarios para su buen funcionamiento en los sistemas de transporte más sofisticados, deberán someterse a un análisis técnico financiero, que considere: costos de inversión, gastos en mantenimiento, vida útil, características técnicas y de seguridad  que  impactan el estudio de factibilidad económica de la inversión.

 


Los estudios de factibilidad se realizan para jerarquizar y seleccionar los potenciales proyectos de inversión en cualquier ámbito, incluido el transporte, con el criterio de optimalidad, para ofrecer al tomador de decisiones todo el panorama que le permita elegir la alternativa más favorable. Además, es necesario que durante su vida útil, no se desvíen los recursos necesarios para el rubro de mantenimiento ya que allí radican: la seguridad del usuario, la calidad del servicio y el prestigio de la empresa que ofrece el transporte público de personas.
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Directrices para Configurar la Línea de Transporte Público (1995)

Por: José Pedro S. Oliva                 9  de julio de 2021

 

La trayectoria por la cual fluirán los vehículos o el material rodante, con que se prestará el servicio de transporte público, deberá equiparse con todos los dispositivos de seguridad que exigen; la práctica racional y las normas internacionales; para salvaguardar a los usuarios, el personal y los equipos.

 


El equipamiento de elementos para cambiar de vía deberá ser tan frecuente como el presupuesto y las condiciones lo permitan, localizados en forma armónica con la urbanización del área por donde se desplazará el material rodante. Sin embargo, no son convenientes, espaciamientos prolongados, pues aunque lo cuantioso de la inversión en estos equipos, los hace poco atractivos; la utilidad que ofrecen durante la operación del sistema permite recuperar con creces gran parte de su valor. Muchos podrían considerarlos innecesarios por estimar que en condiciones normales su uso es esporádico y sólo en situaciones emergentes se utilizarían. Sin embargo esta inversión se puede justificar como el equivalente a una prima de un seguro para contingencias, la cual no es posible erogar a posteriori, y cuya cobertura se recibe al momento en que ocurre la contingencia.

 

El resolver los apremios de una avería o emergencia justifican a plenitud la instalación de los equipos de vía, lo que permitirá en su oportunidad el seccionamiento apropiado de las líneas, para resolver la contingencia, y no hay razón suficiente y convincente para evitarlos o reducirlos. Las anomalías que se pudieran derivar de su carencia o deficiencia, se tornan caóticas al aproximarse las horas punta por el efecto acumulativo del retraso generado en el servicio.

 

Como ya fue mencionado, las líneas conforman un “sistema circulatorio”, en el que invariablemente hacia su parte intermedia o central se incrementa en general la mayor demanda de usuarios. Esta aseveración hace imperativo el que se dote al sistema, de elementos que en su oportunidad permitan aliviar el intenso tráfico, que en algunos tramos de la línea se presenta. Entre estos elementos podemos señalar las estaciones intermedias de retorno, que inclusive mejoren la eficiencia global del parque vehicular, además de satisfacer en mejor forma las exigencias de transporte de los usuarios.

 

Si aunado a lo anterior, se permite la diversificación de destinos hacia los extremos de la línea, se obtienen ventajas sustanciales durante su funcionamiento. Por una parte se amplía el área de cobertura del servicio y por la otra permite una racionalidad superior en los viajes, ya que es posible manejar a discreción las unidades en los extremos de acuerdo a la demanda, e inclusive reducir los recorridos si así fuera conveniente y/o necesario.

 

Pautas para Diseñar Estaciones y Paraderos del Transporte Público de Personas (1995)

Por: José Pedro S. Oliva 2 de julio de 2021

 

Abordar este punto reviste uno de los aspectos medulares del presente trabajo y requiere ser tratado a detalle ya que del adecuado tamaño y distribución de las estaciones y paraderos depende en gran medida el que no se afecte en forma negativa la operación del sistema durante su vida útil y con mayor énfasis durante los momentos de máxima demanda, cuando los efectos se hacen notorios y evidentes para asombro de muchos, quienes por descuido, omiten en general la consideración de este aspecto primordial en cuanto al área y espacio suficiente para el diseño funcional de las estaciones y paraderos.

 

En teoría, al momento de efectuar el diseño correspondiente, se deben de analizar las horas de máxima demanda u horas pico, como situación crítica aunque su ocurrencia sea en general sólo por un escaso tiempo de duración, respecto a la magnitud de la jornada en que se opera, debido a que la máxima demanda se presenta en forma pendular todos los días laborables, por lo menos en dos períodos espaciados en tiempo, lugar y dirección.

 

En primer lugar deben contemplarse los estudios globales que permitan estimar los posibles sitios de enlace, y antes de empezar a diseñar las estaciones: sintetizar y conceptualizar sus funciones tanto en el presente, que correspondería a la línea en cuestión, como ante la eventualidad de que a futuro pueda llegar a ser punto de convergencia de otras líneas; en cuyo caso convendrá que el diseño muestre algunas de las preparaciones previas que en muchas ocasiones tienen un bajo costo; cuando son consideradas con oportunidad; y en otros, su olvido u omisión acarreará costos elevados que ponen en serios aprietos los proyectos de expansión o limitan y comprometen su eventual crecimiento, como sucede en muchas de las obras existentes en la Zona Metropolitana de la Cd. de México.

 


Deberá hacerse énfasis en que la función de las estaciones y paraderos son atraer y captar usuarios y no ahuyentarlo o desalentarlo mediante diseños poco ingenieriles, tortuosos, molestos y no pocas veces acompañados de peores concepciones físicas. La atención al usuario exige que estaciones y paraderos dispongan de accesos cómodos y seguros que salvaguarden la integridad del individuo, y no la de llegar a convertirse en un peligro latente para el usuario. Todas las instalaciones deberán contar con la mejor infraestructura que permita proteger al usuario de las inclemencias del clima y en nuestra metrópoli, de ser posible, también del medio ambiente, desde su arribo hasta que alcance la salida en el sitio de su destino; los andenes, los pasillos y en especial las escaleras deberán cuando menos tener las dimensiones mínimas establecidas en los manuales internacionales actualizados para el diseño de transporte público; haciendo hincapié en que la superficie de los mismos debe generar la suficiente fricción para permitir al usuarios su tránsito con comodidad, seguridad y confianza.

 

Aunque pudiera parecer obvio este planteamiento, pues el “sentido común” así lo indica, es conveniente hacer hincapié en estos detalles que se han omitido en forma regular y consistente en los más de los diseños que ofrece la red de transporte urbano de la Ciudad de México, en perjuicio del usuario y desprestigio del servicio, por lo que no es posible pasar por alto.

 

Por otra parte cabe señalar que la distribución de los componentes de estaciones y paraderos deben a su vez ser armónicos, y cuando sea necesario, los esfuerzos para alcanzar cualquier punto al que necesite llegar el usuario, se puedan realizar con las mínimas exigencias físicas, lo que implícitamente proporciona seguridad.

 

Asimismo, en este renglón es oportuno mencionar que las estaciones profundas, deberán considerar la eventualidad de una emergencia, en la cual se hace necesario evacuar las instalaciones. La recomendación al respecto es la de colocar rutas de evacuación de preferencia independientes de los tiros de ventilación naturales, adecuados y suficientes, en estricto apego a las normas de seguridad.

 

Los mezzanines ofrecen entre otras ventajas: permitir el flujo de personas hacia los diferentes puntos de acceso a la estación por un lado y al andén correspondiente a la dirección en que se transportará por la otra; en la parte externa propicia una sensible mejoría en la vialidad superficial para los vehículos públicos y privados; por ello es necesario buscar, estudiar y negociar la mejor alternativa ya que no siempre es posible ubicarlos.

 


Otro punto importante es el procurar que los dispositivos de control de acceso y salida se coloquen alineados con alguna estrategia, de manera que se eviten los flujos cruzados de pasajeros en donde no sea necesario, y se disipen sus efectos cuando esto no pueda evitarse. Esta tarea es materia suficiente para analizar varias y significativas propuestas alternativas que permitan dilucidar la  solución más conveniente; no menos importante es señalar que un buen diseño no conlleva una sustancial elevación en los costos, sino que en la mayoría de los casos, sus ahorros revisten importancia, y justifican con creces el esfuerzo y la dedicación emprendidos para ello.

 

La simulación y manejo de los flujos que se generan en cada estación o paradero es necesario plasmarlos sobre el papel, en donde de inmediato, cuando se tiene la adecuada formación técnica o profesional, además de experiencia en el campo del transporte, aparecerán las deficiencias relevantes que tiene el proyecto, lo que permitirá someterlo a nuevas consideraciones hasta encontrar el óptimo.

 

Todo lo descrito requiere para sus efectos de los correspondientes planos con sus cortes que muestren todas y cada una de las proyecciones de las instalaciones, así como accesorios que componen el conjunto, en esta forma se podrá detectar con oportunidad si existen algunos obstáculos para su ejecución y en su caso proceder a realizar las adecuaciones necesarias. No es preciso aclarar que estos debieron de ser tomados en cuenta al inicio, pero a este nivel todavía se pueden hacer las modificaciones pertinentes, protegiendo a la sociedad de gastos innecesarios y excesivos que a nadie benefician; salvo bajo una sesgada visión de conjunto en las que tales modificaciones conducen a revisiones posteriores, que abren la oportunidad de cometer abusos por parte de los involucrados en autorizar y construir el proyecto.

 

Asimismo, las estaciones son un elemento adicional que coadyuvará a resolver algunos problemas viales que se suscitan en cualquier asentamiento urbano, cuando su diseño sea el adecuado. Conviene tomar en cuenta que la red que se pretende construir de ninguna manera está divorciada del entorno urbano en que se implanta; sino por el contrario, su vinculación es tan estrecha que mutuamente se provocan efectos positivos o negativos dependientes de su acertada o deficiente concepción y realización.

 

En el caso del transporte público de pasajeros, lo que se lleva de un origen hasta su destino son seres humanos y como tales deberán ser considerados. Es recomendable aportar con equipamientos que permitan eventualmente satisfacer algunas de las imperiosas necesidades que puede tener como seres humanos, en los sitios de confluencia de usuarios, en este caso las estaciones y paraderos.

 


En este sentido se hace referencia a las instalaciones sanitarias que aun cuando podrían tener algún costo adicional, y su operación es ajena al transporte, por lo que se podrían concesionar, se requiere mencionar que dado el costo marginal relativo resulta insignificante adicionarlas y el costo del servicio podría ser cubierto por el usuario; se elevaría la calidad de vida en el área que cubre la red de transporte, aliviando en gran medida el alarmante problema urbano de las defecaciones al aire libre, cuyos costos ocultos se traducen en: daños a la salud humana, focos de infección, generación de basura, fauna nociva, posibles epidemias, etc.., que de una u otra forma la sociedad tiene que cubrir a través de tareas complementarias, a costos más elevados que habría de considerar y negociar con las dependencias correspondientes.

 

El inciso anterior hace referencia al aprovechamiento racional del costo marginal de equipar al entorno urbano con instalaciones que mejoren notablemente la calidad de vida de toda la comunidad. Pero de ninguna manera exige que las autoridades del transporte se comprometan al suministro de servicios a los que no están preparados, y a los que en teoría serían menos aptos, de lo que ya son en materia de transporte, de allí la necesidad de recurrir a terceros y patrocinadores.

 

Antes de finalizar este punto es conveniente mencionar que no menos importante sería dotar en las inmediaciones de la localización de las estaciones y paraderos, estacionamientos para automóviles, y con una visión de vanguardia para bicicletas y vehículos no contaminantes que pudieran servir de alimentadores al sistema de transporte y colaborar con eficiencia a detener la explosión de automotores por el alto grado de contaminación que generan, lo que amenaza la sobrevivencia en el Valle de México.

 

Lineamientos para Ubicar Estaciones y Paraderos del Transporte (1995)

Por: José Pedro S. Oliva                26 de junio de 2021

 

La separación entre estaciones y paraderos se refleja en la velocidad que podrá alcanzarse durante el desplazamiento así como los tiempos de aceleración y frenado requeridos en cada tramo. Todo ello impacta sobre la duración del recorrido desde el origen hasta su destino, lo cual tendrá un efecto directo sobre la decisión del usuario.

 

Ahora bien aun y cuando de la premisa anterior se podría suponer acertado elegir sólo los extremos, las condiciones reales de brindar el servicio al área por donde se transita hace forzoso el establecer puestos intermedios en donde se permita el ascenso y descenso de pasajeros; por un lado los que llegan a su destino o punto de transbordo, y por el otro los que desean hacer uso del servicio de transporte que allí se ofrece para transladarse al destino que requieren.

 

Con esta base se procederá en cuanto al trazo de la línea, la justificación de las ubicaciones que revisten algún factor importante de aglutinamiento de personas tales como son: centros fabriles, educativos, hospitalarios, comerciales, recreativos, religiosos, transporte foráneo en todas sus modalidades, etc..

 

Contrario a lo que se observa en nuestro país, conviene estrechar en la manera de lo posible las vinculaciones existentes entre todos los medios de transporte con objeto de satisfacer en mayor escala las necesidades de la población demandante en mayor o menor medida de alguno o algunos de los rubros enlistados.

 

El transporte colectivo de personas tiene un impacto importante sobre la vialidad que se genera en su entorno, principalmente en el área de influencia de cada estación intermedia, de correspondencia (transbordo) o terminal. Por ello es importante el diseño apropiado de cada una de estas instalaciones con objeto de atenuar o disipar en buena medida el caos que provoca el arribo masivo de usuarios; hay quienes en forma equivocada han pretendido aliviar estas circunstancias a través del alejamiento desmedido entre un medio de transporte y el que sirve de enlace, lo que lejos de mejorar la situación vial, la agrava y hace cada vez más caótica, tal y como se nos ofrece en la actualidad para su análisis.

 

No sería conveniente claudicar en la defensa de la optimización que debe darse a la satisfacción del usuario que es en primera y última instancia a quien se debe servir, lo que no necesita ser contrario al buen funcionamiento y mejor ubicación de las estaciones y paraderos a lo largo de todo el trazo de la línea. Cada una de las estaciones y paraderos debe ser equipada con los elementos que en conjunto, mejor permitan la seguridad de los usuarios y las instalaciones; sin menoscabo en calidad, eficiencia y comodidad.

 

La buena elección del sitio en que se ubicará la estación o paradero, repercute en beneficios adicionales a la vialidad y su entorno, lo que adiciona un cúmulo de ventajas tanto a los usuarios como a los habitantes del lugar, conductores de automóviles privados y en general a toda la sociedad; todos los que se deben considerar y valorar en su exacta dimensión.

 

Junto con la ubicación es necesario que el diseño de las estaciones y paraderos, sus accesos y la distribución conjunta respecto a la vialidad existente o futura sean armónicos para que cumplan en mejor forma la función que les corresponde, con lo que se resuelvan los problemas de transporte. Es necesario equipar dichas estaciones y paraderos con el conjunto de accesorios más adecuados al tipo de usuario que demanda el servicio en cada ubicación. Ejemplo: en centros hospitalarios escaleras mecánicas y elevadores, para alcanzar todos los niveles, (Lo que debería ser un imperativo en todas las estaciones, o cuando menos dejar preparaciones para ello en el futuro.). En los centros comerciales y recreativos: accesos amplios que permitan manejar enormes contingentes con seguridad, comodidad y sin atropellos, etc...

 

Los accesos deben colocarse en la mayor cantidad (de acuerdo a la factibilidad  económica) y orientados, en tal forma, que se pueda atender con mayor eficiencia a los usuarios potenciales en el área de influencia de la estación, así como el incremento sustancial en casos de emergencia, para evacuar en condiciones de seguridad y rapidez.

 

Es conveniente establecer los accesos en ambos extremos de las estaciones, cuando ello sea posible, lo que de alguna forma permitirá la distribución de los usuarios en forma natural, tanto al interior como al exterior, lo que disminuirá en parte los agudos conflictos viales que se generan cuando estos se centralizan, en beneficio de toda la masa urbana que de una u otra forma se ve influenciada por estas situaciones.

 

Otro punto obscuro que se observa en la composición y articulación de la red de transporte urbano en la Cd. de México son las opciones para el usuario, lo que no se atiende; es decir, la ilógica ubicación de estaciones y paraderos en lugares diferentes y distantes; aunque las líneas pertenezcan a organismos independientes estén orientadas a una misma misión, cuando lo que el usuario requiere es que al menos alguno de los transportes lo lleve a su destino. Lo anterior, ocasiona que los usuarios se tengan que desplazar con apuro, incrementa el caos vial, pone en riesgo su integridad al moverse de un sitio a otro, ya que algunas de ellas están separadas incluso por el cruce de avenidas y distancias que muchas personas, no alcanzan a cubrir en el breve lapso disponible para ello, por lo que pierden en no pocas ocasiones la oportunidad de tomar un medio de transporte errático e incierto en regularidad y frecuencia.

 

Es necesario que estas observaciones basadas en el servicio al usuario, sean consideradas por la autoridad responsable de la toma de decisión, aunque existan argumentos improcedentes  ante estas razones, ya que la premisa en que se debe fundamentar siempre cualquier empresa es el servicio al cliente; además de lo anterior se requiere en este como en muchos otros casos, que el servicio de transporte sea en forma regular y continua, lo que permite el óptimo aprovechamiento de los paraderos, la disminución del caos vial y la resolución atinada de la problemática del transporte.

 

Guía para Elegir el Trazo de la Línea de Transporte.- (1995)

Por: José Pedro S. Oliva 18 de junio de 2021

 

Con fundamento en toda la información analizada en el inciso anterior, es posible proceder a marcar los sitios de mayor demanda, los orígenes y destinos que con mayor frecuencia generan viajes dentro del entorno urbano. Conviene aclarar que en este punto se requiere de gran sensibilidad con objeto de poder llevar a cabo una juiciosa e imparcial valoración de las magnitudes que se tienen en cada localización.

 

Si se elige con propiedad el origen y el destino principales, en los planos transparentes antes mencionados, es posible superponer y eventualmente comparar alternativas, para determinar los sitios que atenderá y cubrirá la ruta proyectada.

 

Como ya fue señalado, el sistema de transporte muestra una clara analogía con el “SISTEMA CIRCULATORIO” del organismo y por ello es conveniente desde esta etapa contemplar los orígenes y destinos alternativos de cada trazo. Este análisis justificará y en su caso pagará con grandes dividendos todo el esfuerzo invertido en su cristalización, aunado a la satisfacción que da poder servir a la sociedad.

 

Resulta conveniente que desde un principio se tengan previstas las diversificaciones tanto de los orígenes como de los destinos, ya que su omisión inicial en muchas ocasiones restringe con gran severidad, e incluso en casos extremos imposibilita el que de ser necesario se puedan llevar a cabo ampliaciones y crecimientos futuros.

 

En este punto es oportuno señalar que un factor económico en el funcionamiento y operación de la red, es que la longitud de cada línea sea extensa a conveniencia de la empresa del transporte, ya que en esta forma se optimizan los tiempos muertos y de maniobras de las unidades y del personal.

 


No menos importante es mencionar que el trazo de una línea por ningún motivo se debe generar en función de caprichosas determinaciones al margen de la información, análisis, estudio y evaluación de los parámetros que rigen la demanda de transporte. Ya se ha visto, que trazar la línea primero y esperar que después los usuarios la utilicen para resolver sus necesidades, conduce a privar al organismo del transporte de la recuperación económica prevista; lo que penaliza además a la sociedad con servicios que no requiere por una parte y por la otra se le grava con el pago de las deudas comprometidas para el proyecto en cuestión y sus nada despreciables intereses, sin que se encuentre una razón que lo justifique.

 

En esencia, la labor a desarrollar en la planeación del sistema de transporte público urbano de personas, radica en detectar las necesidades y carencias del usuario para poder poner a su alcance la mejor alternativa factible que mejore por un lado sus precarias condiciones en materia de transporte y por la otra ofrecer un servicio digno de apreciación y valor que impacte en forma positiva su estado de ánimo, que se demuestra a través de la aceptación y preferencia respecto a los demás medios de transporte alternativos.

 

Es claro y puede demostrarse que ninguna persona consciente, va a sacrificar su bienestar en aras de justificar la existencia de empresas que no satisfacen con eficiencia sus requerimientos y necesidades, sean de la índole que se considere. En el trazo de la línea, se deberá procurar ofrecer al usuario del transporte público, al menos alguna ventaja respecto del transporte privado, ya que no es posible, que como ocurre en el caso del tren ligero de la Ciudad de México, los usuarios del mismo sean sometidos por un lado a las limitaciones que en sí ofrecen los transportes públicos, y por la otra, una desconsideración al no atenuar para el tren ligero, en este caso, los efectos derivados del caos vial generado por el autotransporte privado que circula en paralelo o transversal a él.

 

En concreto, es conveniente que las autoridades responsables de la vialidad, se orienten a facilitar en primera instancia los movimientos del transporte público, liberen las pistas y carriles correspondientes, e instrumenten medidas tendientes a facilitar su movilización continua, con mayor eficacia en las horas conflictivas o pico, para incrementar el atractivo de este tipo de transporte. En este punto reviste importancia la conveniencia de aislar o separar las líneas de los trastornos derivados de externalidades al sistema en sí.

Elementos para Estimar la Capacidad de la Línea del Transporte Público (1995)

Por: José Pedro S. Oliva                     11 de junio de 2021

 

Lo relevante del inciso anterior radica en que gracias a la precisión con que se puedan obtener los datos derivados del análisis de la demanda, será posible dotar al sistema o vía, de la capacidad suficiente para atender y satisfacer las necesidades del área urbana que se pretende cubrir con el transporte público.

 

Una vez realizada con cuidado ésta cuantificación, es necesario no olvidar, que en general todas las vías de comunicación se tornan en “polos de desarrollo” y a la vera se dan crecimientos mayores que en el promedio general de la zona. Esto reviste importancia para definir la capacidad de la línea con que se dote al sistema, ya que deberá ser lo suficientemente flexible y capaz para expanderse en un rango razonable, de acuerdo a las exigencias que los usuarios demanden para satisfacer sus necesidades inmediatas y futuras.

 

Por ningún motivo es conveniente diseñar las líneas en el límite de la demanda esperada, ya que cualquier variación o contingencia restringe la posibilidad de cumplir con el objetivo que se persigue atender durante todo el proceso de planeación del transporte público de personas, que consiste en satisfacer de manera razonable los rubros de movilidad y transporte  del usuario.

 

En los casos del metro o tren ligero, tenemos como variables para desplazar dentro de un intervalo tanto la frecuencia de las unidades que circulan, (siempre en apego a los espaciamientos mínimos recomendables por seguridad entre convoyes, cuando así sea el caso), como la longitud del convoy; esto implica ampliar o reducir capacidad mediante la adición o el retiro de carros, de tal forma que se pueda tener siempre un equilibrio conveniente entre el material rodante y la demanda a satisfacer. Para que se cuide por un lado la atención al usuario y por el otro la reducción del desgaste innecesario de vehículos e infraestructura; el cual tiene asociado un impacto económico significativo en los costos de operación y mantenimiento.

 


La importancia de este punto radica en la dificultad que siempre ha representado para el ser humano, determinar el justo medio en cualquier controversia. Y es aquí en donde encontramos tal disyuntiva. Por ello es conveniente tener tanta información confiable como sea posible, ya que en esa medida se disminuirán los riesgos de equívocos de graves consecuencias económicas para la salud de las finanzas públicas, que en general son las que se ocupan de atender este tipo de actividad, y así poder brindar cada vez un mejor servicio al usuario.

 

Criterios para el Análisis de la Demanda de Transporte (1995)

Por: José Pedro S. Oliva 5 de junio de 2021

 

Aun y cuando en apariencia, alguien pudiera imaginar que en los asentamientos humanos de cierta magnitud, por cualquier sitio en el que uno se asoma existe una demanda importante de usuarios, la cruda realidad, ha hecho evidente que el desprecio y la arrogancia con que en algunos casos se considera este importante factor, ocasiona la efímera aparición y cancelación de rutas. Por otra parte dada la magnitud de la inversión efectuada en las obras de ingeniería, que se encuentran subutilizadas, desperdiciadas o incluso abandonadas; da como consecuencia que se observen imponentes monumentos a la ineptitud que se tratan de ocultar sin éxito, lo que sirve como justificación para que se realicen con seriedad; lo que se asienta como mínimos a considerar durante el proceso de planeación de un Sistema de Transporte Público de Personas.

 

En aquellos casos en los que por distintas causas, los objetivos no se alcanzan, es molesto por el impacto económico de tal erogación, aunado a una pobre o nula recuperación de la inversión inicial en términos cualitativos, ya que en los más de los casos estas inversiones en términos financieros siempre son deficitarias, y su única justificación se da en función de la población servida.

 


La recomendación que podríamos señalar como punto de partida es la de contar con un plano del área urbana que se pretende estudiar, en donde se contenga: a)información de las reservas territoriales, b)zonas de influencia y c)en general toda la información relevante que pudiera impactar a futuro la conceptualización del diseño; de esta base se extraen los datos en cuanto a: i)vialidad, ii)localización de centros industriales, iii)empresariales, iv)comerciales, v)educativos, vi)hospitalarios, vii)de esparcimiento, viii)recreativos, ix)sociales, x)políticos, xi)jurídicos, etc.. Asimismo es imprescindible tener definidas en forma general las funciones urbanas (uso del suelo) de las distintas áreas, que en su conjunto conforman la totalidad del espacio que se proyecta estudiar, para establecer origen y destino tentativo de la ruta.

 

Por otra parte, obtener toda la información que exista sobre: rutas de transporte en servicio, origen, destino, derrotero, frecuencia, cantidad, capacidad, horarios, etc.. Esta información preferentemente se deberá verter sobre un papel transparente, y a la misma escala del plano original, de tal forma que permita la superposición en él. Conviene jerarquizar la importancia de cada dato, con el objeto de poder auxiliarnos con propiedad en ellos.

 

A continuación es posible estimar el tamaño de la demanda en los distintos puntos del asentamiento humano, para diseñar una estrategia que permita corroborar la información obtenida en el gabinete y en su caso detectar los errores u omisiones importantes que hubieran podido generarse durante su desarrollo, para corregirlos de inmediato.

 

La importancia de efectuar un estudio a detalle que permita estimar el tamaño de la demanda, radica en que de allí, se derivarán en gran medida las acciones a emprender para poder satisfacer en forma: adecuada, oportuna y regular la demanda de usuarios; de acuerdo a las necesidades de transporte que los habitantes en un asentamiento humano requieren para realizar su vida diaria. El tamaño de la demanda nos proporcionará la información relevante y de importancia para poder seleccionar el tipo y la forma de transporte más adecuado para satisfacer las necesidades de la población tanto en magnitud como en frecuencia y regularidad.

 

Se hace hincapié en la regularidad, ya que este es un factor que reviste la mayor importancia al momento en que el usuario toma la decisión de elegir el medio de transporte a utilizar. Es bien conocido que cuando se organiza una persona, éste es uno de los principales factores a considerar o en su caso desistir de la utilización de tal servicio y sustituirlo por alguno alternativo.

 


Es importante en este punto recalcar que aun en casos en que la frecuencia es más espaciada, si se le brinda la seguridad de una regularidad con puntualidad, los usuarios seleccionan esta alternativa y organizan sus actividades en función de la oferta de transporte disponible en los horarios que la empresa haya estimado convenientes y rentables.

Justificación Técnica del Transporte Público (1995)

Por: José Pedro S. Oliva, 31 de mayo de 2021

 

Todo proyecto de inversión, como son los de transporte, debe ofrecer al tomador de decisiones, los análisis técnicos correspondientes que justifiquen la dirección en que deberá orientar su elección.

 

La evaluación económico-financiera de los proyectos de inversión en materia de transporte público, deberán realizarse con toda la información actual, veraz y relevante; además conviene tener en cuenta que sus resultados en términos monetarios, muchas veces no satisfacen las expectativas del inversionista privado máxime cuando se requiere de las cuantiosas obras de infraestructura vial para soportarlo. Sin embargo, la administración pública, es quien debe afrontar estas circunstancias, a través de los beneficios colaterales derivados del mismo, en rubros tales como:

 

            - Desarrollo Urbano

            - Aprovechamiento de Infraestructura

            - Apoyo a otros sectores de la economía

            - Disminución en el nivel de contaminación

            - Ahorro en horas hombre y energéticos, etc.

 

Dada esta particular circunstancia que gravita sobre los Sistemas de Transporte, se hace muy importante el tener cuidado de aplicar la técnica ya avalada en otras latitudes y plasmada a grosso modo en el cuerpo del presente trabajo, para garantizar que se obtendrán los beneficios estimados alrededor del establecimiento del Sistema de Transporte Público de Personas que se implante; tanto en orientación, ubicación, área de cobertura y servicio; el diseño que en mejor forma satisfaga las necesidades de la población que se desea atender.

 

En muchas ocasiones, la toma de decisiones en nuestro país, para elegir un proyecto obedece más a intereses creados a priori, que a satisfacer los requerimientos de transporte de los habitantes del área urbana. En este sentido cabe señalar que los proyectos elegidos son justificados al arbitrio, mediante artificiosos mecanismos que en apariencia los maquillan, pero que al ser analizados con rigor y a detalle permiten detectar el cúmulo de incongruencias concatenadas necesarias para dar validez a la toma de decisión.

 

Lo anterior, desvirtúa y prostituye el trabajo de planeación, en detrimento de la sociedad, desacredita sin remedio la noble actividad de los profesionales en este campo, quienes pagan así culpas ajenas, al no ser capaces de defender la esencia de su formación académica, con la gallardía que el caso exige.

 


Ante tan desolador panorama, reviste mayor importancia el poder mostrar mediante sencillas observaciones, comprensibles para cualquier auditorio, los aspectos más relevantes en la materia, además de ofrecer consideraciones que favorezcan la gestión de las autoridades, en eficiencia y diligencia, para afrontar con éxito los retos de tan importante responsabilidad; con la sana intención de promover en ellas la toma de conciencia sobre el impacto que sus decisiones tienen en la armonía y la sana convivencia urbana.

 

Para poder llevar a cabo todas las tareas involucradas dentro del trabajo de los Sistemas de Transporte Público de Personas, se hace necesario proceder a la realización de todas y cada una de las siguientes etapas, cuya importancia radica en su participación y el cuidado, además del conocimiento, con que las mismas se lleven a cabo. Esto permitirá que los objetivos de la planeación se alcancen en este campo específico, lo que satisfará de mejor manera las necesidades que en este importante renglón, tengan los habitantes de todo el asentamiento urbano en donde prestará servicio el proyecto en cuestión.

 

 

Objetivo del Transporte Público (1995)

 
Por: José Pedro S. Oliva 22 de mayo de 2021

 

 La presente edición tiene por objeto proporcionar al lector los criterios mínimos indispensables para poder llevar a cabo labores en el entorno del transporte público urbano,  a través del desglose de todos y cada uno de los elementos que conforman un proyecto de esta índole. Estos elementos son: justificación técnica, análisis de la demanda, capacidad de la línea, elección del trazo de la línea, ubicación de las estaciones, diseño de estaciones, configuración de la línea y material rodante. Todo ello al margen de cualquier tipo de preferencia que pudiera corromper la imparcialidad necesaria en la toma de decisiones, lo que desvirtuaría el objetivo de este trabajo.

 

Conviene recalcar asimismo, que con esto no se pretende salvar años de estudio en la materia, en donde se analizan a detalle todas y cada una de las implicaciones que aquí, en algunos casos, se dan por conocidas en obvio de tiempo.

 

Algo importante es por otra parte señalar la analogía existente entre los “SISTEMAS CIRCULATORIOS” del organismo humano y el sistema vial del entorno urbano que necesita ser conformado en función de la demanda específica del transporte, para cada zona del área bajo estudio. Es por ello exacerbante, que en no pocas ocasiones el sistema de transporte se opere en forma aleatoria y haga caso omiso de tal similitud, que por ningún motivo debe ignorarse.

 

Por último cabe destacar que el grueso del presente se orienta a los aspectos relacionados con la infraestructura vial necesaria para soportar y facilitar el funcionamiento del sistema de transporte con todas las vialidades aledañas y concomitantes en el mismo.  Sin embargo, no menos importante sería el extrapolar aquellos conceptos que cubran algunos aspectos indispensables como es el caso del material rodante. Los aspectos que aquí se tratan no alcanzan a cubrir la totalidad de elementos que convergen para la integración de un adecuado sistema de transporte público de personas, pero si los principales.

 

En el diseño de cualquiera de las partes que componen el sistema y en especial en aquellas áreas donde el ser humano tomará decisiones respecto al uso y camino a seguir, se requiere poner un énfasis mayor, ya que no es posible a excepción de obligatorias medidas de costosa implementación y dudosos resultados, lograr que el ser humano se conduzca en forma contraria a la que su intuición y sentido común le señalan como adecuada.

 

Introducción a la Planeación del Transporte

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 14 de mayo de 2021

 

 

El hecho cotidiano de que toda persona que convive en un asentamiento urbano de cualquier magnitud, pierde de vista el enorme esfuerzo que es necesario realizar para llevar a cabo las tareas de suministrar a los habitantes, un transporte público regular, oportuno, puntual, seguro, cómodo y económico, que satisfaga sus necesidades cotidianas; hace necesario plasmar algunas de las características con que es conveniente dotar desde su implementación al Sistema de Transporte Público de Personas.

 

En México se ha omitido, como en muchas otras áreas, la importancia de formar cuadros de personas orientadas al estudio racional de la problemática del transporte y sus alternativas posibles de solución. En virtud de ello, es posible observar en no pocas ocasiones situaciones incongruentes tales como poca coordinación entre medios de transporte, diseño de estaciones contrarios a las necesidades del usuario, localizaciones en sitios que dificultan la solución a las necesidades de movilidad de la población, etc...; lo anterior se menciona con objeto de detectar, señalar y en su caso corregir, para evitar su proliferación.

 

Inmersos como nos encontramos en las grandes urbes, por las apremiantes necesidades de tiempo para complementar y realizar las distintas así como diversas actividades que con regularidad se efectúan, debido al tipo de tareas y funciones que tenemos comprometidas con la sociedad; poca atención prestamos al sin número de factores que son necesarios coordinar para brindar al público usuario un medio de transporte adecuado, que en nuestro país, debido a su anárquico comportamiento, implicaría un ejercicio mental extenuante para imaginar las condiciones apropiadas de un sistema de transporte eficiente; la alternativa viable debido a ello sería, recurrir a visitas técnicas en otras latitudes donde ya se tenga la implementación de soluciones efectivas en la materia.

 

Resulta indudable que la problemática del transporte, no se encuentra aislada y ajena a las condiciones que imperan en el país con relación a la administración pública, en donde con mayor o menor medida se toman decisiones importantes al margen de estudios serios, honestos y muy importantes realizados por personas o entidades de reconocida experiencia práctica en el campo, aunado lo anterior a su integridad ética y moral, lo que permitiría garantizar su calidad.

 


El presente trabajo no pretende alcanzar la valoración numérica de los diferentes componentes que intervienen en la conformación de todo el conjunto detallado de la solución a la problemática del transporte. En primera instancia porque ya existen manuales internacionales al respecto, que con una buena o incluso mediana interpretación, pero en estricto apego a sus recomendaciones, y además auxiliados en mayor medida con los lineamientos y bases que a lo largo del presente se desean: subrayar, ensalzar y plasmar, se pretende ofrecer los elementos indispensables que sirvan de guía para el desarrollo de proyectos adecuados para el transporte público de personas.

 

Debo manifestar que aun y cuando técnicamente se requiere de un cúmulo de conocimientos y herramientas para su realización, asimismo es todo un “ARTE” el poder encontrar el mejor diseño en todas y cada una de sus múltiples y variadas circunstancias e instalaciones; esto demanda de enormes esfuerzos y gran dedicación para lograr que cumpla su función en forma eficiente.

 

Sin embargo, es decepcionante que tan pródiga labor sea dilapidada por entidades o personas, a través de la muestra ostensible de su poder de decisión, al margen de la información y el análisis de fundamentaciones y estudios que evidencian los inconvenientes de llevarla en la dirección elegida, obstinándose y sin permitir la oportunidad  de ser sometidos a juicios de valor para poder bajo un esquema imparcial dilucidar la orientación que deba darse a la toma de decisiones en beneficio de la sociedad.

 

 

El Sistema de Transporte Público de Personas no es un fenómeno aislado de todas las interrelaciones y vinculaciones que se presentan durante la realización de la actividad económica, social y cultural de los seres humanos en cualquier asentamiento urbano. La buena interpretación y el mejor manejo que se haga de todos estos eventos, impactará en forma contundente sobre los resultados que se deriven de la implementación y operación futura del sistema de transporte. El escenario que nos ofrece la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, hace evidente que las circunstancias han rebasado a los proyectos y es imperativo emprender acciones que permitan resolver sus problemas; aquí trataremos de brindar opciones para trabajar el aspecto del transporte, lo que permitirá evitar el que las circunstancias lo minimicen y reduzcan, como a la fecha ocurre.

 

 

 

La línea 12 del metro de la CDMX

Por: José Pedro Santiesteban Oliva        9 de mayo de 2021

Lamentable que haya ocurrido un accidente tan grave en el metro de la CDMX, cuando desde hace años es evidente que se carece de personal debidamente capacitado tanto para construir la infraestructura como para operar el conjunto de trenes que deben de circular por la red, con la seriedad y responsabilidad que un sistema de transporte exige máxime cuando allí se mueven cada día alrededor de 4 millones de personas, mientras que la cultura del ciudadano común en México se encuentra en una órbita en donde la irresponsabilidad e indiferencia para el trabajo y cualquier actividad es la norma ya que al final si algo no sale bien e incluso si sale mal, siempre habrá forma de echar mano de cualquier excusa para justificar con mentalidad infantil eludir cualquier circunstancia adversa.

Que la estructura haya fallado pone en entredicho la siempre acreditada ingeniería mexicana que ahora exhibe que no responde a la calidad que siempre se le había concedido. Si no somos el hazmerreir del mundo es debido al dramatismo de las pérdidas humanas;  y ahora todo el dinero que se escatimó en el proyecto y construcción o que se desvió por corrupción  en todas sus vertientes que puede pasar desde el personal seleccionado con parámetros que consideran habilidades que no necesariamente se fundamentan en conocimientos y preparación técnica, sino en los vicios conocidos pasados, presentes y de continuar la inercia, futuros.

Cualquiera ingresa al sistema de transporte, es un decir, y desde los accesos empiezan las deficiencias pues hay que deambular de un lado a otro sin sentido lógico y ni que decir en donde dice no pase, cuando es la vía corta y natural para desplazarse; mientras que exigen se recorra de manera innecesaria una trayectoria que un conocimiento básico de diseño y sentido común, hubiera sugerido corregir en los planos antes de construir. Escaleras cuyo desplante del techo empieza un par de escalones después y en donde más de uno se ha descalabrado por las huellas que se observan en el techo; ni que decir de pasillos de por sí insuficientes que son estrangulados por columnas u otros obstáculos; el pasar de una línea otra se hace de tal forma que no haya duda que en alguna etapa intervino al menos un limitado mental, ya que todo esto se puede evitar cotejando lo que se diseña con lo que recomiendan en el manual internacional avalado por los mejores especialistas en cada tópico y que contiene las mejores prácticas que han demostrado su efectividad en el mundo; el cual se actualiza conforme se identifican elementos para mejorarlo y corregirlo, mientras que en México, se crean institutos para elaborar normas mexicanas en cualquier tema con el soporte técnico de la bendición de dios y los superiores de cada administración.

Ahora no me queda sino compartir un par de anécdotas que alguna vez escuché o me comentaron la primera que quienes construyen el metro no saben hacerlo, por parte de quienes lo operan; mientras que los que lo construyeron argumentan que lo que ocurre es que quienes lo operan no saben hacerlo de manera adecuada; lo grave no sólo es que ambos tengan razón, sino que no se hayan abocado a subsanar tales carencias, probablemente porque ninguna de las partes está consciente de que no sabe; tal y como nos ocurre cuando presentamos un examen y es allí cuando el evaluado alcanza a conocer los límites de su conocimiento y sólo en los temas que cubren las preguntas, que si fueran más amplias no tendríamos en donde atender a tantas personas con falta de autoestima. La otra de un conocido que iba a ser intervenido quirúrgicamente y que me comentó, sólo le pido a Dios que el médico no haya estudiado como yo, porque si no es así, ya me cargó el payaso.

En próximas entregas, aportaré el texto sobre planeación del transporte público de personas con base en la situación que imperaba hace cerca de treinta años en la CDMX, que salvo correcciones menores y que no solventaron a plenitud la problemática que allí documento, han hecho; por lo que sigue tan vigente como entonces y valdría que a falta de conocimientos al menos le echaran un vistazo para no seguir exponiendo a los usuarios a la tortura cotidiana ahora ampliada.

 

 

El día de la Tierra

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 30 de abril de 2021

Como desde hace 50 años se celebra el día de la Tierra de una manera harto disímbola ya que mientras se destruye todo lo que existe en la naturaleza sin el menor reparo y recato, se propone cuidar el medio ambiente mientras que las políticas económicas apuntan en la dirección que mejor conviene a intereses mezquinos que cada vez nos llevan a situaciones críticas para la sobrevivencia del planeta y las especies que aquí habitamos aunque algunas sean molestas, dañinas y/o peligrosas, cuando se hace un balance global, se encuentra que son necesarias para mantener un equilibrio sano ya que cada uno en función de las características con que fue dotado aporta de una manera espontánea y natural las tareas que de otra forma no se llevan a cabo en los términos, forma y puntualidad que se requiere cíclicamente. Es por ello urgente que se cree la conciencia de cuidar lo que existe, pues una vez que se pierde una especie la afectación al sistema es de tal magnitud y gravedad que las consecuencias las sufrimos y con nuestro gran intelecto, cortamos por lo sano y buscamos la forma de subsanar el daño, siempre con resultados cada vez peores.

Como bien se dice no esperemos resultados diferentes cuando se hace lo mismo; y nadie parece entenderlo; en las circunstancias que hemos vivido es imprescindible empezar a atender algo tan sensato, y bien se haría si en lugar de destruir lo que con gran esfuerzo y a costos elevados bien o mal se ha hecho y buscar la forma de sacarle provecho a lo allí invertido, aun y cuando este plagado de todos los vicios conocidos y con los que se justifica descalificarlos en lugar de usar técnicas para aprovechar y juristas que establezcan penalizaciones a los traidores que solaparon las irregularidades financieras y/o técnicas que tienen postrado al mundo en lo ecológico y al país además en lo económico con afectaciones a la salud, bienestar y futuro.

La educación deficiente solapada desde diferentes trincheras es un lastre que necesita removerse si es que se desea avanzar y erradicar el conjunto de supuestos que ocasionan el atraso y la ignorancia de que alardean al amparo de títulos académicos de todos los niveles e instituciones educativas, que sólo garantizan el registro, estancia y tránsito por ella, en donde las enseñanzas no responden a un criterio que de certeza y tranquilidad a quien contrate al que lo porta ya que con un faltante importante en materias relacionadas con el cuidado del medio ambiente y que por la misma ignorancia, suponen costoso y contrario a los objetivos e intereses económico financieros del empresario formado en circunstancias similares debido a que asó estamos.

Urge revisar en donde estamos, hacia donde nos conducen las políticas establecidas y hacia donde deseamos llegar, de otra forma seguiremos dando tumbos mientras el planeta lo permita antes de que lo destruyan o inhabiliten para la vida nuestras torpes decisiones cada vez más frecuentes  con ayuda de desarrollos tecnológicos que agilizan estos procesos.

 

 

Cómo la tecnología ayuda al uso racional del espacio público

y evite los abusos que padecemos

 

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 17 de abril de 2021

Urge buscar la manera de evitar que debido al escaso nivel cultural y educativo en el país; conceptos elementales de respeto, orden y civismo queden al margen de la mayoría de mexicanos; a ello se suma que quienes tienen encargos públicos por modestos que sean pero en áreas clave para obtener dádivas, consideren que ellas forman parte de su ingreso y dejan pasar situaciones que entorpecen la circulación, causan congestionamientos y dificultan la vida de quienes nos vemos en la necesidad de transitar, ocasionan daño al medio ambiente, contribuyen al calentamiento global y que los índices de competitividad sigan en caída con el deterioro en el comercio y la economía.

En estas circunstancias, aparecen avances tecnológicos que bien empleados podrían subsanar las debilidades humanas tan propensas, por la falta de valores, a distorsionar los acontecimientos a favor del mejor postor y además se evitaría la enorme pérdida de tiempo cuyo costo muchas veces lleva a tolerar que el infractor salga impune de su irresponsabilidad; asimismo que cualquiera pueda ser nombrado para un encargo sin que exista un elemento de justicia que impida que su impericia genere ocurrencias y situaciones contrarias a la lógica y el sentido común que es de por si escaso y no se han encontrado instrumentos que ayuden a reconocerlo.

Explicaciones van y vienen respecto a porqué los temas de movilidad y transporte fracasan una y otra vez en México y el común denominador de ello nos dicen es que somos muchos. Ahora que la pandemia a disminuido los flujos y las deficiencias siguen su curso, nadie sea ocupado de cuestionarlos cuando las fallas siguen presentes cuando debería haber desaparecido de la manera natural en la que dicen aparecen por las multitudes y la única explicación que encuentro es que el problema no radica en donde ellos dicen sino en algo tan simple como la ignorancia en el tema que no es un asunto menor y que el día que se reconozca, se podrán emprender acciones en favor de establecer mejores controles antes de emitir certificados de acreditación en la materia, con los que se podría seleccionar personas competentes al menos para estos puestos.

Habida cuenta de que se elaboran modelos excelentes para casi cualquier cosa en el país, pero luego aparece la terca realidad y se deshacen en explicaciones respecto al fracaso; podríamos sacar provecho ahora sí para en esos términos diseñar el modelo tecnológico tan perfecto como sea posible, aunque esos elementos viales y urbanos no se encuentren ni en el país ni en la ciudad, pero que podría ser la herramienta que hace falta para que los que no saben o dicen que saben si no aprenden, al menos se amolden a lo que el modelo establece y de esa manera empezar a corregir el entorno caótico que tenemos, siempre y cuando emprendan las acciones que ajusten los diseños viales y urbanos al modelo ideal vertido en el modelo y que así se pueda emplear para corregir tanto desaseo como el que se vive.

Conforme se use el modelo como calzador para corregir lo que sale del orden establecido como deseable e ideal, se procederá a adecuar la realidad a como debe ser y de esa manera tan sencilla más temprano que tarde se lograra erradicar tantas fallidas ocurrencias que ocasionan embrollos, congestionamientos y hasta accidentes de los que los autores del proyecto vial quedan sin mella. Otra ventaja es que como toda la información se guarda, revisa y sanciona fuera del escenario urbano, disminuye la carga vial y permite que las infracciones primero se puedan evitar con informar al potencial infractor de ello, cuando esto sea posible y oportuno; ya que es el objetivo del trabajo y no la extorsión o sanción; con objeto de mejorar la calidad de vida y el impulso económico asociado. Asimismo, permite que quien así lo necesite pueda incurrir en faltas con pleno conocimiento pero acotada mediante el sistema de puntos conocido y que tan mal se pretende aplicar en México, como fruto de la improvisación de funcionarios en la materia o por debilidad de carácter que sucumbe ante las exigencias del político que sea su superior.

 

 

La tecnología indispensable para tener movilidad,

tránsito y seguridad vial razonable en México

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 9 de abril de 2021

A la luz de la situación desordenada que prevalece en el entorno urbano vial en México, es necesario auxiliar con tecnología para garantizar primero la imparcialidad para identificar faltas e infractores, documentar los hechos y evitar la manipulación de la información en procesos de corrupción tan frecuentes y extendidos como forma de solución de problemas.

El problema principal es que como en cualquier parte, quien no respeta las reglas establecidas como apropiadas para la mejor convivencia y protección de la integridad de quienes conforman la sociedad, pone en circunstancias difíciles a los demás y cuando ocasiona el daño no tiene la capacidad para restablecer al perjudicado en la dimensión de la pérdida sufrida. Asimismo, el tiempo que interrumpe sus actividades productivas o no, nadie lo puede recuperar y lo desgastante, tortuoso e injusto del proceso en el sistema jurídico perjudica siempre en mayor medida al afectado por un tercero irresponsable. Peor aún es cuando las reglas que se aplican carecen de lógica, sentido común y son fruto muchas veces de la ocurrencia trasnochada del encargado que poco sabe del tema y menos de las consecuencias trágicas de ello.

Habida cuenta de lo anterior, no existe la menor duda de la conveniencia de tratar de asemejar nuestros sistemas de vida a lo que tanto se pregona y tan poco se percibe, la inteligencia humana. A la luz de las enormes pérdidas que sufre el país como consecuencia de los accidentes viales aproximadamente el doble del promedio internacional; es urgente primero sensibilizar respecto a la urgente necesidad de contar con profesionales que conozcan de temas relacionados al transporte, ya que por lo que se observa, o no se tienen o no se les permite aplicar los conocimientos con lamentables resultados.

La seriedad del tema es imprescindible ya que de usar la tecnología tan mal como lo que se hace para los trazos viales y las políticas de movilidad urbana, se dilapidará el capital que se destine a un proyecto de suyo costoso, pero que bien construido, con eficiente aplicación y rígidas medidas para informar, enseñar y corregir, antes de sancionar, la recuperación será en muy breve tiempo con beneficios primero al erradicar vicios y si no quitar del padrón de conductores a quienes no debieron haber estado en él y con ello liberar vialidades con menos usuarios conductores de vehículos y el uso eficiente de ellas; la salvaguarda de peatones y bienes al no dejar en manos irresponsables la conducción de vehículos que así se transforman en arma peligrosa y mortal; y aunque se califiquen de asesinatos culposos y se disminuya la pena, por el bienestar público es preferible no dar pie a que se convierta en asesino y menos aún el permitir que pueda volver a serlo, aunque su única culpa es no saber conducir, lo que debería de ser motivo suficiente para que quien le expidió el permiso, purgue una condena que lo haga sensible a la responsabilidad burocrática que se le ha conferido y ha incumplido.

Es importante tomar en cuenta que será imprescindible primero diseñar el modelo tecnológico con base en buenas prácticas viales y erradicar del entorno nacional, todo lo que no se apega a lo correcto, probado y que funciona bien. De otra manera el fracaso está asegurado y el remedio peor que la enfermedad. Por supuesto que para ello la tarea es titánica y designar a un responsable con conocimientos sobre el tema y la autoridad para que sin cortapisas pueda llevar a buen puerto un trabajo que de otra forma sería basura como la actual; ya que un solo descuido,  modificación o ambigüedad hace que no funcione e incluso provoque accidentes.

Una vez establecido lo anterior, echar a andar el sistema a prueba por un tiempo razonable para difundir el reglamento de tránsito internacional adoptado, con base en el que se construirá todo; revisado con cuidado para erradicar inconsistencias e incluso depurado en aras de buscar la perfección. Ofrecer información a los conductores respecto a sus faltas o errores  para que reaccionen, aprendan y corrijan lo que no saben hacer bien, deberá ser una cortesía que desafortunadamente no se practica en el país y con ello el beneficio de enseñar, orientar y dirigir hacia lo correcto, máxime cuando lo que se desea es que el beneficio de este sistema de manejo vial sea para todos y no como instrumento del Estado para espoliar al ciudadano, salvo que su irresponsabilidad así como la falta de empeño y esmero por respetar un reglamento profesional preciso, claro, sencillo, racional y con sentido común; así lo amerite. Incluso se podría lanzar el reto a que se le encuentren desaciertos a corregir y ofrecer premios para garantizar el mecanismo de prueba y error, tan útil para mejorar cualquier situación hasta que se haga bien; sin duda el premio por generoso que sea, es nada si con ello se puede beneficiar todavía más a una sociedad tan lastimada por tantas y torpes regulaciones. Asimismo, que tanto los encargados como los especialistas reciban una enseñanza que tal vez no aparece en libros, pero la terca realidad pone de relieve y quien la ha padecido y sufrido, la descubra en beneficio de todos.

La preocupación del encargado del despacho público en movilidad y transporte es cómo se va a recuperar la fuerte inversión necesaria para un proyecto tan ambicioso; si el objetivo es que los conductores sean responsables y esmerados por comportarse de una manera respetuosa y correcta. La respuesta es trivial, poco se entienden y menos saben cuantificar quienes por desgracia tienen formación académica insuficiente; a saber con menos accidentes, la pérdida disminuye hacia los niveles internacionales, lo que no es despreciable; con ello las pérdidas humanas también y permite aprovechar su potencial para generar riqueza y tanto ellos como los que resultan discapacitados. Un lesionado en función de la gravedad genera costos en el sector salud que ya no se requerirán al no ocurrir. Identificar conductores irresponsables y/o incompetentes permite retirarlos como amenaza, lo que no pasa y vemos vehículos blindados, del servicio público, de transporte de materiales peligrosos, utilitarios y en fin a cualquiera conducir al amparo de la impunidad que ofrecen los endebles mecanismos de control y sanción fáciles de manipular donde quedan huecos a favor de la irresponsabilidad en sentido lato.

 

El día mundial del agua y algunas recomendaciones para cuidarla

Por: José Pedro Santiesteban Oliva, 2 de abril de 2021

Como cada año se desperdicia una cantidad descomunal de agua, se contaminan acuíferos y se arroja objetos diversos en los caudales de agua, lagos y mares como si fuera el contenedor natural para toda la inmundicia que se genera en el mundo.

Sin embargo, en el día mundial del agua, surge la preocupación y se trata de llamar la atención de la ciudadanía para que reaccione y cuide el agua; pero no se proponen formas posibles, factibles y puntuales para ello; lo cual no facilita la tarea de quienes preparados en otras disciplinas, son incapaces de conocer de temas más allá, si acaso, que los de su profesión y los más carentes de estudios o con la dudosa calidad de los que ofrecen en el país, difícil será que puedan apoyar al respecto si no se definen tareas específicas, claras y sencillas para que cualquiera y todos puedan contribuir en beneficio propio, de la comunidad y del planeta.

Con base en lo anterior sería conveniente definir primero para que es imperativo usar agua potable, a saber para beber, preparar alimentos, lavado de ropa e higiene personal. El agua residual del lavado de ropa, cuerpo y manos se podría usar para descargar el WC, trapear y lavar pisos; mientras que los excedentes tratarlos para que en calidad de gris poder regar áreas verdes y otros usos donde esa condición sea suficiente sin perjuicio o riesgo de peligro sanitario. Al respecto creo que nunca he escuchado recomendaciones y entre el poco interés de quienes deberían de tener el compromiso ineludible de proporcionar agua potable y drenar los excedentes,  es entendible su clara falta de oficio para desempeñarla, por decir lo menos, ya que padecemos los peores escenarios; escasez de agua e inundaciones.

Entre la ciudadanía encontramos sin duda quienes cuidan este preciado bien, más por la escasa cantidad que reciben que los sensibiliza y saben que de no hacerlo pagan muy caro el descuido al carecer de él; que por una cultura que no se trasmite de manera adecuada por los encargados de suministrar y administrar el agua, esperan resultados mágicos, mientras reciben con puntualidad el salario que no justifican ni merecen; mientras dilapidan los recursos en proyectos fallidos y molestos mientras abusan con el cobro del agua que no entregan, como se refleja en las interminables filas en las agencias del agua, donde no facilitan ni agilizan y menos resuelven los problemas que generan torpes estrategias que lo que más generan es la pérdida de horas hombre productivas en manos de personal preparado para con prepotencia humillar y fastidiar al osado que trata de corregir los errores cotidianos en el recibo del agua.

La recomendación sería cuidar el agua; usar toda la que sea necesaria e indispensable, pero ni una gota más. Vigilar que no haya fugas en la instalación y que no se derrame el agua por descuidos en el cerrado de las llaves o empaques que ya no sellan; esto se lograba de manera económica, ágil e inteligente con la política de ofrecer gratuidad del bien si el usuario limitaba su consumo bimestral a 10 metros cúbicos, ya porque no le llegaba o por su cuidado inducido; el equivalente a tener vigilantes permanentes y motivados para cuidarla por el equivalente a un salario mínimo diario durante un bimestre; una verdadera ganga; mientras que por cada metro cúbico al organismo operador del agua le implica un costo aproximado de dos salarios, por supuesto gracias en buena medida a una administración de dudosa eficiencia e incapaz de hacer un análisis económico elemental para evaluar esta política, lo que debió hacerse antes de derogarla. Sin duda la clase política que de ello sólo tiene el término, se apoya en técnicos con dudosa formación en un sistema educativo costoso que no ofrece mínimos de enseñanza, algo que será fundamental para sacar adelante al país, cuando así se disponga.

Es bien sabido que hay varias vías para llegar a un objetivo; en este caso cobrar el agua para ingresar recursos que luego no se usan bien; o reducir el costo para suministrar al aprovechar el caudal para satisfacer a la población por servir; si es que esa fuera su razón de ser, lo que no parece por la forma en que se desempeñan.

Con base en lo anterior me queda claro que ofrecer alternativas para usar el agua de manera racional, en cascada a partir de potable para lo indispensable; cuidar la que se pueda captar y guardar después de cada etapa antes de desechar, para darle un uso racional jerarquizado de acuerdo al grado de pureza que pueda tener después de cada uso.

Como cualquiera puede ver no se trata de algo extraordinario y complejo; sino de una sensibilización para elaborar protocolos racionales que generen ahorros tanto para el proveedor como para los usuarios con base en incentivos adecuados, suficientes, atractivos y bien dirigidos para que todos y cualquiera se sienta comprometido y gustoso de colaborar para beneficio de la sociedad; máxime cuando el agua cada vez más escasa y lejana hace necesario que todos participen; si es que se desea tener éxito y sobrevivir a las difíciles situaciones que se presagian.

 

 

El día de la mujer una afrenta en la que todos participamos

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 22 de marzo de 2021

La situación de violencia en el mundo parece preocupar poco a los dirigentes cada vez menos preparados para manejar las conductas humanas que no respetan principios básicos de cualquiera y todas las religiones como es el respeto al ser humano y la naturaleza en sentido lato, es decir su vida, bienes, familia, flora, fauna, agua, aire y suelo. El hecho de no poder instrumentar acciones mínimas para fomentar la ocupación productiva y activa de los ciudadanos en todas las etapas de la vida y abierta para participar en cuidar el planeta cada quien desde su particular óptica, así como inhibir la propensión a la destrucción de los bienes públicos y privados.

Todo parece indicar que entre más se estudia, las personas adquirimos mayor torpeza en cuestiones de sentido común y lejos de aprender parece que se desaprende como lo demuestran las prácticas comerciales y empresariales dirigidas al acrecentamiento de la riqueza monetaria de unos en detrimento del bienestar de los demás sin percatarse de que todo es circular y por una vía corta o más larga los efectos negativos de lo que se siembra, regresan a su creador de la forma que menos espera, lo que ya sería mucho. En algo tan simple como talar un árbol que nos proporciona el oxígeno vital, se hace en un momento, mientras que para desarrollarse le ha tomado largo tiempo y cuidados. Las destrucciones de bosques y selvas son cuantiosas y crecientes año con año mientras que nadie encuentra la manera de contener el cambio climático que causamos con la irresponsable conducta que unos de una forma y otros de otra contribuimos a querer o no a la destrucción sostenida del planeta, como si tuvieran plan B para sobrevivir. Un incendio se propaga con facilidad y no de toman medidas para evitarlos y erradicarlos.

La pandemia ha venido a acentuar la situación de suyo grave en que la convivencia humana se lleva a cabo y en donde la falta de respeto por el prójimo y el engaño a que estamos sometidos por parte de diferentes actores, hacen que todos tengamos la duda razonable de que lo que se anuncia en realidad sea de la gravedad que se señala. Así hemos visto políticas contradictorias para enfrentar una situación de emergencia en la que todavía no se ponen de acuerdo, aunque las acciones de aislamiento, confinamiento y contención de exhalaciones humanas parece el mínimo respeto que todos nos merecemos y podemos procurar. Es en estas condiciones que se ha visto un incremento tanto en la violencia como en las atrocidades que se cometen, impulsadas por una fragilidad emocional fruto del ambiente mundial en donde la desconfianza y la ausencia de valores se ha vuelto el común denominador, en tiempos en que la gente sólo se ocupa del aquí y ahora; en un ámbito donde sólo importo YO.

Todos los días se cometen crímenes de toda índole, mientras se sigue la búsqueda de adelantos tecnológicos para hacer más cómoda la vida. Es en estas condiciones que cada vez se ven formas sofisticadas de violencia en donde gente de bien, pacíficos y productivos sucumbe en manos de los violentos en general fruto de la misma violencia y/o carentes de oportunidades que cada vez son más escasas, para que el individuo con su esfuerzo pueda escalar a mejores condiciones de bienestar que debería de ser el objetivo único de las estructuras públicas gobernantes, conformada por personal de probada ética y con los candados suficientes y eficaces para evitar que las malas conductas humanas los corrompan o desplacen. En este escenario encontramos que han sido las mujeres las que han llevado la peor parte; sin embargo, también se observa que ni entre ellas encontramos las conductas y valores ansiados y necesarios para la sana convivencia, mientras que es en sus manos en donde al menos los primeros años se encuentran a merced los infantes y todo el conjunto de frustraciones se transmiten de manera directa con resultados poco o nada satisfactorios para la finalidad de una vida mejor para todos.

Preocupa que en pleno siglo XXI no se haya encontrado una manera eficaz para formar sociedad más cooperativa, con valores claros, sencillos, bien definidos y alineados al bienestar en lugar de un campo de batalla en donde por desgracia prevalece lo peor en detrimento de todos ante la mirada que desdeña y soslaya el problema, mientras se beneficia del caos que impera; en donde no se encuentra el justo medio que permita el crecimiento y fortalecimiento del ser humano como cimiento para conformar sociedades cada vez mejores y en donde las directrices emanen de los mejores hombres quienes en principio serían capaces de conciliar criterios con una sabiduría decantada y acrisolada hacia el bienestar del mundo y quienes lo habitamos.

 

 

Conductores responsables en vialidades descuidadas, es posible

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 26 de marzo de 2021

En anuncios lumínicos en vialidades encontramos la petición de que seamos conductores responsables y la pregunta obligada es como serlo cuando se encuentran un sin número de inconsistencias viales que denotan que quienes se ocupan del encargo de dirigir, trazar, proyectar, construir, diseñar, revisar, autorizar, dar el visto bueno y aprobar todos y cada uno de los puntos a considerar para que una vialidad funcione de manera adecuada no se vierten a los carriles viales que tenemos a disposición en la CDMX, por señalar sólo esta metrópoli, que para infortunio del país es a donde vienen a inspirarse y copiar desde todos los rincones del país, bajo el supuesto que es la vanguardia en ese y otros temas urbanos como los servicios públicos y bajo cuyas premisas desean  emular, al considerarlos excelsos, craso error ya que como se puede observar las señales de tránsito son confusas, no tienen pies ni cabeza, no procuran que fluya el tráfico sino más bien lo contrario y ni que decir de las dimensiones que no corresponden al tipo de vehículos para los que se supone han sido consideradas las vialidades para atender las necesidades de la movilidad de personas y mercancías.

A partir de lo anterior, que se puede impulsar para hacer ver a los encargados de las tareas públicas directamente relacionadas con todo este conjunto de tareas cuyo objetivo es dotar de infraestructura suficiente, adecuada, eficiente y eficaz para qué se puedan llevar a cabo las diferentes actividades relacionadas con la movilización de bienes, servicios y personas. Es tarea imposible el intentar que un ciego vea lo que es posible sólo con los ojos, o que un sordo escuche lo que sus oídos no son capaces de registrar; es decir hacer competente a alguien que no lo es, no lo sabe y tampoco le interesa superar sus deficiencias; y como lograr que alguien a quien además de no ofrecerle el escenario adecuado para que su labor sea sencilla para evitar que cometa errores que la propia inercia del diseño vial lleva sin recato hasta provocar el accidente vial del cual después se argumentará que fue debido a exceso de velocidad, ingesta de bebidas embriagantes y cualesquier otra banalidad con la que se descarga la culpa del sector público en los indefensos ciudadanos que tienen que sufrir todas las consecuencias negativas de tan torpes y nefastos proyectos que debieron pasar por mejores filtros para evitar los errores que ocasionan la destrucción  del patrimonio nacional público y privado.

Conductores responsables en vialidades descuidadas, es posible Por: José Pedro Santiesteban Oliva 26 de marzo de 2021

Se ha estimado que por accidentes viales cada año en México se pierde un 3.5% del PIB, cifra que está muy por encima de los promedios a nivel mundial y que hace más de diez años se comprometieron a disminuir para llevarlos a los de los países con las mejores condiciones de diseño vial, o al menos al promedio mundial que sería un gran logro. Ha pasado la década de la seguridad vial que tanto se cacareo en el pasado reciente, arranque como si el tiempo no fuera a transcurrir de manera inexorable hasta cubrir el periodo de referencia y ahora en que hay que rendir cuentas del compromiso, con el simple silencio se olvida el compromiso y no se busca a los culpables del fracaso para que devuelvan el dinero que recibieron por un trabajo tan mal hecho.

El caos vial, movilidad inadecuada y sus explicaciones

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 12 de marzo de 2021

En todas las universidades del mundo se han dado a la tarea de buscar soluciones para que el tiempo que pasan las personas en el tránsito disminuya; que las pérdidas humanas y los discapacitados que representan un pesado lastre para cualquier economía, se puedan evitar con la ayuda de instrumentos tecnológicos acordes a los tiempos en que vivimos; sin embargo, hasta ahora los resultados han sido poco halagüeños.

En dónde se encuentra el misterio que impide alcanzar una meta tan clara y cuyos beneficios son en todo el espectro de la utilidad para la mejor convivencia humana; algo que pocas cosas pueden vanagloriarse de ofrecer entre el cúmulo de bienes y servicios que se ponen a disposición para el tan ansiado desarrollo humano con el uso apropiado y preciso de las tecnologías que tanto se investigan y que por desagracia han mostrado un talón de Aquiles en el hecho de que su uso deja fuera del mercado laboral a enormes contingentes de humanos que rezagados en conocimientos, habilidades y responsabilidad, quedan marginados de acceder a la vorágine de actividades necesarias para que la vida en el planeta sea cada vez más saludable y equitativa como ejemplo de que se avanza en la dirección correcta hacia mejores condiciones de vida en sociedad.

El desarrollo de modelos que representen con certeza el fenómeno de transporte y la infraestructura de las vialidades es un reto descomunal ya que no  logran definir las dimensiones que cada uno debe de tener con objeto de que satisfaga de la mejor manera y con el mínimo de trastornos las difíciles condiciones por las que se pasa para proveer educación, salud, cultura, alimentos y toda suerte de bienes y servicios de manera que se impulse un comportamiento responsable y constructivo en lugar del esquema que impera.

Por diferentes vías se muestran modelos desarrollados en universidades al amparo de bien documentados y cumplimentados procesos de análisis, para representar con ayudas matemáticas los fenómenos; ya que hasta ahora es la mejor forma que se ha encontrado para intentar explicar o replicar cualquier fenómeno a través de fórmulas aceptadas pero que la complejidad de los modelos, en no pocas ocasiones lleva a dislates que la ceguera de taller no permite identificar hasta que los contundentes resultados contrarios a lo documentado hacen ver la necesidad de replantear y aun en estas condiciones no se acepta la pifia.

Que sucede en México, tenemos un crecimiento anárquico y poco criterio para el diseño de las vialidades; a ello se suma que los vehículos tienen dimensiones que no se consideran al dimensionar los carriles de circulación que ayuden a facilitar su tránsito, donde además se someten a cargas que no corresponden al diseño de la superficie de rodamiento, lo que la daña de manera más intensa; lo que aunado a una construcción irresponsable en donde no se cumplen con las normas de construcción para ese tipo de estructura por el aparente ahorro de costos, la ignorancia, corrupción, irresponsabilidad y dudosa profesionalización de quienes tienen encomiendas específicas que poco se pueden vigilar para exigir el cumplimiento de las normas lo que ofrecería condiciones éticas y económicas que pagaría con creces a favor de los gobiernos que así se empobrecen más, y que por estas circunstancias se ven precisados a erogar mayores recursos y  recibir malos productos para impulsar la generación de riqueza asociada al uso intensivo de la denominada infraestructura.

La zona metropolitana registra en los últimos tiempos una velocidad promedio cada año más baja que la anterior, aunado a que ya de suyo es de las más lentas a nivel mundial. Desconcierta que las cosas se hagan de acuerdo a lo que en el beisbol se conoce como la justificación del fracaso en el juego, bajo el argumento que tomo las decisiones de acuerdo a lo que recomienda el llamado “librito”. En el caso que nos ocupa, los encargados de administrar los sistemas de transporte, siempre encuentran en la irresponsabilidad que ocurre en todas y cada una de las actividades de las que depende el buen funcionamiento del conjunto; la justificación a sus yerros.

Tuve la oportunidad de especializarme en transporte público y he visto con azoro, que todo el conocimiento que se puede aportar para favorecer el funcionamiento ordenado, responsable y lo más parecido a lo racional, no se toma en cuenta. Ello al parecer corresponde a que no se ha conseguido permear el conocimiento y se deja a criterios aleatorios de personas poco interesadas en que las cosas se hagan bien en el país, al amparo de una falta de mecanismos de control que lleven al responsable de los malos resultados al banquillo de los acusados en donde se le finquen cargos por su desacierto, en lugar de desatar la furia del fracaso hacia el chivo expiatorio elegido, con los resultados que empeoran día con día.

La realidad que se vive en las vialidades tiene un ingrediente común, el ser humano en todo el espectro y encontramos por desgracia, que somos inmaduros y se hace lo que cada quien considera adecuado, ignora el reglamento que dicho sea de paso, tiene suficientes incongruencias y así el resultado es que cada quien se estaciona donde mejor le parece, con dádivas se usa el espacio público de manera lesiva a la sociedad, lo que genera mayor cantidad de motores encendidos más tiempo con lo que se emiten gases que deterioran el ambiente y la salud. Al tiempo que encarecen los servicios de transporte, ineficiencia en competitividad y malestar emocional que lleva a accidentes, muertes y discapacitados con la carga económica que representa al sector salud y una larga cauda de gastos colaterales.

Por último y no menos importante es decepcionante ver que las problemáticas que enfrenta el país que no son pocas, se manejan con una óptica estrecha sin dejar espacio para que converjan todos los involucrados cuyo impacto y recomendaciones aunque se denominen externalidades, de tomarse en cuenta permitirían las soluciones integrales de conjunto que se necesitan. A la luz de resultados en donde se alivia un mal mientras se generan situaciones indeseables que pudieron y debieron evitarse. De manera general quisiera concluir que mientras no se instrumenten acciones enérgicas de aplicación universal y con tecnologías que no se manipulen ni corrompan, las condiciones viales seguirán el rumbo que llevan y las consecuencias serán peores y más costosas. Mientras que, de aplicarlas primero el infractor llega a perder el permiso para conducir y con ello la disminución de vehículos en circulación; el estado tendría ingresos que ahora no le llegan, como consecuencia de las faltas cometidas; lo que bien empleado permitiría conformar un círculo virtuoso para contratar personal capaz de desempeñar bien las tareas en torno al tránsito y la movilidad. E conductor será incentivado a comportarse con seriedad, responsabilidad y respeto al reglamento para no tener que usar el insuficiente e ineficiente transporte público, mientras que mejorará si el recurso obtenido se aplica bien. Asimismo, el oficio de conductor se revaluaría en favor de proteger la integridad de bienes y personas; la capacidad vial de los carriles de circulación no tendría menoscabo, lo que impulsaría un comportamiento racional en todo, en donde el orden de flujo vehicular sea el imperativo o en su defecto sufrir las sanciones severas que deben implementarse. No menos importante es señalar que se requiere que el conductor respete y haga que se respete la circulación por su carril y nada justifica el que por cualquier nimiedad se cometan faltas; en todo caso la infracción se aplicará a los infractores y si me apuran, diría que será factible incentivar con premios a quien se comporta con sensatez; ello como consecuencia de los beneficios sociales que aporta y que se compartirían.

 

 

 

Evidencias de la pandemia de covid19

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 5 de marzo de 2021

El mundo se ha visto sumido en el marasmo provocado por un ataque biológico sin precedentes, cuyos impactos han colapsado economías, sistemas de salud, estructuras de negocio aéreo y turístico así como las cadenas restauranteras y de servicios, al tiempo de catapultar la violencia doméstica y los bajos instintos del ser humano que además no respeta las indicaciones conservadoras para contrarrestar las graves consecuencias debido a una moral y ética inexistente después de tanto tiempo y en donde se han aceptado los peores instintos del ser humano, sin que a la fecha se hayan logrado instrumentar mecanismo de conciencia, educación y cultura que permitan vislumbrar mejores perspectivas de convivencia sobre la faz de la tierra.

Los gobernantes de una u otra ideología se comportan de manera infantil y han puesto en riesgo no sólo a su población sino que también a sus socios comerciales e incluso a su personal más cercano en un afán desmedido de exhibir que sus caprichos se imponen a cualquier advertencia científica o técnica que aunque careciera de premisas sólidas debido a la aparición repentina de un virus desconocido pero que si fuéramos medianamente listos, con base en experiencias previas respecto a epidemias y situaciones de riesgo sanitario; no se explica la razón para no haber tomado medidas enérgicas inmediatas para contenerlo y evitar su propagación ante la incredulidad de los poco y mal preparados que dirigen el mundo y tienen en vilo a la humanidad un día sí y otro también.

La industria farmacéutica hizo un esfuerzo titánico para catapultar en breve toda una plataforma conjunta para aislar y desarrollar las cepas identificadas, hasta probar su eficacia, aunque por desgracia conforme ha pasado el tiempo y con la complacencia y negligencia mostrada; las mutaciones están llevando a situaciones cada vez más complejas en donde se pone de manifiesto que falta mucho por hacer para superar los males que nos aquejan y para los que al parecer no podemos hacer frente de manera eficiente acorde al tiempo que llevamos sobre la tierra en donde ha sido imposible conciliar intereses y bienestar colectivo por encima de mezquinos intereses que nos siguen llevando inexorablemente a la destrucción del planeta como con el cambio climático, la extinción de especies de flora y fauna en dimensiones sin comparación.

Ahora que ya se tienen los resultados de las vacunas, las pruebas de validación necesarias para garantizar que su aplicación a humanos sea segura, dentro de los parámetros aceptados internacionalmente. Sin embargo, existe la limitación de producción y no hay producto para todos en un lapso razonable que garantice detener las mutaciones y con ello la posibilidad de que siga el surgimiento de nuevas afecciones para las que no se tenga la certeza de efectividad de las variantes de vacuna desarrolladas. Es de llamar la atención que en la ciudad alemana de Rostok, gracias a la acción inteligente de su alcalde que por cierto no es alemán sino migrante de Dinamarca, pero con una actitud responsable acorde a la importancia de aplicar políticas públicas enérgicas y efectivas que además fueron atendidas por sus pobladores y viven en los mejores términos el embate de la pandemia. Esto demuestra que si se puede, sólo requiere del talento gubernamental para elaborar estrategias adecuadas con base en el sentido común, conocimiento disponible y sin soslayar detalles que puedan derivar en el fracaso de las acciones. En estas circunstancias, las pérdidas económicas han sido atenuadas; la salud de sus pobladores ha sido premisa de vida, algo que al parecer en otros sitios no alcanzan a entender y dimensionar.

En Latinoamérica se ha desatado el fenómeno de la falta de ética y la ley del más fuerte, en donde personas a quienes todavía no les corresponde aplicarse la vacuna debido a que es prioritario destinar los medicamentos hacia el personal de primera línea expuesto al contagio por la cercanía con los infectados y garantizar primero su salvaguarda por ser quienes podrán ayudarnos a resolver el problema y no personas sin escrúpulos que aprovechan la mínima ocasión en su beneficio y liberar su mezquindad aunque en ello vaya la perdición de su pueblo.

Como sabemos los pueblos más atrasados llevan en su ser la idea que lo único que les importa es estar bien quienes tienen los medios e influencias para colocarse por encima de los demás con los resultados conocidos en donde la corrupción, arbitrariedad, prepotencia y bajeza van por delante y esto nos lleva a estar siempre atrás en el consenso internacional pues como en todo la elección de personal no se corresponde a las capacidades de que disponga y menos de a las habilidades que se le hayan podido acrecentar a través de la formación técnica, académica y profesional. Los resultados en el continente americano son un claro ejemplo de lo mal que se maneja una circunstancia en que la vida va de por medio y aflora la irresponsabilidad que nos domina y en donde las culpas se dirigen hacia un chivo expiatorio.

 

Reglamento de tránsito nuevo en cada administración,

sin estrategia ni avance

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 26 de febrero de 2021

Hace más de diez años, en la zona metropolitana de la Ciudad de México, ésta junto con los gobiernos circundantes se dieron a la tarea de estructurar un Reglamento para homologar criterios y de esa forma facilitar la conducción de los usuarios con apego a un criterio mejor consensuado, amén de no tener que discernir en donde se encuentra y que reglas de tránsito aplican; una verdadera tontería en un país en donde se requiere mostrar un poco de respeto al ciudadano tanto al de a pie como al que conduce y en donde lo primordial es que se respeten reglas sencillas, lógicas, fáciles de entender y universales; es decir que aplique en todo el país y por qué no, copia de las internacionalmente aceptadas; para evitar la excusa de “no lo sabía”; que es normal en donde las reglas son veleidosas, carentes de lógica y plagadas de desaciertos fruto de la grave deficiencia académica y cultural que para infortunio tenemos.

Después del enorme esfuerzo por estructurar y acordar un reglamento con el que suponíamos finalmente en México se alcanzaba la madurez, seriedad y cordura entre los políticos y los técnicos disponibles y en funciones. En ocasiones he revisado las propuestas y he encontrado serios errores, lo que desdeñan sus creadores; sin embargo no tarda más en que acabé la administración que la propusó, para que la siguiente de la CDMX descubra o no lo evidente, eche por la borda el tiempo y recursos invertidos en lugar de revisar con especialistas, no oportunistas, los fundamentos y corregir de manera puntual cada definición confusa o equivocada.

Cuando parecía que se sumarían recursos tecnológicos para mejorar lo existente, apareció como de costumbre la mentalidad carente de seriedad, que sin tener formación ni oficio en el tema desecha todo lo que está asentado, sin importar que los procesos siempre inician con su antecedente, máxime cuando se ha invertido tiempo y dinero público. En este caso lo lógico era que con la tecnología de las foto multas, señalar que se incorporaban al esfuerzo previo, debido a las enormes dimensiones de la CDMX. Sin embargo, se eligió dejar sin efecto el reglamento de manera unilateral y torpe como una clara exhibición de lo conocido, en donde usar la inteligencia queda para después, tal vez hasta que nos la presenten.

En los más de treinta años como especialista en transporte me ha tocado revisar normas y reglamentos, en donde el común denominador es el mal uso del idioma y peor redacción; la ignorancia que emana de cada disposición disparatada no corrige la raíz del problema; tal vez porque ni siquiera tienen capacidad para identificarlo ni saben de la existencia de diccionarios. No puedo aceptar que ni siquiera lo evidente en cuanto a faltas tan nimias como estacionarse en doble y triple fila; abuso en accionar el claxon, no respetar la señal del semáforo, exceder los límites de velocidad, la negligencia con que los oficiales actúan ante las violaciones al reglamento, que ellos mismos violan, y que cada vez menos respeto merecen debido a la nula reacción ante conductores que frente a sus narices cometen cualquier atropello. Las aberraciones se hayan por doquier y se dejen pasar, mientras que elementos intrascendentes se reescriben una y otra vez, sin que queden bien, como hasta ahora con los resultados decepcionantes y las excusas sin fin.

Desconcertante resulta leer que ahora aplicarán el reglamento a los conductores del metrobus; cuando esto no es necesario publicitarlo, ya que lo único que exhiben es que la “autoridad” es costosa para el erario y sus contribuyentes, pero sólo se aplica a los conductores de manera discrecional, tal y como hemos visto que se hace desde hace mucho tiempo, en que la extorsión y abusos son el pan de cada día y fomenta el desorden. Negociaciones de tarifas en donde la moneda de cambio es la condonación de multas por infracciones de tránsito, resulta inconcebible y menos admisible ya que gran cantidad de usuarios y peatones padecieron esas y tantas otras más que no se conocieron por falta de registro.

Las faltas al reglamento y a la conducta en los espacios urbanos, deben de estar bien estructuradas y respetar el derecho individual y colectivo. Por ello es imprescindible que señale con claridad y sencillez lo que no está permitido hacer como individuo en los distintos roles que puede asumir. Acumular puntos para perder el permiso de conducir y la sanción económica a quien incurre en falta es un imperativo en todo el país; es decir en todas las vialidades ya que es la forma elemental que salvaguarda vidas y bienes.

Resulta inverosímil que a diestra y siniestra en mi andar por la ciudad, encuentre una y otra vez innumerables faltas, y que quienes tienen la responsabilidad de vigilar que todos se comporten de manera ordenada, si es que civilizada no se puede; al parecer no alcanzan a identificar y menos avanzar en la búsqueda de la solución adecuada al caos vial que tan bien conformamos tanto quienes las respetan a su manera como los que no lo hacen, mientras no incorporen a quien conozca de la materia en lugar de a quien tiene estrecha relación con las cúpulas que toman decisiones aunque ni siquiera eso sepan hacer bien.

La capacitación técnica una buena inversión; cuesta

más remediar errores

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 19 de febrero de 2021

La falta de capacitación técnica se padece día con día en el transporte, donde es evidente que no saben que es y tampoco saben de responsabilidad; como en muchos otros ámbitos; se manifiesta en ecobici, el metro, metrobus, tren ligero, RTP, transportes eléctricos, taxis y microbuses; así como los conductores en general. Para empezar, los conductores y funcionarios públicos, suponen que adquieren capacitación con la edad; luego el mantenimiento es deficiente y la operación peor lo que ocasiona innumerables accidentes; ni que decir del diseño vial, reglamento de tránsito y/o propuestas urbanas que exhiben escaso criterio para evaluarlas e incapacidad para verificar que funcionen y menos para corregir y buscar la solución adecuada con quien sepa y entienda sobre el tema; continuar el listado resulta innecesario ya que se da en todo México, sépase que en cualquier campo hay tela de donde cortar y se tiene la oportunidad de corregirlo si tan sólo existiera un asomo de voluntad para hacer las cosas bien y siempre. Un imperativo es identificar lo que no funciona o está mal, para allí aplicar raciocinio y sentido común; de lo que al parecer carecemos y nadie se da cuenta y a quien lo señala se le sataniza en lugar de exhibir la mentira.

Las oportunidades de capacitación se han dado, pero por desgracia no se ha elegido a las personas idóneas para que la reciban, lo aprendan, lo usen y lo repliquen para que las generaciones venideras lo asimilen, aprendan e incluso depuren y superen a sus maestros o tutores. En general cuando se adquiere tecnología, herramientas, maquinaria y equipos, se acompaña la proveeduría con capacitación ya que al fabricante le interesa que se haga buen uso del producto ya que es publicidad implícita, evita reclamos, mala imagen y le genera más ventas ya que en casi todos los casos, el mal uso es causa de la falla y salvo en casos como México, en donde la justicia es veleidosa, puede prosperar un reclamo que nunca surgiría, si se atendiera lo que señala el fabricante en su garantía que pasa por leer el manual de utilización, antes de empezar.

Una familia alemana que llegó por motivos de trabajo a México y tuve oportunidad de tratar. La señora contrató para el servicio doméstico a una joven a quien el primer día le explicó a detalle como quería que hiciera cada tarea; se fijara como quería el trabajo; tal y como ella lo hacía para no dejar duda de que así se podía hacer; de tal forma que no hubiera excusa. Después del proceso de aprendizaje delegó en la joven las tareas para las que le contrató y a partir de allí siempre quedo de manera satisfactoria es decir bien; al retirarse de México, a la chica ya no tan joven le surgieron otras posibilidades; ella quedo agradecida por la enseñanza recibida que le cambio su vida y los alemanes con sus servicios impecables.

Otro caso de referencia es una escuela técnica alemana que con respaldo de instructores al inicio, pretendía formar técnicos en cada especialidad; apoyo al profesorado local para que alcanzarán los niveles internacionalmente exigidos para después de entre ellos seleccionar a los maestros que garantizarían que el conocimiento y las habilidades se continuaran; pero gracias a las prestaciones y derechos sindicales del personal asignado y el escaso sentido de responsabilidad que se inculca en México, el país se privó de tan valioso soporte técnico y con el tiempo las herramientas y equipos traídos para la formación, se deterioraron por el uso indebido, falta de mantenimiento y negligencia en todo el conjunto de acciones y actitudes de los mexicanos seleccionados.

Es frecuente que sucedan accidentes que dejan sin la prestación de un servicio aunque sea tan malo y cotidiano como los que se ofrecen en México, al amparo de un conformismo ancestral, para que después las reparaciones sean más costosas, prolongadas y que las cosas no queden como inicialmente dejo el proveedor con prestigio internacional en su intento de posicionarse y evitar que se busque a otro proveedor entre su competencia, para lo que ofrece lo mejor que puede y sabe hacer; pero que en el país por desgracia poco se aprecia y menos se sabe valorar. El mantenimiento oportuno y preventivo así como la capacitación técnica de personal cuesta menos de lo que representan los costos y pérdidas debidas a accidentes, aunque no se contabilicen ni pierdan vidas humanas, ni incapacidades permanentes que le cambian la vida a quien la sufre.

 

Bicicletas públicas con deficiente administración y falta de

ética e integridad del personal

 

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 12 de febrero de 2021

Las bicicletas de Ecobici se ofrecieron como alternativa de transporte para una población urgida de soluciones adecuadas para desplazarse de un sitio a otro de la ciudad con agilidad, seguridad y bajo costo que además ofrecía otros beneficios en muchas áreas; por un lado las vialidades tendrían necesidad de mantenimiento menos costoso; la salud del usuario podría mejorar al incorporar el ejercicio a su rutina y menor presión en los servicios públicos de salud; asimismo, el medio ambiente podría recibir menos gases de la combustión de vehículos; disminución en la importación y distribución de combustibles; genera empleos para el mantenimiento y fabricación de las bicicletas y sus componentes.

Echarlo por tierra ha sido tarea fácil gracias a la falta de oficio y escasa entrega para el trabajo a todos los niveles ya que desde las oficinas públicas de donde depende la concesión poco interés muestran por entender y  aprender sobre su funcionamiento y menos adentrarse en las problemáticas que el usuario enfrenta en el cotidiano. Allí se deja que las cosas ocurran sin responsabilidad alguna por parte del proveedor de la operación y mantenimiento del conjunto bicicletas, estaciones, talleres, comunicaciones e instalaciones, es decir todos los elementos que participan y son indispensables para poder ofrecer un servicio que no han podido o querido brindar con calidad, ya que al ser juez y parte, justifican su incompetencia en terceros a quienes de ser cierto deberían de fincarles la responsabilidad, la reparación del daño y las sanciones que les correspondan; con lo cual seguramente las cosas irían bien.

Es la víctima, el usuario, quien tiene que cargar con todos los inconvenientes a un costo que nunca se le reembolsa. Todo parece estar diseñado para buscar y encontrar la forma de esquilmar el dinero a quien se ha registrado para obtener el beneficio de la movilidad ágil y sana, pero que sólo ha encontrado inconvenientes, riesgo latente y abusos en el cobro por el uso de vehículos en mal estado y las reiteradas excusas cuando se reportan las quejas por cobro indebido, arbitrario y/o por errores y fallas del sistema. Si la intención es promover los desplazamientos en bicicleta pública, creo que van en la dirección contraria, aunque se llenen los bolsillos con el dinero que en forma abusiva cargan a la cuenta del usuario; y que como es mal habido, no lo emplean para que todo funcione bien, como lo refleja la gran cantidad de reportes que además están por debajo de la realidad, pues es tedioso y ocioso quejarse ante una entidad prepotente con quien además se perderá el tiempo y dinero que se invierta en exigir los derechos por un servicio que no lo es.

Los abusos y prepotencia se manifiestan en que a más de 10 años de operar y las múltiples quejas y reclamos, nada se ha hecho para paliar situaciones triviales como que las unidades móviles ofrezcan un mínimo de ajustes necesarios que muchas veces no se pueden hacer con facilidad, son innecesarios y los justifican como ventaja para el usuario, sin percatarse que lejos de serlo, es una desventaja, ya que como no pueden garantizar que las cosas funcionen adecuadamente bien, sería mejor limitar las potenciales fallas, a lo mínimo indispensable y no crear espacio para que ocurran. El ajuste del sillín y los cambios de velocidad sólo sirven como ventaja cuando las mantienen bien y siempre, de otra manera es un inconveniente que sería mejor eliminar y buscar otra vía para ofrecer las unidades con las características preferidas o requeridas por el usuario; asimismo, las mujeres sufren y padecen cuando tienen necesidad de hacer ajustes en unidades que requieren una fuerza con la que ellas no cuentan, e incluso los barones tampoco; además que al hacerlo una y otra vez sufren desgaste y deterioro innecesario que requiere mayor mantenimiento, costo en refacciones y personal necesario para ello; es un absurdo, se los he señalado sin que lo comprendan; soberbia y/o torpeza más lo que juzguen lectores y usuarios.

El monto de la anualidad se ha ajustado al alza debido a la cantidad de accidentes, lo que ha requerido que la aseguradora tenga que erogar más por ello y ha tenido que aumentar el monto del seguro debido al descuido en el mantenimiento. Además, cuando el usuario sufre el accidente, los que lo ocasionaron, no reciben penalización y por lo tanto no se esmeran por cuidar que los vehículos estén en condiciones de ofrecer el desplazamiento en condiciones adecuadas de seguridad y comodidad aceptable y favorable para incentivar el uso de este transporte. Asimismo, no alcanzan a dimensionar los beneficios que todos recibiremos cuando disminuya la cantidad de autos en circulación tanto por descongestionamiento vial, sensibilidad respecto a la situación de vulnerabilidad en que se encuentra el ciclista, el cuidado del medio ambiente, salud, y en lo económico; si llega a manejarlo gente responsable y honesta, lo que hay que incentivar, pero que no se dará mientras que el esquema administrativo no los conozca ni los tenga.

 

México uno de los peores países en el manejo de la pandemia del covid19

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 5 de febrero de 2021

Un estudio internacional respecto a la forma en que cerca de cien países analizados han manejado la pandemia arrojó que nuestro país ha sido evaluado como uno de los que peor ha llevado a cabo las acciones de salud, logísticas y estrategia en cuanto al manejo de una situación de suyo grave, pero que le ofrecía la ventaja de su llegada al país hasta marzo, respecto a muchos otros, en donde su arribo ocurrió en enero.

La displicencia con que se abordó una situación que al menos mes y medio antes de su llegada al país, la Organización Mundial de la Salud alertó al mundo respecto a la gravedad, nos llevó a implementar medidas desdeñosas como descalificar pronósticos y promover acciones poco serias y descalificadas por la ciencia respecto a cómo prevenir la propagación del virus, con lo que se llegó en pésimas condiciones y tarde a establecer la emergencia con una estrategia tan pedestre como soberbia, donde los resultados han rebasado y con mucho los pronósticos que la autoridad consideraba catastróficos; pero ahora señala son acorde a la pandemia. En estas circunstancias ahora lideramos en número de muertes, junto con otros países que actuaron de manera irresponsable para enfrentar un virus desconocido pero para el que se establecieron de inmediato protocolos de atención y manejo apropiados que debieron aplicar a pie juntillas, mientras se encontraban mejores prácticas de contención de la epidemia.

El más elemental sentido común señala que cerrar las fronteras y establecer cerco sanitario en los aeropuertos con llegadas internacionales, pudieron ser adecuadas de inmediato; al tiempo que se acondicionaban los espacios para el confinamiento en cuarentena de los viajeros que llegaban al país. Sabedores de que la infraestructura en salud, como en otros campos, es precaria e insuficiente aun para las enfermedades ya existentes. Ello imponía una mayor responsabilidad para evitar la sobrecarga por demanda de servicios de urgencia por una afectación desconocida y con elevado índice de contagio. Lo demás es conocido, los hospitales públicos dejaron de atender las escasas citas compromiso que tenían con sus asegurados y que de manera sistemática posponen un día sí y otro también por la falta de recursos de todo tipo, logística y planeación. Ahora se señala la urgencia para dejar el espacio a los infectados del covid19 y que requerían ayuda para respirar, cuando todos sabemos que es la función vital que más rápido nos lleva a la muerte en caso de no poder hacerlo.

Asimismo, y no menos grave ha sido el hacer trabajar al personal médico en horarios demandantes y sin las condiciones sanitarias adecuadas para salvaguardar su salud, aunque de ello dependa la sobrevivencia de los mexicanos, ya que de perderse a estas personas que al menos tienen conocimientos de salud y sanitarios por encima del promedio. Allí los encontramos agotados, desalentados y decepcionados por el pésimo manejo que sus superiores jerárquicos que no de otro tipo, hicieron de una situación que se aprende a manejar en el aula, durante la formación profesional, por más deficiente que pueda darse en el país, en donde cuando por alguna circunstancia llegamos con urgencia, lo único que rogamos a la divinidad es que quien nos vaya a intervenir no haya estudiado como nosotros, ya que deseamos fervientemente superar el momento y las circunstancias con un profesional serio, responsable y dedicado.

Ahora ante la publicación de los resultados estadísticos de los países analizados en el estudio, se procede a descalificarlos en lugar de reaccionar aunque sea tarde para revertir los dramáticos números que señala INEGI que están por debajo de los reales, y aún así son tan elevados que permitieron alcanzar sin esfuerzo uno de los primeros lugares en hacer mal las cosas, ahora en salud pública, a pesar de que es una de las garantías constitucionales.

Por último y no menos importante es que se advirtió que las enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad, de acuerdo a las estadísticas, llevaban a los peores desenlaces y en todos estos rubros el país ha mostrado una elevada prevalencia desde hace años; y aún así la respuesta fue irresponsable por decir lo menos.

 

 

 

La capacitación en México, materia pendiente que requiere

primero educación

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 29 de enero de 2021

Como es evidente por los resultados en todos los ámbitos, la deficiente educación es sin duda la causa del rezago que acusa el país y que nos ubica lejos del liderazgo mundial. Lo grave de esto es que con la clásica forma de negar las evidencias que nos exhiben y en nada favorecen, se pretende que dejen de existir, lo que no sucederá, y la necedad ocasiona que sigamos mal.

El tema de la educación ya fue abordado en anterior entrega y la capacitación  tan necesaria para poder hacer bien hasta la actividad más nimia aunque pareciera que no requiere contar con una metodología de trabajo para lograr que sea eficiente y efectiva, la realidad señala lo contrario.

En la adquisición de una propiedad ocurren descuidos tanto de los notarios, como de la oficina gubernamental; el común denominador es la falta de oficio y desdén con que hacen un trabajo por el que la notaría y el estado recibe ingresos. El notario hace el trámite de traslado de dominio con una frecuencia que cualquiera supondría debería conocer y efectuar sin tropiezo ni omisión de aspectos elementales y que el ciudadano común quizá sólo una vez en su vida haga y lo deja a merced de inconvenientes que un profesional puede y debe evitar. Revisa que la propiedad este al corriente en el pago de impuestos y libre de gravámenes por agua; sin embargo, electricidad, gas y telefonía conceptos cotidianos, los considera ajenos a su responsabilidad. . Al final pueden aparecen adeudos de energía que hay que  cubrir mientras la notaría se deslinda, cuando para ellos significaría un esfuerzo marginal mínimo mientras que para el comprador son molestia, complicaciones y costo adicional e indebido.

El traslado de dominio impecable al propietario para que esté en condiciones de recibir los recibos y notificaciones correspondientes, sólo necesita que el notario baje del pedestal en que se ubica y elabore un protocolo detallado con la metodología para ir paso a paso y no olvidar conceptos que pudieran convertirse en deuda y problemas para el nuevo propietario para ofrecer servicio de calidad acorde al monto de sus honorarios.

En el tema con la tesorería la situación no es mejor; después de intentar sin éxito que la notaría se responsabilice de un trabajo pulcro que sería lo mínimo en un tema tan delicado y que de no serlo deviene en situaciones burocráticas e innecesarias que requerirá la intervención de diferentes instancias para resolver el problema que nunca debió quedar incubado. Tomar el asunto ante la indolencia de la notaría respecto a la poca responsabilidad, ante el colegio de notarios es ocioso pues son juez y parte, en lugar de tomar nota y establecer acciones para evitar que la queja o denuncia que al menos un usuario de servicios notariales haya manifestado, la deberían de documentar e incorporar a sus obligaciones para que no se repita; o en todo caso al menos se advierta al comprador al inicio o en el curso del trámite, sobre la atención y cuidado que deberá de prestar a los conceptos que no revisan en las notarías y que son servicios que el vendedor contrató, dejó sin liquidar y/o no canceló. En la tesorería el personal es burocrático y lerdo para trabajar si así se puede llamar a lo que hacen con desgano y claras señales de intención por dádivas si es que se desea una atención ágil, una vez que se han soportado largas esperas para llegar a ventanilla, en donde exigen copias y documentos que hacen suponer que alguien recibe comisión de los proveedores de copias en las inmediaciones, pues allí los precios son muy elevados. En la actualización de información no tienen el mínimo cuidado para que todos y cada una de los rubros contenga la nueva información, se revisen o que haya la oportunidad para que el interesado en su larga espera lo haga con un tutorial sencillo y detallado de los conceptos que deberá de verificar y que se puede superar con facilidad si se emplea bien la tecnología, pero es notorio que ni siquiera el programa de cómputo para facilitar que el trabajo se haga sin errores, son capaces de exigir para que el proveedor lo entregue bien. Allí puede encontrar que al cambiar de propietario, dejan información anterior y para modificarlo después será necesario otro trámite y adjuntar copias de documentos ya entregados, mismos que con la tecnología actual podrían tener en sistema; gracias a ello, es incierta la fecha en que se recibirá la boleta predial y/o alguna notificación, lo que dificulta cumplir en los términos y plazos exigidos.

En los kioscos de la tesorería, el personal asignado no ha sido capacitado para ello y en tema tan nimio como formar dos filas, una general y otra para la tercera edad, son incapaces de hacerlo y cuando la solicitas incurren en torpezas que hasta un idiota haría con facilidad, en un trabajo para el que no se requiere mucho talento y aún así no lo hacen bien; carecen de interés por superarse, y ni siquiera saben que está bien y que se espera de su participación, sólo por la falta de una capacitación básica que para algunos sería redundante y a nadie hará inteligente, pero que aun así, se les debe ofrecer pues no se debe dejar espacio para que las cosas salgan mal o deficientes. Ni que decir cuando a solicitud expresa, forman las dos filas, no son capaces de coordinarlas para evitar que se generen conflictos, ya que como no lo hacen bien, se saltan la fila y después causa desazón corregir y más de uno se molesta con justa razón.

En el sistema de aguas de la CDMX, se forman largas e interminables filas para poder solicitar que el cobro sea justo y de acuerdo a lo que se consumió. Hacerlo con la bancarización, lo deja expuesto a cobros indebidos a favor de ellos y luego no hay forma de recuperar; asimismo, pagos duplicados no se acreditan sino que se necesita un procedimiento todavía más tortuoso e indignante, por el personal con el que en muchas ocasiones se tiene que tratar; por supuesto que hay honrosas excepciones y se encuentran imposibilitados de ofrecer su buen trato y conocimientos más allá de lo que les han acotado o se exponen a sanción. Las filas a la intemperie ahora con más complicaciones por el covid19 ponen en riesgo al ciudadano que tiene que cumplir con obligaciones muchas veces innecesarias o que en la práctica no compensan por lo que se invierte y gasta en ello como el chip de los vehículos, la licencia de manejo, trámites vehiculares y los que se padecen en el cotidiano que no ofrecen ningún compromiso real de la autoridad.

 

 

La vacuna contra el covid19, no es el fin de la pandemia

sino una esperanza anhelada

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 22 de enero de 2021

Los investigadores han hecho un esfuerzo titánico para en poco tiempo respecto a los que normalmente toma el desarrollo de un nuevo medicamento o vacuna; las pruebas necesarias para garantizar eficacia, eficiencia y seguridad que permita la autorización para su aplicación en humanos. Ahora debemos de agradecer que se cuente con personas entregadas a tareas humanitarias mientras que en México, sabedores de nuestras profundas limitaciones en cuanto a responsabilidad y seriedad en el trabajo, ha sido prudente mantenernos al margen y permitir que quienes si toman el trabajo y sus implicaciones con ética e integridad se aboquen a la investigación mientras nos quedamos desde la barrera en espera de la solución mágica y divina.

Para fortuna de todos ya se tiene vacuna contra la pandemia de covid19, aunque ahora ya hay mutaciones y la incertidumbre respecto a la eficacia de las diferentes opciones del producto que llega al mercado, tiene grados de efectividad que van desde un modesto 50% hasta algo más del 90% en los mejores casos. En estas circunstancias es importante indicarle a la población que no se debe de bajar la guardia ya que no se tiene la certeza de que ya se ha librado al planeta de este flagelo y que la vacuna no es la panacea anhelada por todos pues como bien sabemos aun en otras que tienen años que se aplican, siempre existe incertidumbre de la forma en que reaccionará en diferentes escenarios y actores; y la logística para garantizar que no se dañe el producto.

Con base en lo anterior, urge informar a la población que así como cuando se aplica cualquier vacuna como por ejemplo la de la influenza, es necesario que el inoculado mantenga ciertos cuidados para evitar cualquier contagio o situarse en fragilidad para ser agredido por el virus o cualesquier otro microbio que si encuentra condiciones favorables se pueda alojar, invadir y provocar las indeseables consecuencias que se intenta prevenir o dar pie al ingreso de otra enfermedad; con lo que se debilitaría el organismo.

Sin duda hay países que han manejado mejor que otros la terrible pandemia y no ha sido función de la fecha de ingreso de la cepa al país, sino de la estrategia de quienes tienen la encomienda de prevenir y salvaguardar a la población del flagelo de este agresivo virus. Es así como vimos que China en donde se originó, la estrategia de aislamiento fue tan efectiva que han tenido el mínimo de contagios y fallecidos; en Europa a donde llegó después, la reacción no fue tan efectiva pero establecieron cercos sanitarios que lograron minimizar los daños; en América los países encabezados por líderes poco preparados y desdeñosos de cualquier opinión científica han logrado encabezar las cifras de contagios y muertes; y aún en estas circunstancias no rectifican sus pasos, a pesar del enorme pesar que agobia a sus pueblos.

No hay receta secreta para el manejo de una epidemia pero el más elemental sentido común recomienda primero no soslayar el hecho, sino que a partir de la denuncia verdadera o falsa, proceder a establecer un protocolo sanitario, que no es descubrir el hilo negro, sino simple y llano algo análogo a lo que se hace para prevenir el ingreso de flora y fauna del exterior, proceder a una cuarentena para los viajeros que ingresan al país, por vía de mientras; lo que si se requiere de inmediato es buscar el talento para que diseñe a detalle la forma en que se pretende contener tanto la pandemia como los estragos que se puedan derivar como consecuencia de su propagación y no esperar a que no nos afecte y sobre las rodillas empezar a dar palos de ciego a ver si en una de esas acertamos; lo que hasta ahora no ha sucedido y será difícil que ocurra ya que por si fuera poco carece de fundamentos racionales o prácticas probadas que pudieran hacer suponer alguna posibilidad de éxito. Señalar a alguien como el culpable se vuelve temerario ya que unos por omisión y otros por acción; todos hemos contribuido al desastroso estado en que nos encontramos; en donde se ha ensañado con mayor rabia entre los menos preparados económica, social y culturalmente; quienes tienen que atenerse a las migajas que el estado pueda ofrecer en una infraestructura para la salud que de antemano se encuentra en desventaja para atender las enfermedades que ya venían azotando al país ante la mirada complaciente de los encargados, a saber:  cardiovasculares, obesidad y diabetes.

Lo más importante ahora será que no se recurra a la muletilla cotidiana de señalar como culpable a quien está más próximo o a la vista, ya que hemos sido nosotros con nuestra displicencia y la reacción recurrente de no creer a una autoridad que una y otra vez nos ha engañado en temas diversos pero que han sido tan catastróficos como que más de la mitad de la población vive en la pobreza económica, educativa, laboral, de salud y sin que se pueda ver la luz de la esperanza al final del túnel, como si esto fuera el mejor legado que se puede dejar al país después de cada administración. Por ahora merece mayor atención y recursos el proceso de renovación política en puerta que atender la emergencia. Nuestra obligación es atender las recomendaciones de tirios y troyanos; intentar no salir de casa, de hacerlo tomar todas las precauciones para evitar que por cualquier vía del organismo pueda introducirse el virus; asear con frecuencia las manos ya que de manera inconsciente las llevamos a diferentes partes del cuerpo y como no se sabe por dónde ingresa el mal lo mejor es no exponerse o mejor aún aislarnos; es difícil poder hacer esto último máxime cuando no se ha ofrecido alternativa para paliar las necesidades de todos y cada uno de los ciudadanos cada vez más desesperados con temor al hambre que dará paso a la muerte.

Ante todo y como corolario, no hay de otra; intentar comportarnos con madurez y evitar hasta donde nos sea posible deambular ya en búsqueda de ingreso, de alimento o de saneamiento de enfermedades no graves, con objeto de no saturar y sobrecargar a quienes en última instancia podrán salvarnos; los integrantes médicos y enfermeras del sector salud que exponen su vida como consecuencia de nuestra irresponsabilidad. Es decir que cada uno de nosotros deberá de implementar hasta donde su capacidad se lo permita su estrategia para evitar ser portador del mal y peor aún conducto para su propagación. Si no nos protegemos, nadie nos salvará.

 

¿Por qué el metro de la CDMX no funciona bien? Maldición o perseverancia

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 15 de enero de 2021

Que sucede en el país, parece que no acertamos a hacer las cosas bien o que por causas más allá de lo natural, se empeñan en obnubilar la visión, lo que provoca que no acertemos a discernir entre lo correcto y lo incorrecto, lo justo y lo injusto, el conocimiento y la ignorancia, y la lista podría derivar hacia el mantenimiento preventivo y el correctivo.

En el metro de la CDMX, acaba de ocurrir un siniestro que inutilizó prácticamente la mitad de las insuficientes líneas de transporte masivo con que cuenta la ciudad y que se operan de una manera que la verdad sólo quien la utiliza sabe, ya que el personal directivo del organismo parece que por precaución no lo hace y desconoce lo más elemental al respecto; las consecuencias saltan a la vista. Recuerdo que en alguna ocasión escuché al personal del metro que todo era debido a que los que construían no sabían hacerlo y de la contraparte señalaban a los operadores como incompetentes para hacerlo bien o al menos de manera adecuada; mi conclusión fue y ha sido que ambos tienen razón, aunque nadie lo crea.

Lo que ocurre en una empresa pública en México es que la designación de funcionarios no se hace mediante una buena selección entre quienes conocen del tema ; hayan sido preparados y habilitados en un principio por la empresa extranjera que financió y asesoró al respecto ya que ingresaba al país nueva tecnología; cuando de las que ya conocemos de años, tenemos lagunas importantes, que no será en algo que apenas llega al país y tiene el agravante del dinamismo tecnológico, mientras aquí se construyeron las estaciones a semejanza de las de Paris, 60 años después, sin corregir lo que no funcionaba bien, tal vez porque tampoco se tiene la capacidad para discernir al respecto y a lo que agregaron sus contribuciones que sólo incorporaron desaciertos por el desconocimiento en el tema que se fundamenta en el cargo que desempeña en el organigrama, como si con ello se recibiera conocimiento e iluminación divina.

En esta ocasión, ocurrió lo que la ignorancia cree que nunca pasará y pasa; la ciudad de por sí colapsada y sin estrategia para manejar la movilidad en los términos que exige la sana distancia debido a la pandemia que vivimos; ahora intenta corregir a marchas forzadas y un costo elevado como todo lo que se hace de emergencia y con urgencia; mientras que los componentes dañados no se encuentran en esquina;  requieren cumplir con protocolos para tratar de eliminar conductas impropias pero frecuentes en el país; programarlos en la línea de producción y que esperen su turno; o en su defecto aceptar el precio que imponga quien por azares del destino o a sabiendas de la forma en que se manejan las cosas, disponga de alguno o algunos de los equipos dañados; ya veremos cuanto tiempo demora el que los trenes vuelvan a circular con intervalos de frecuencia si no óptimos, pues aquí no se conocen, al menos en los tiempos a los que circulaban antes del siniestro. La única ventaja que le veo a que nuestros transportes anden tan mal es que cuando ocurre una contingencia, el usuario lo sufre menos porque está acostumbrado al mal servicio y para lo que ya deberíamos de tener otra denominación debido a que lo que no sirve, bien o al menos adecuadamente, no debería denominarse servicio; tal y como ocurre con productos que reciben denominación de origen sólo cuando cumplen determinadas características.

 

El programa Hoy no circula, las fotos multa y el

alcoholímetro

 

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 8 de enero de 2021

Desde hace más de 30 años se implementó en la CDMX, entonces DF, un programa para que todo vehículo dejara de circular un día por semana; esto nació años antes con una iniciativa ciudadana sensible con el problema de contaminación y con voluntad por cuidar la salud, se ofrecieron e invitaron a colocar una calcomanía cuyo color indicaría que día no circula su vehículo para colaborar con el cuidado del medio ambiente. Algo tan sencillo y positivo se descompuso con la intervención poco acertada de un gobierno que demostró que puede dañar y prostituir una iniciativa, por buena y efectiva que pudiera ser.

Si las cosas se pueden hacer mal, con seguridad la administración pública será capaz de lograrlo como sucedió; me explico, la numeración elegida para determinar el día de la semana que no circula un vehículo no tiene pies ni cabeza, es confusa y no tiene lógica; el programa de verificación del vehículo no está ausente de corrupción y no sirve para segregar al vehículo que no debe de circular y sacarlo de circulación hasta que se le repare para que no emita gases contaminantes por encima del límite permitido. Asimismo, el procedimiento tortuoso, desgastante e improductivo, ocasiona que la fuerza laboral tenga que invertir tiempo y dinero en un trámite ocioso ya que incluso unidades nuevas tienen que hacerlo, lo que es absurdo.

En estos 30 años, se han pagado miles de pesos que si el propietario lo hubiese invertido en mejorar, mantener o renovar su vehículo, el resultado sería positivo. Este propósito se pudo llevar a buen término con un instrumento financiero bien estructurado, para generar empleos productivos y préstamos para que el vehículo recobrara las condiciones adecuadas para circular tanto en lo mecánico como en lo estético; similar a el TÜV en Alemania y con el ingrediente económico para apoyar a lograrlo; tendrían que prescindir del uso del vehículo hasta que esté en condiciones, para garantizar un ambiente sano y salvaguardar la salud de todos, con lo que se genera una economía circular. Sin lugar a dudas que esto abre un amplio espectro de quejas y demandas, por lo que se tendrían que efectuar cuantiosas inversiones en transporte público de calidad y supervisado por entidades que conozcan del tema, como las que no se percibe que existan en el país.

El problema que enfrenta el país en casi todas las áreas, es una falta de preparación para el puesto que se habrá de desempeñar; a ello se suma la pobre capacitación que se les ofrece aunado a la falta de supervisión, debido a que no tiene quien la podría efectuar de manera adecuada y para coronar el escenario una escasez de criterio por parte de quien tiene la encomienda de dirigir y liderar ya que no se respeta la ruta natural de ascenso laboral con base en conocimientos, entrenamiento, experiencia y madurez en donde además se aprende la razón y función del trabajo burocrático; mientras se identifican vicios y se plantean formas para erradicarlos e identificar las áreas de oportunidad que toda empresa tiene para corregir hasta hacer bien las cosas. Otra muestra la tenemos con las foto multas; primero al tirar por la borda un arduo trabajo para homologar los criterios entre los estados colindantes a la CDMX y ahora al desechar sin sentido útil la información que registra los abusos y faltas de los conductores.

Sobre el alcoholímetro hay tanta analogía en hacer las cosas mal; se ha colocado el retén en diferentes partes de la ciudad y a quien se sorprende se le hace víctima de una situación bochornosa que bien se podría evitar si se instrumenta algo menos primitivo pero con algo de inteligencia. Es decir que en los establecimientos en donde se expenden las bebidas y es un origen conocido de la posible causa del problema, se les haga corresponsables con quien al salir no se encuentra en aptitud de conducir, no lo haga ya que de allí hasta donde es retenido existe la posibilidad de que ocasione un accidente con las consecuencias luego conocidas. No se necesita ser Einstein para saber que los problemas se deben de resolver en su origen y que mejor que en el sitio que está plenamente identificado y cuenta con el permiso para ofrecer las bebidas a veces alteradas y en cantidades inmoderadas en su afán de lucro y/o la necedad del consumidor. Asimismo, los recintos de reclusión “Toritos” tienen un costo que se podría destinar a objetivos productivos y evitar mezclar a quien sólo tomo unas copas con quien ingirió sin control ni medida.

Las acciones emprendidas desde ese entonces son tan denigrantes que quienes las instrumentaron y no las han ajustado merecerían pasar por el infierno que supone el arresto con un criterio tan escaso, ante una problemática de círculo vicioso en la que se consume para evadir la realidad penosa del congestionamiento vial, la falta de transporte y el lamentable estado del país en lo económico, social y político; amén de exhibirlo en su lugar de trabajo.

 

 

 

La licencia para conducir permanente y los

compromisos asociados

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 31 de diciembre de 2020

Al inicio de este milenio en el DF se ofreció la licencia permanente para conducir más con interés político que racional, tal y como lo muestra el hecho de que ya no se expiden, y en caso de pérdida o robo no se repone. Este documento no exigía más que el costo de expedición a quienes lo tenían en vigor o caduco y con la exigencia de alguna dádiva para quien todavía no lo tenía, como es común en cualquier trámite oficial. Sin lugar a duda es una medida adecuada si se hace de manera que se otorgue una concesión que exige que quien la posea tenga conciencia de la responsabilidad implícita ya que se pone en sus manos la posibilidad de conducir un arma que puede ser mortífera en caso de uso inapropiado por no saber lo básico de la conducción,  distractores de cualquier tipo, hacerlo bajo el influjo de bebidas embriagantes, drogas o medicamentos que puedan inhibir las facultades o padecer alguna enfermedad que lo ocasione. El complemento sería una revisión periódica de facultades de la vista y el oído por lo menos.

Es difícil contar con un mecanismo preciso para garantizar que los conceptos de responsabilidad se cumplan siempre y de no ser así, aplicar el correctivo adecuado para que la sociedad no tenga pérdida de bienes y vidas debido a esta laxitud. Con esta finalidad se establecen primero cursos de adiestramiento en donde el aspirante aprende lo necesario y otros en donde se determina la estabilidad emocional, reflejos y madurez que le haga merecedor de un documento cuyo mal uso puede llevar a situaciones nocivas y graves para el bienestar social. En este tenor se han diseñado las pruebas de actitud y aptitud, identificadores del grado en que se encuentra el conductor y como mecanismo de control el sistema de puntos otorga una tolerancia mientras se desarrollan las habilidades prácticas y su revocación cuando se pierden, lo que indica no apto para confiarle la responsabilidad de  una tarea sencilla que requiere compromiso con la sociedad.

En México a cualquier encargado de despacho se le ocurre algo en ocasiones absurdo y sin mayor trámite lo echa a andar, para después tropezar con vacíos e inconvenientes; en el caso de la permanencia de la licencia de conducir que sin un adecuado protocolo se expidió sin contar con la justificación y peor aún sin criterios para revocarla; la vigencia de las licencias de conducir tiene sentido si en cada renovación se aplican exámenes médicos serios para garantizar un mínimo de facultades que proteja a la sociedad de accidentes, daños, lesionados y homicidios causados por el manejo inapropiado de vehículos, máxime cuando en el país las excusas e irresponsabilidad son las características más comunes entre la población mexicana y la seguridad vial es nula  como otras.

En cuanto a la problemática que genera una prueba de aptitudes en un entorno de tanta corrupción e impunidad se vuelve innecesario e inútil debido a que el aprobar o no los exámenes, depende más del recurso económico que de facultades. Por estas circunstancias es que en la entrega anterior, mi sugerencia fue establecer candados con entidades involucradas y/o afectadas cuando los procedimientos carecen de ética; en este caso las aseguradoras de vehículos podrían serlo; en general se podría extender a todo acto de gobierno, donde un tercero en discordia podría servir como aval de acciones que al día de hoy se encuentran inmersas en el pantano de la corrupción y al amparo de la impunidad que parece ser la única ventaja competitiva que ofrece el país, respecto a cualquier otro.  

Sin lugar a dudas la permanencia de documentos es de utilidad en actas de nacimiento, credencial de identificación o elector, pasaporte y cédula profesional. Resulta desconcertante que en donde se puede aplicar, no se aproveche y en algo que requiere verificar al menos que las facultades físicas y mentales sean adecuadas o cuenten con aditamentos para subsanarlo.

 

 

Licencia de conducir en la CDMX, con examen de conducción para

un feliz y próspero 2021.

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 25 de diciembre de 2020; 

Después de muchos años por fin en la CDMX retoman los exámenes de conducción que eran el preámbulo para acceder a una licencia para conducir vehículos particulares ligeros. Con base en lo anterior, cuando el gobierno federal hace algunos años lanzó una convocatoria para conocer cuál era el trámite más inútil, que con seguridad se desbordó por tantos que hay, al grado que yo envié el de la licencia de conducir ya que como no se tenía que demostrar más que la edad mínima y pagar derechos, se podría suprimir y ahorrar tanto el gobierno como el ciudadano el gasto y la pérdida de tiempo de un trámite que no le proporcionaba a la sociedad ningún beneficio; sería suficiente que el conductor con mostrar el IFE acreditara el requisito exigido para ser conductor de vehículos particulares ligeros.

En aquella ocasión, el trámite ganador fue el de una persona que tenía que solicitar de manera adicional los medicamentos que el médico le había recetado, tal y como ocurre en el IMSS; ya que de otra forma desdeñan en la farmacia la receta, al amparo de la timidez y humildad de muchos asegurados. Sin embargo, no es inútil sino innecesaria, ya que quien lo sabe, al final obtiene el medicamento, mientras que quien no sabe y/o no tiene tiempo para indagar y  tramitarlo tiene que comprarlo y no se le reembolsa. Esto demuestra la escasa preparación del jurado elegido y la autoridad que dio por válido algo que alguien con un mínimo de escolaridad podría calificarlo como innecesario pero para nada inútil, en detrimento por lo menos del que propuse; es lamentable que en algo tan nimio se exhiba el rezago educativo ya que tiene consecuencias aún más graves y peor aún que con el desempleo rampante, se tenga personal tan poco preparado, por decir lo menos cuando se podría seleccionar con mejores criterios.

Regreso al tema y con base en el liderazgo que tenemos en corrupción, mi sugerencia con base en la especialidad en transporte ha sido que se aprovechen experiencias como la de las aseguradoras de automóviles, cuando dotaban de bastón y un vale para que en agencias autorizadas instalaran alarma electrónica al vehículo ya que no venían integradas de fábrica y esto les ofrecía dividendos a ambas partes. La analogía consiste en que con la corrupción rampante y la obligatoriedad del seguro de los vehículos; sea, a través de acreditar un curso de manejo con instructores capacitados y corresponsables, que la aseguradora cubra, para que el conductor acuda y aprenda o reafirme los elementos de la conducción; y al aprobar, beneficiarse con la reducción del deducible, acceder a primas más bajas; y en caso contrario, rescindir el seguro o exigir una prima más elevada. Al instructor corresponsable, en caso de incurrir en actos deshonestos que se reflejen en accidentes por sus acreditados, se le aplique penalización que pueden ir desde revocarlo como instructor hasta fincarle responsabilidades o lo que un análisis más detallado determine adecuado para proteger a la sociedad de malos conductores y actos de corrupción o irresponsables para una tarea de impacto social trágico. No menos importante es considerar que quien se desplaza en las demás formas: bicicletas, patinetas, patines y similares; así como el peatón  sean adiestrados para que sepan de las reglas viales y que las alertas respecto a la circulación, son imperativo para evitar accidentes. Asimismo, todos  deberán de ser instruidos en la escuela elemental respecto a los conceptos de vialidad para que se protejan, las transmitan en su entorno, para que se eviten acciones irresponsables como las que se observan por todos lados.

Sin lugar a duda, esta nueva etapa viene a cubrir un faltante pero por desgracia la estrategia no sólo es insuficiente sino que no toma en cuenta la idiosincrasia y la necesidad que tiene el país de buscar y encontrar personal calificado en cada materia para que las transformaciones que se hagan resuelvan el problema que se enfrenta, se debe y se desea corregir para que no se quede en el papel para dar pie a otro instrumento de corrupción como en general ocurre.

Antes de terminar quisiera reflexionar respecto a otra medida adoptada en el sistema de puntos, la cual es de uso internacional, con la salvedad de llevarla con seriedad, ya que mientras que aquí decidieron que los puntos se acumulan en el año y al término, borrón y cuenta nueva, lo cual de poco sirve ya que la idea es que quien alcance una cantidad de faltas en puntos, que refleja su incompetencia para conducir bien, se le revoca la licencia y deje de ser amenaza social. Con lo expuesto se entiende el desastroso panorama en el Valle de México y en general en todo el país, donde las propuestas de transporte se hacen sin el conocimiento necesario para analizar situaciones y encontrar la forma de enfrentarlas para resolver problemas y situaciones.

Ojalá sirvan estas líneas para orientar al respecto, algo que no he logrado con quienes tienen la posibilidad de reorientar las acciones públicas a favor de una sociedad urgida de protección, buenos servicios; mejores políticas y encargados de despacho competentes en el tema; para que quienes no son aptos, no expongan a la ciudadanía a una pérdida que en el menor de los casos es sólo de tiempo, molestias y dinero; hasta los más graves que incluyen invalidez temporal, permanente o la vida.

 

 

La arquitectura doméstica imperativo para la salud,

higiene y seguridad

 

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 18 de diciembre de

2020

Continuar al interior de los hogares es la siguiente escala donde se encuentra que, a pesar de que se sabe y ha documentado que amén de ser el sitio más peligroso, esto se acentúa en el baño y la cocina, no se aprecia que se haga algo para evitar que los pisos sean resbalosos, máxime cuando allí converge todo; objetos, grasa, aceite y agua; más de uno ha sufrido fracturas al resbalar y caer; ni que decir de las escaleras que no respetan el ancho de la huella. Piso anti derrape debería de ser un imperativo impostergable, además de que en los lavabos las llaves se puedan asear y enjuagar después de usarlas y el agua escurra hacia el recipiente para de allí al drenaje y evitar que escurra por el piso lo que representa un riesgo además de ensuciar; o lo más común que no se limpien las manijas y de poco sirve lavar las manos, si tocan la suciedad impregnada en la llave al  abrirla. De importancia que la amplitud de las puertas permita el paso en silla de ruedas a cocina, baño y recámara; pues sin ello, sólo disponen de movilidad en la estancia.

En otro orden, el disponer de mingitorio en el área de la regadera y desplantado desde el piso permitiría que la tasa y el asiento del WC se mantengan libres de salpicaduras; asimismo, los infantes varones aprenderían desde pequeños la micción de una manera fácil, cómoda y práctica; además de evitar fricciones familiares por el estado en que queda la tasa de manera involuntaria, después de que un varón lo usa; para ello lo que se requiere es ubicar el drenaje de manera que se pueda emplear y huellas antiderrape que inclusive facilitarán el uso por ambos sexos con el auxilio de una barra de seguridad para que las féminas se sujeten cuando lo usen de aguilita. No menos importante sería el contar con bidet, para higiene íntima y como asiento para tomar el baño con seguridad y comodidad. De esta forma además, se podría ahorrar agua pues no la requerirá en cada uso como mingitorio, escurriría por gravedad y durante el baño el agua arrastrará y limpiará de manera natural los orines.

Los balcones deberán de ser rediseñados para que por ningún motivo agua u otro tipo de objetos pueda caer a la calle por descuido o indiferencia de quien asea ese sitio, o peor aún cuando alguien hace uso del mismo y ocasiona que algún objeto pueda caer al vacío, máxime ahora que tenemos edificios tan elevados. Además de que cuando alguien de un piso superior asea, los desechos al caer, ensucian los balcones inferiores e inhiben la utilización del balcón.

El cuidado y uso del agua conforme a la calidad que en cada caso se necesita es un pendiente que parece a nadie corresponde atender y se prefiere continuar con el dispendio irresponsable del agua limpia a veces potable indispensable para consumo humano e higiene únicamente; sin disponer de un agua gris en donde ésta sea suficiente e incluso para darle varios usos secuenciales verter para un uso terminal en los jardines si no lleva químicos, para reducir la descarga al drenaje. No podría dejar de mencionar que el agua de lluvia que ahora escurre sin provecho, con una adecuación y pendiente mínima se podría llevar a pozos de recarga de acuíferos y a la tierra vegetal para infiltración y nutrir a la vegetación en el trayecto antes de recargar acuíferos y tal vez evitar que algunos árboles caigan por la falta de sujeción en terreno reseco, en las épocas de ráfagas de viento. No menos importante es aplicar tecnología y estrategias adecuadas para cuidar el agua que se desperdicia por negligencia, mal diseño o falta de mantenimiento en las instalaciones sanitarias. El cuidado de la energía es otro factor a considerar ya que se puede ahorrar con ayuda de detectores de presencia y nivel de iluminación, para que encienda cuando es indispensable y no se desperdicie por descuido para accionar los interruptores.

En cuanto al mantenimiento de los edificios, parece que no se considera la necesidad de limpiar las ventanas y no se diseñan de manera que se facilite hacerlo en los pisos superiores, de manera segura y fácil que se puede tener con ayuda del cuidado en el diseño de los ventanales para que los vidrios se puedan asear. Ejemplo de lo que no se debe de hacer lo pueden constatar en donde se exhiben las huellas que han dejado las diferentes capas de pintura aplicadas para conservar el edificio.

Al interior de los centros comerciales y en los baños públicos en general, cuidar que las puertas de éstos abran hacia afuera recargando el cuerpo ya que en ocasiones por falta de insumos o aseo de manos de los usuarios contaminan con desechos fecales y al salir queda peor de cómo entramos al aseo. En cuanto a las necesidades menores a que estamos sujetos, algunos con más frecuencia que otros, pero que requiere completarse para proteger la salud, colocar mamparas para que cualquiera y todos puedan acceder de una manera inmediata, sana, fácil de asear e incluso sin costo, para desintoxicar el organismo; cuyo costo es marginal y el beneficio en salud e higiene representa un enorme ahorro para el sector salud, el individuo y la sociedad.

La arquitectura tiene compromisos ineludibles que atender y, desafortunadamente por la manera en que se ha estructurado la educación, y a la luz de lo expuesto sería necesario abrir espacio para reflexionar si hay razones para incluir en los planes de estudio el observar el entorno para identificar que no funciona, lo que ha quedado mal o es inadecuado y que es urgente e indispensable corregir o adaptar de acuerdo al avance tecnológico, el cuidado del planeta y los recursos que se dilapidan por doquier. Asimismo, considerar que un profesionista  escasamente acumula 15,000 horas de clase a lo largo de su formación, parte de la cual se da en la infancia cuando la madurez es limitada y el cerebro todavía no se ha desarrollado, salvo honrosas excepciones, pueda llegar a acumular el conocimiento de vida que en 30 ó 40 años un  adulto acumula con lo que padece un día sí y otro también por toda suerte de descuidos y descortesías en la vía pública, espacios comerciales, viales, habitacionales y el hogar; en mí caso he tratado de recordar lo que me ha ocurrido y es posible corregir y erradicar, para no aceptar que las cosas son así y así se quedan; he tenido que aprender a subir y bajar escaleras de otra forma cuando ha sido necesario para no  lastimar la espina dorsal ni el calzado.

 

 

La arquitectura, ajena a las necesidades de higiene, sanidad,

seguridad y viabilidad del planeta

 

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 11 de diciembre de 2020

Las zonas urbanas y ciudades tienen faltantes que es necesario señalar para que quienes se ocupan de buscar evolución en la vida en sociedad se percaten del descuido tan lamentable en que nos encontramos debido a criterios que parecen ajenos a las necesidades presentes tanto en los inmuebles como en todo el entramado urbano en donde participan profesionales. Empezaré por señalar el mal entendido respecto a los tipos de propiedad que existen básicamente la privada y la pública; el conflicto ocurre debido a la falta de respeto de esta última por parte de cualquiera en México, al amparo de una legalidad porosa y acomodaticia; pero se acentúa por quienes frente a su domicilio, consideran que lo que está enfrente también les corresponde y apartan parte de la vialidad, disponen de la banqueta para jardín circundado con objetos punzocortantes que ponen en riesgo la integridad de quien transita por allí y/o su vehículo en detrimento del peatón; abaten sus puertas y portones sobre el espacio público lo que se agrava cuando alguien pasa por allí y es privado de su derecho a circular; es golpeado al pasar cuando se abre, o al bloquear el carril de circulación para esperar que abra o cierre el portón que ocupa el espacio disponible que se podría utilizar mientras se completa la maniobra para no interrumpir el tránsito; además de que en ocasiones tiene dimensiones descomunales al amparo de la indiferencia de la autoridad.

En las calles anchos de banqueta insuficientes, desniveles por doquier, ubicación de carriles ciclistas sin considerar el carril de servicio con todo lo que implica ese carril para el abasto, mudanza, ascenso y descenso de pasajeros, descompostura de vehículos, recolección de basura y lo que una eventualidad o emergencia requiera. Además muchos elementos se alojan sin tomar en cuenta perpetuar la funcionalidad urbana y el respeto a la ecología y el medio ambiente. Importante será revisar los balcones para que tengan desagüe y no descarguen a la vía pública cuando se lavan, riegan plantas o llueve pues el agua puede caer sobre el transeúnte.

En estaciones de metro, entradas a edificios, sobre la banqueta y donde a alguien se le ocurre, colocan escalones innecesarios que dificultan el flujo, acceso y salida a personas mayores, lesionadas o con incapacidad motriz; es indispensable retomar el punto pues ahora se exige en muchos sitios la rampa para discapacitados, sin reparar en que alojarla así nomás, representa más un riesgo que la solución a un problema marginal que no fue considerado con oportunidad. En cuanto a la ayuda sonora para personas ciegas en algunos cruces, implican el desconcierto para otros seres vivos como los perros, que al escuchar la alarma se confunden; es necesario hacer acopio de talento para revisar lo que hacemos de manera tan poco reflexiva, por decir lo menos, para buscar una solución adecuada que no ocasione situaciones inconvenientes o incluso peores.

En las esquinas es necesario desvanecer el perfil de la banqueta de forma racional para que no represente un peligro pasar por allí; no aplicar pinturas de esmalte que cuando llueve o se mojan las hacen resbalosas y peligrosas. La altura de la banqueta debe de permitir la apertura de las puertas de los vehículos comunes y no permitir jardineras cercadas que lo impiden e incluso pueden dañar el tronco y la salud de la vegetación. Entre lote y lote espacio suficiente para aparcar vehículos y no autorizar que todo el frente se convierta en acceso al inmueble.

La pendiente en las calles, calzadas, avenidas o como se denomine a la vialidad deberá de ser revisada para que no se permitan las barbaridades que existen en algunos sitios escarpados que se deberían destinar a reserva ecológica inhabilitada para comercialización y construcción; con vegetación de protección para evitar el arrastre del suelo vegetal en caso de lluvia o escurrimiento.

Retornar a la distribución del terreno en mitad para construcción y el resto para jardín parece sensato aunque costoso en los términos económicos presentes, pero indispensable si deseamos corregir el grave problema de contaminación que ya representa una elevada carga y se augura irá a peor. Aislar los problemas de salud, medio ambiente, cuidado del agua, transporte y todos los que engloba una urbanización es el camino fácil que hemos tomado para ocasionar los males de los que ahora nos quejamos, afectan y no parece que podamos solucionar; además de que no habrá recursos suficientes ni reparación que remedie lo que ya se ha dañado.

El cuidado y uso del agua conforme a la calidad que se necesita, para consumo humano y para uso comercial o riego de jardines; este es un pendiente que parece nadie quiere atender y se prefiere continuar con el dispendio irresponsable del agua limpia a veces potable que se requiere para consumo humano e higiene; sin disponer de un agua gris en donde ella sería suficiente e incluso después de algunos usos secuenciales se podría verter para su uso terminal en los jardines y con ello reducir el caudal de descarga al drenaje. No podría dejar de mencionar que el agua de lluvia que ahora escurre sin mayor provecho, con un arreglo en los andadores se podría dirigir a la tierra de las jardineras para su infiltración y nutrir las especies vegetales y recargar el acuífero y tal vez con ello evitar que por el viento algunos árboles caigan por la falta de sujeción al terreno, por parte de unas raíces que se han separado de él, por la falta de humedad.

Como se puede ver los pendientes son muchos y diversos que rebasan nuestro limitado intelecto, lo que se suma a la falta de educación y valores en cuidado del planeta de quienes lo habitamos, al margen de términos económicos y/o políticos cuestionables. Sin duda habrá otras molestias e inconvenientes que se pueden ventilar con la participación de criterios más amplios por profesionales mejor capacitados que con humildad acepten sugerencias y quejas de quienes habitan la urbanización a ser intervenida, para erradicar los vicios que las envuelven.

 

 

 

La ingeniería

para aprovechamiento óptimo del agua

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 5 de diciembre de 2020

En México, tenemos circunstancias que complican el manejo de las obras hidráulicas ya que desde hace algunos años quien toma las decisiones no cuenta con el criterio técnico elemental necesario para un puesto de esa responsabilidad y se fundamenta en consideraciones cuestionables. Así la empresa que genera energía CFE, debe mantener el nivel del agua lo más elevado posible para aprovechar al máximo el potencial del agua para generación de energía, lo que es contrario al objetivo primordial de la entidad CONAGUA, que necesita niveles bajos antes de la temporada de lluvias, regularlo y mantenerlo así para poder almacenar la mayor cantidad de agua posible en caso de enfrentar la eventualidad de una tormenta atípica, huracán o escurrimientos extraordinarios, para proteger a las poblaciones y terrenos que se encuentran debajo de la infraestructura; con esto en mente presento lo siguiente.

 Las obras hidráulicas cumplen con los parámetros establecidos para su protección y con ello la de quienes se encuentran expuestos en caso de falla; sin embargo, el cambio climático ha catapultado la magnitud de los fenómenos naturales a niveles que hacen cuestionar si las medidas de seguridad empleadas son aún adecuadas y válidas. Por lo anterior, parece que será necesario que de inmediato y con urgencia se revise si con los adelantos tecnológicos y las experiencias pasadas, se pueden incorporar elementos para diseñar los proyectos con una visión actualizada, tal y como ya se ha hecho con otras experiencias debido a una falla geológica no detectada por donde el agua se fuga y no permite el llenado de la presa; o lo que ocurrió en el desplante del corazón impermeable, donde otra falla aumento costos por obras adicionales y muy especializadas que no se contemplaron en los estudios geológicos y se modificó la forma de hacerlos para evitar en lo posible estas sorpresas.  

Ahora tenemos la situación en donde cada año ocurren inundaciones extraordinarias en Tabasco, como consecuencia del vertido de aguas excedentes en la presa de Peñitas; considero que es tiempo de reflexionar respecto a la posibilidad de que esas aguas se dirijan a otra cuenca en donde haga falta o en donde no coincida con las torrenciales lluvias que contribuyen a un desastre. Esto sin duda es costoso, no sé si viable en las precarias condiciones económicas del país, pero sin duda es posible realizar un ejercicio económico financiero para determinar cómo podría ser factible, y con base en las pérdidas anualizadas evitadas, determinar, en cuantos años se salda la inversión o contemplarlo dentro de los costos del vertedor con un enfoque alterno, en donde la descarga se dirija con este nuevo criterio; habida cuenta de que las vidas y molestias son invaluables, difícil de cuantificar e imposible restaurar. Con base en las experiencias, evaluar con apoyo de tanta información existente y las posibilidades que ello ofrece, que conjunto de elementos pudiera aliviar aunque sea en parte el agua excedente y no se vuelva el dolor de cabeza en que se ha constituido, si se logra canalizar de manera viable y al menor costo; de tal forma que se transforme en el valioso insumo por el que tanto se sufre en donde falta el agua; con lo que se podría incluso financiar el costo adicional que conlleva y recuperarlo a través de otras vías: ahorro en daños evitados, beneficios adicionales, actividades económicas creadas y en general con todo lo que podría generar en empleo y mejora a zonas deprimidas o poco favorecidas por la naturaleza. Esto se podría lograr si se establece un acuerdo entre las entidades en conflicto para que se hagan las inversiones necesarias para desfogar los excedentes en otra cuenca para además no disminuir la capacidad de generación que se pierde cuando el agua que se vierte y que ésta se pueda aprovechar si se hace de otra forma, bien y al margen de tanta ignorancia en un tema tan delicado ahora que se tiene conciencia de su valor estratégico.

Sin lugar a dudas esto debe ser analizado por quienes han estudiado el agua, los que estén familiarizados con proyectos de este tipo y magnitud, por grupos multidisciplinarios que cuiden que no se omita ningún punto que pudiera llevar al fracaso del proyecto y con ello dilapidar el recurso económico y los beneficios contemplados. Además y no menos importante es el hecho de que la protección y su costo elevado es un seguro que hay que tomar y no escatimar.

El país ha sido catalogado como semidesértico, pues tenemos lugares en donde falta el agua y se necesita recargar acuíferos, dotar de agua para riego y potable en las poblaciones y, si para la CDMX se trae desde cientos de kilómetros, porque no pensar en algo similar para otros sitios de tal forma que se alivien a la par las presiones por demanda y exceso de líquido de una manera que se puedan balancear estas circunstancias en un entorno de ganar-ganar, a condición de invertir talento y recursos.

 

 

 

 

Planeación del Transporte Público de Personas 

 

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 28/noviembre/2020 

 

El transporte público debe de enfocarse como un instrumento que ayude a la sociedad a optimizar la movilidad y el desplazamiento de bienes y servicios así como el de las personas, ya que al aligerar las vialidades de la carga vehicular particular será posible que los vehículos de carga puedan disponer de más y mejores condiciones para sus actividades económicas. 

 

Es importante señalar que el transporte público no se debe de construir con una mentalidad estrecha de que va a servir para que las clases desposeídas lo utilicen y que por ello cualquier cosa que se les brinde es satisfactoria, sino considerar que servirá a las clases sociales favorecidas, cuando lo consideren una buena alternativa de desplazamiento que no denigra al usuario, y por ello el servicio debe ser de una calidad única para seres humanos que merecen respeto y atención aunque económicamente no hayan sido bien correspondidos. 

 

El otro aspecto que se debe de buscar es que el esfuerzo requerido para usarlo sea el mínimo y de no ser posible, al menos el óptimo y evitar penosos recorridos por un laberinto interminable, sin lógica ni razón, salvo la escasa capacitación de quienes los proyectan y construyen, ajenos las más de las veces al sufrimiento y molestias que sus desaciertos ocasionan, sobre todo en los trabajadores que con esfuerzo físico cumplen su faena, para que todavía se les torture en estos mal llamados sistemas de transporte. 

 

Que los sitios en que se enclaven las estaciones y las diferentes opciones de acceso coadyuven a disminuir los tránsitos innecesarios por los cruceros de las avenidas, para servir de valioso instrumento para permitir el flujo de vehículos en una y otra dirección, además de evitar que el usuario del transporte y/o el peatón quede expuesto a ser arrollado cuando tiene la necesidad de cruzar de una esquina a otra entre la jungla de vehículos cuyos conductores cada vez se muestran insensibles, irresponsables y ajenos a las consecuencias que sus acciones intempestivas y torpes ocasionan. 

 

El que el transporte público llegue en la mejor forma al destino del usuario es la medida que se puede utilizar para evaluar y juzgar su bondad o inutilidad. De poco sirve que llegue a las inmediaciones de la Universidad, cuando todas las facultades e institutos, destino de los estudiantes quedan tan distantes que necesitan auxiliarse de otro medio de transporte que las más de las veces no cuenta con capacidad ni para la décima parte de la demanda, lo que los constituye en un verdadero instrumento de tortura y castigo para el infeliz que se ve en la necesidad de utilizarlo, o de que consciente de contribuir a proteger el medio ambiente, a la siguiente oportunidad lo desecha por nefasto en aras de su salud, seguridad, economía y tiempo. 

 

El transporte público, la pandemia, el

 

tabaquismo, obesidad y diabetes.

Por: José Pedro Santiesteban Oliva                 21/noviembre/2020

Desde que el metro de la CDMX se construyó, se copió el proyecto francés, con todo y los descuidos que a principios del siglo XX los pioneros en transporte de este tipo, por falta de experiencias introdujeron con el inicio de este tipo de transporte; se hicieron pruebas y el o los errores identificados se han corregido con la técnica que poco se aplica en México y que consiste en prueba y error, hasta encontrar la forma de hacerlas cosas cada vez mejor hasta que eventualmente queden bien; a contrapelo, parece que aquí la técnica se ha mal entendido y se aplica al revés, es decir se comete un error y se repite sin recato, para probar que es lo correcto; lo que por desgracia nunca ocurrirá por razones obvias.

Ahora con la amenaza del covid, se hace padecer a todos de un recorrido tortuoso por las instalaciones del metro; algo que ya los usuarios frecuentes de estaciones habíamos identificado y encontrado la vía más práctica para compensar los malos diseños y los incomprensibles largos, peligrosos y tortuosos recorridos al cambiar de línea en las estaciones de correspondencia e incluso al ingresar a cualquier estación. Más dramático es el caso de que ahora que por fin han instalado sanitarios públicos de cuota en algunas estaciones, los han clausurado como si no fuera una necesidad básica que debe ser atendida y otra prueba de ello es de que en las calles todavía no se percatan de la importancia de cubrir esta necesidad básica que cualquier ser vivo tiene como preventivo de enfermedades renales y otros daños colaterales consecuencia de la ingesta limitada de agua, que es indispensable para conservar en buen estado los diferentes órganos; lo que ha dado lugar a que proliferen baños públicos de cuota elevada, respecto al salario mínimo que muchos reciben, y con dudosa higiene.

No menos importante es el que colocan sin un criterio de funcionalidad en los andenes, calcomanías para que los usuarios esperen la llegada del convoy; tal y como sólo han colocado en algunas estaciones la señalización que marca la ubicación de las puertas, lo que facilita el que haya menor posibilidad de flujos frontales entre los pasajeros que quieren acceder y los que descienden; situación que por ahora se ha identificado como de la mayor importancia para evitar la propagación de los contagios del covid, y aún en estas circunstancias no se corrige esta ausencia en la mayoría de las estaciones, para que sea de utilidad y se haga costumbre y cultura.

El uso de cubre bocas no es asunto menor y se requiere que se haga de manera correcta y se busquen formas dinámicas para lograrlo, que los viajeros eviten las conversaciones, la ingesta de líquidos y alimentos tanto en las instalaciones como durante los trayectos ya que al deslizar el cubre bocas puede permitir el flujo del virus a través de las áreas expuestas en nariz y boca.

No menos importante es el hecho de que la autoridad no ha aprovechado que para fumar se requiere de abatir el cubre bocas, con lo que podría ser la ocasión esperada para dar la puntilla al tabaquismo y proteger a la población en la vía pública, al restringir y prohibir el fumar en todo el espacio público, con lo que el área para hacerlo se limitaría al hogar en donde el daño se circunscribe al núcleo familiar y social del fumador. Es una lástima que algo tan lógico no haya sido considerado cuando hay procesos legislativos para proteger a los no fumadores y ya van más de 100,000 muertes tan sólo en México por el covid. Sin lugar a dudas, falta estrategia para buscar las áreas de oportunidad para que la protección a la salud sea efectiva y los menores costos sociales y económicos. En este caso la industria del tabaco tendría que buscar cómo ayudar a paliar la grave situación, destinar recursos para la investigación y búsqueda de alternativas útiles para el tabaco; lo que no ha logrado la razón, el sentido común y el interés por la salud de la población, parece que lo podría lograr la circunstancia catastrófica del covid. Algo análogo se podría instrumentar para que la industria de alimentos y bebidas cuyo uso y abuso se ha identificado como causante de obesidad y diabetes, lo que hace más vulnerable al individuo para ésta y otras afecciones.

 

 

"Sí, por México", propuestas que luego se olvidan y no se

cumplen a los mexicanos

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 12/noviembre/2020

Las agrupaciones y organizaciones aglutinadas en “Sí, Por México” exhiben los motivos que los han llevado a demandar a través de este movimiento el conjunto de molestias, quejas y preocupaciones de la sociedad mexicana: inseguridad, daño al medio ambiente y a la ecología, desastres naturales, asesinato de mujeres, insuficiente infraestructura, proyectos erráticos, salud que ahora se agrava debido al covid, educación, empleo, desdén a energías limpias por señalar las de más apremio o más visibles hoy.

Para ello suscriben un acuerdo con los partidos políticos PRI, PAN y PRD, como si con ello se pudiera garantizar que cuando vuelvan a encabezar el gobierno cumplirán con las demandas que desde hace mucho tiempo se han señalado y nunca las han cumplido, aun y cuando se hayan comprometido durante las campañas y lo que se argumenta es que el ciudadano se creó expectativas muy por encima de lo que se ofreció; cuando lo que ha ocurrido es que no existe forma para que el incumplimiento genere una reparación del daño por omisión de quien ofreció y no cumplió. Peor aún resulta cuando estas acciones han llevado al país al lamentable estado en que nos encontramos y en donde siempre sobran explicaciones, excusas y justificaciones que nada resuelven y cada ciudadano debe de cargar con las consecuencias negativas que los incumplimientos generan en detrimento de su calidad de vida, desarrollo, situación económica y social y en suma limita e impide el crecimiento económico del país.

Es cierto que por ahora el partido gobernante ha seguido los pasos de sus predecesores con resultados insuficientes y el desencanto de una población urgida de soluciones y no de explicaciones respecto a lo que ya era conocido y que motivo el desbordamiento para llevarlos al poder con unas ilusiones que se repiten en cada elección por la escasa memoria entre otras cosas del mexicano común y de lo que se aprovechan.

Es lamentable percatarnos que mientras el tiempo pasa, la población crece y aumenta y con ello las exigencias en justicia, educación, salud, empleo, infraestructura, vivienda; no se emprendan acciones firmes y enérgicas que resuelvan la problemática en lugar de distraer para explicar los magros logros o los fracasos resultantes; tal y como lo han hecho sus predecesores con el rezago resultante que tan mal parado tiene al país ante el mundo y peor a quienes tenemos que vivir en condiciones tan insatisfactorias debido a que se repiten esquemas, patrones y políticas equivocadas que resultan nocivas para la sociedad.

Mientras no se encuentren instrumentos efectivos para qué se cumpla con lo que se propone en tiempo, forma y magnitud; sin que exista la salida fácil de que se hizo lo que se pudo y permitían las circunstancias, por desgracia esto no es ni suficiente, ni adecuado, ni oportuno; y peor cuando la conclusión arroja que se hizo lo que nunca se debió de haber emprendido, mientras que los cuantiosos recursos destinados para ello, ahora no hay forma de aprovecharlos y peor cuando incluso generan deuda e intereses que religiosamente deberán de cubrirse a cada vez mayores tasas de interés por la peor calificación como país que se va alcanzando a través de este rosario de torpezas y malas decisiones. Más que propuestas de Perogrullo; se requiere de compromisos y responsabilidades que se cumplan aunque al parecer se carece de elementos para garantizar su cumplimiento, ni el carácter responsable para enfrentar las decisiones equivocadas y pagar por ello, tal y como sucede en muchas otras latitudes en donde la integridad, ética y moral son apreciadas, se identifican y valoran.

 

Reflexiones sobre el “Outsourcing”

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 6/noviembre/2020

El outsourcing tiene un nombre adoptado de otro idioma como si en español no existiera equivalente y en vigor desde antes; es decir la contratación de servicios técnicos, profesionales o personales por honorarios y con alcance claro y definido.

Desde que tengo memoria, en México se contrata personal doméstico, al mecánico, al que repara zapatos, artículos electrodomésticos, electricista, plomero, albañil, contador, actores, cómicos y una gran variedad de gente para muy diversas tareas de mayor o menor duración y un fin específico. Esto representa un beneficio para ambas partes ya que se obtiene un servicio a un precio competitivo y abre el espacio para que más personas se puedan beneficiar de un ingreso que de otra forma no podrían obtener o el espectro de solicitantes sería más reducido ya que no todos podrían contar con la capacidad económica para contratar a un profesional registrado, acreditado y de acuerdo a un tabulador que considere los costos directos e indirectos en apego a las normas laborales vigentes y las prestaciones sociales que considera.

En este contexto, con el paso del tiempo a alguien se le ocurrió la creación de una organización empresarial que con base en estos elementos naturales y de sentido común, pudiera generar riqueza y beneficios dentro del marco legal vigente en el país y que por la complejidad, vacíos, exigencias y un sin número de trámites y procedimientos en ocasiones dificulta que el emprendedor dedique su esfuerzo y el tiempo completo al negocio o actividad que le reditúa agrada; con lo que la sociedad obtiene un beneficio que de otra manera no se da, se disminuye o se diluye en detrimento de iniciativas empresariales de las que tan urgido está el país, en donde el desempleo y la informalidad son mayoría con lo que se genera el descontento y la descomposición social que padecemos en las diferentes formas de ilícitos que cubren todo el territorio en perjuicio de las instituciones, bienes y servicios; así como de familias y con saña en féminas como lo exhiben las cifras que sobre delincuencia registran en una dimensión que rebasa con mucho los promedios mundiales y peor aún si estos números son distintos y por debajo de la triste realidad.

En el sector público aparecen reminiscencias de estas prácticas en la contratación por honorarios de personal cuando por las restricciones legales y económicas así lo han tenido que resolver, sin que nadie repare en los negativos para el trabajador; quien dadas las circunstancias del país prefiere recibir algo que nada; a ello se suma la escasa cultura de previsión y ahorro para un retiro digno y cuando incluso el deterioro en la salud aparezca  y se convierta en un gasto catastrófico no sólo para las instancias de salud sino incluso para el individuo y su familia, arrastrada por los gastos y exigencias que algunas enfermedades ocasionan y no son cubiertas por los seguros. Otra vertiente se encuentra en el hecho de que incluso a quienes conforman la nómina le integran su salario con variados y diversos apartados que no generan la retención para constituir el recurso necesario para cubrir el pasivo laboral con que se pagará la renta o pensión de retiro.

Otro foco rojo ha sido el hecho de que una y otra vez se habla de la quiebra técnica del IMSS y el ISSSTE; los descomunales pasivos laborales de las empresas productivas del estado que no alcanzan a cumplir de manera sana con las exigencias legales de las prestaciones económicas que cada trabajador representa de acuerdo a las disposiciones laborales. Sin lugar a dudas, lo que se plasma en disposiciones legales respecto a las prestaciones laborales, no va acompañado del análisis serio para avalarlo ni de las actualizaciones actuariales que tengan lugar y es en esas condiciones que el estado se hace responsable de cubrir disposiciones por encima de lo que un negocio permite para mantener el sano crecimiento y equilibrio en la nación.

Con base en lo anterior me atrevería a señalar la conveniencia de revisar con cuidado los positivos y negativos que el “outsourcing” tiene asociado y si me apuran antes de tomar una decisión respecto a su futuro, lo deseable sería rescatar lo positivo y buscar la forma de que los negativos y abusos sean corregidos con objeto de no lesionar a las personas trabajadoras que aunque en forma disminuida se benefician de esta figura legal. Y que  una vez reorientado, relanzarlo para tratar de erradicar los enormes rezagos laborales y económicos que se tienen a saber: desempleo, informalidad, trabajo infantil y cualquier vicio que se identifique, para que ahora si se reoriente al país de acuerdo a los muy avanzados postulados de la constitución de 1917, de la que tanto se vanaglorian, pero que hasta ahora no se ha cumplido en rubros de educación, salud, empleo, alimentación, para vergüenza nacional, lo que ha dado por resultado cada vez personal más incompetente aun en tareas nimias y cotidianas, como se puede constatar en todos los ámbitos en que se mide la competitividad del país respecto a otros a nivel internacional.

 

 

 

El Covid19 y el uso del cubre bocas

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 30/octubre/2020

En todo el mundo existe un rebrote de la pandemia Covid19 y México no es la excepción preocupa que llevamos varios meses agobiados por recomendaciones que por severas y ante el descrédito que a lo largo del tiempo acumulan los funcionarios públicos de las diferentes dependencias de gobierno, ahora existe escepticismo respecto a la veracidad de la información sobre este grave problema de salud pública, máxime cuando los profesionales hemos puesto sobre la mesa en más de un caso graves deficiencias académicas que harían temblar a cualquiera.

Como se dice respecto a la importancia de saber o no si los animales son capaces de sentir, lo importante es saber que son capaces de sufrir si se les aplican malos tratos; así en este caso no es importante saber si nos dicen o no la verdad respecto a la peligrosidad del virus que nos tiene postrados desde principios de año con un impacto económico que ya ha causado estragos, incrementado delitos de robo, violencia doméstica y mayor agresividad en todos los ámbitos.

Es desconcertante usar el transporte público y observar como la exigencia de usar cubre bocas de manera correcta se indica con diagramas claros que al parecer son insuficientes para que se comprenda la importancia de cubrir con el paño o tela la nariz y la boca para que no escape del cuerpo por esas dos vías algún elemento infectado impregnado en las mucosas que se llegan a expeler por esas cavidades. Difícil para cualquiera el aconsejar el uso correcto a cualquiera de su entorno, sin exponerse a sufrir una respuesta descortés o incluso agresiva por invadir el espacio que considera que no es de su incumbencia.

Lamentablemente por este sendero el control de la expansión del virus se torna difícil por no decir que se imposibilita ya que aunque seamos muchos los que ante el temor de infección tomemos precauciones, si la propagación crece en la forma desmedida en que lo hace, no serán suficientes todos los cuidados aislados que tengan quienes se esfuerzan por usar de manera correcta el cubre bocas a pesar de la incomodidad que ello representa mientras se acostumbra el individuo a esta nueva situación que en honor a la verdad es molesto, pero conforme se hace costumbre es más llevadero.

En estas circunstancias y antes de que se obligue a un nuevo confinamiento es importante que las autoridades y la sociedad encuentren vías de comunicación, concientización y obligación de usar de manera correcta el único instrumento al alcance para intentar contener la pandemia y los estragos catastróficos en salud, educación, economía, emocional y los que se sigan acumulando.

En estas líneas intento ofrecer un panorama que ayude a formar conciencia en la importancia que cada uno de nosotros tiene para evitar la debacle que se avecina de seguir como vamos; como siempre nada nos embona como bien se dice por allí; sin embargo, en este caso o tomamos conciencia o no lo vamos a contar y como decía Mahatma Ganhdi “Sé el cambio que quieres ver en el mundo”; que mejor ocasión que está para dejar salir y sentir que no somos tan torpes como nuestros últimos comportamientos parece que muestran. Dejo en la conciencia de cada quien el hacer el esfuerzo que le corresponde para que se salga lo mejor librado que se pueda de esta apremiante situación que nadie imaginó tan catastrófica como lo muestra el más de un millón de muertos en todo el mundo y ni para cuando se tenga una vacuna segura.

 

 

Ecología y Economía temas que urge resolver

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 23/octubre/2020

Desde hace algunos años se ha denunciado la gran cantidad de desechos inorgánicos que impunemente desde cualquier sitio se dejan revueltos y a la intemperie para que la naturaleza los transforme como lo hace con los desechos orgánicos que forman un ciclo virtuoso al volverse nutrientes para el suelo y sirven de alimento a la flora y fauna que por allí se encuentra; sin embargo, lo inorgánico no se transforma positivamente con los elementos naturales, su vida es muy prolongada y los efectos negativos enormes, incalculables y no se alcanza a dimensionar en todo lo que afectan al planeta; sin embargo, lo que si se sabe es que cada vez estamos más cerca del colapso por el abuso de la mal llamada inteligencia del ser humano que si escudriñamos, quisiera saber de dónde salió tal disparate o a quien se le ocurrió una definición tan distante de la realidad que se vive día con día.

Es ahora que la actividad económica ha sufrido un alto como consecuencia de la pandemia del Covid19, que tiene postrado al mundo y no acertamos a encontrar el remedio estamos a merced de la suerte de contar con un organismo sano capaz de sobrellevar los embates de un virus tan agresivo y mortal que incluso no se sabe si es fruto humano en forma de arma bacteriológica, como tantas otras invenciones fallidas que han sido mal utilizadas o se salen de control para caer en manos criminales o simplemente en gente con escaso sentido común y carencia de valores éticos, morales e integridad.

La ecología ha sido hasta ahora la ciencia menos comprendida ya que a nadie le parece importar que actos irresponsables tan simples que pueden y deben ser evitados o controlados con educación, cultura y una transmisión de valores y principios de integridad; así como un replanteamiento de la economía y los fundamentales a tomar en cuenta cuando se llevan a cabo los sesudos estudios para justificar desde la rentabilidad de proyectos, las inversiones en actividades que al final resultan contrarias o peores que el remedio que pretendían constituir.

Sin lugar a dudas el dinero es un instrumento que facilita el intercambio de bienes y servicios en cualquier sociedad ya que como cada cosa tiene, representa o se le ha asignado un valor en  función de la abundancia o escasez; el deseo o la necesidad; el placer o el desagrado que ocasiona; el esfuerzo o la facilidad con que se puede suministrar; sin embargo, siempre sujeto al criterio de los poseedores de la fuerza o el poder. Es así como vemos el desplome del precio de los productos agropecuarios y la postración de quienes trabajan el campo ante quienes les compran el fruto de su trabajo que además tiene múltiples riesgos, desde los de la naturaleza, la inseguridad y las vías para llevarlo al mercado; mientras que en la red de distribución, los poseedores del poder económico y los medios para proteger, mantener y llevar el producto en la forma y cantidad que el consumidor final requiere; con lo que se benefician en mayor medida intermediarios denominados coyotes que como sanguijuelas obtienen la mayor y mejor parte de la riqueza que con tanto esfuerzo se llega a generar y sin grandes riesgos.

En la actualidad la pandemia ha puesto de manifiesto el enorme desequilibrio que se ha generado con el abuso en el consumo de productos inorgánicos para la protección de la salud que por descuido negligencia y un desdén respecto al cuidado que debemos de prestar al medio ambiente y el planeta en general ya que parece que no hemos sido capaces de entender que el mundo es un espacio cerrado acotado por diferentes capas en donde se mantiene todo contenido en el aire, la tierra y el agua y en la medida que se descuida lo que hacemos y sus consecuencias, deterioramos estos tres elementos vitales para la vida como la conocemos.

La atmósfera la hemos contaminado al grado que tenemos que sufrir por enfermedades en las vías respiratorias cada vez más graves y frecuentes; al tiempo que genera condiciones poco favorables para la vida. En la tierra se depositan residuos tóxicos que incluso llegan a penetrar y dañar los mantos acuíferos y los terrenos superficiales de cultivo o reservas naturales, con el inconveniente de que elementos como el viento puede arrastrar estos desperdicios hasta sitios inimaginables cuyas consecuencias dañan a inocentes que no merecen pagar por los descuidos de irresponsables. A los ríos y mares se descargan o llegan residuos incluso peligrosos resultado de procesos industriales y comerciales que no reciben el tratamiento adecuado para no dañar los sitios a donde llegarán.

En este  entorno debe de iniciar de inmediato una acción conjunta que atienda todos los factores que intervienen en las actividades humanas que se aceptan para que la vida sea cada vez más confortable y que prevenga o no se detenga en la búsqueda permanente de los efectos o consecuencias que puedan generar impactos nocivos al bienestar que se pretendía alcanzar; redefinir algunos conceptos no parece descabellado a la luz de los resultados obtenidos y que requieren ser analizados y resueltos antes de que se constituyan en un problema para la vida.

 

 

 

La industria refresquera y sus secuelas en México

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 16/octubre/2020

El país enfrenta desde hace más de tres décadas un deterioro acelerado en la salud de una población poco preparada y peor educada, a la que el descuido gubernamental para dotar de agua potable como prioridad de vida y salud en todo el país nos tiene en un lamentable estado de postración ya que enfermedades que no deberían de ocurrir como las gastrointestinales y el uso, abuso y desperdicio de agua potable en donde si se tiene, para lavar las hortalizas que al ser regadas con aguas residuales no tratadas sirven para propagar enfermedades directa o indirectamente porque el esfuerzo y derroche de agua muchas veces es insuficiente para remover y eliminar todos los parásitos que pueden portar esos alimentos; asimismo, la ingesta de esas aguas por los pobladores de sitios por donde pasa los hace presa de infecciones y deterioro en su de por sí precaria salud.

En estas circunstancias la industria refresquera encontró un nicho favorable para su expansión exponencial con productos cargados de azúcar en una cantidad tal que causa daño al organismo que no está preparado para aprovechar y dar salida a los excedentes energéticos así suministrados; la lista es extensa y tal vez incluso no se sepa de otros daños que todavía no han sido asociados; el individuo ha recurrido a la ingesta de gaseosas primero porque la calidad del agua disponible es mala, aunque algunas autoridades se atreven a señalar que es potable como ocurrió en la CDMX hace unos años y que sólo permitió conocer de la pobre formación académica ya no profesional del médico, si es que la tuvo, sino incluso de la básica por parte del funcionario médico que la emitió y que más de uno aceptó como válida y en establecimientos comerciales de alimentos, ocasionaron que más de uno bebiera un líquido que estaba lejos de ser apto para consumo humano y enfermamos.

Una vez que la industria ha invertido cuantiosos recursos para construir plantas embotelladoras de bebidas con elevados contenidos de azúcar, lo mejor que han hecho ante la presión de la sociedad y el gobierno es embotellar e importar agua potable, cuyo costo es más elevado en presentación equivalente a las endulzadas. Al final y después de una lucha encarnizada  han sido sentenciados a etiquetar de manera visible las alertas para el consumidor, como un paso para corregir errores tan graves ya que no se debe vender como alimento un producto tan dañino para el humano y que debió ser corregido desde que organismos internacionales de promoción de la salud señalaron el grave riesgo que representa la ingesta tan elevada de azúcar a través de esas bebidas por parte de una población que por otro lado no encuentra otra vía a su alcance para saciar la sed y las necesidades energéticas diarias.

La pandemia del Covid 19 ha venido a sumarse al rosario de calamidades que nos aquejan y que se ensaña con quienes carecen de una buena salud y todo gracias a mezquinos intereses que poco se interesan en buscar alternativa para conservar el negocio en la línea que todos ganan y que pudo  atenuar los graves efectos en muertes debido a que la población se encuentra en el espectro de vulnerables debido a factores de obesidad y diabetes acompañada de enfermedad cardiovascular, en gran medida derivado de una ingesta prolongada de productos tan nocivos para la salud.

Ahora que empieza la batalla para que se corrijan estas prácticas no sólo indebidas sino incluso criminales, se justifican como paladines del empleo que mencionan en las pancartas colgadas en sus vehículos de reparto, en donde señalan la cantidad de empleos que la industria genera y que sin duda seguirían si se modifican las fórmulas y si me apuran incluso podría detonar otros empleos en investigación de procesos industriales para elaborar bebidas saludables. En dichas pancartas omiten informar sobre la cantidad de muertes que sus bebidas ocasionan, ni el costo que representa para las arcas públicas el tener que atender a tantos enfermos, al grado que desde hace tiempo se ha denominado gasto catastrófico para el país, ya que no hay dinero suficiente para contrarrestar este flagelo y todas las implicaciones familiares y sociales que conlleva.

 

  9 de octubre de 2020, 12:25
 

El cansancio, la prisa y la frustración 

Por: José Pedro Santiesteban Oliva e información de SafeStart 9/octubre/2020 

Ante la gran cantidad de accidentes que ocurren por descuidos derivados del comportamiento humano, en esta semana me doy la licencia para compartir con mis lectores la información generada por el programa SafeStart, preocupada por analizar la seguridad empresarial y llegaron al siguiente informe que en forma de comunicado nos hace favor de compartir; a continuación el texto íntegro, en donde como en el tema del Covid19 lo más importante es estar conscientes de la situación y el auto cuidado como aliado de la salud. 

El cansancio, la prisa y la frustración contribuyen con el 90% de accidentes en las empresas 

  

SafeStart es un programa de concientización de seguridad laboral de gran éxito en el mundo, realizó su sexto panel virtual denominado: “Seguridad Basada en el Comportamiento (SBC) vs. Gestión del Desempeño Humano”, Nelson Gutiérrez Bogotá, Consultor y Master Trainer de esta empresa destacó que la seguridad basada en el comportamiento normal debe sumarse a un  programa de concientización y autocuidado. “Disminuyendo la posibilidad de tener errores o accidentes mediante técnicas de seguridad”. 

Dijo que dentro del programa, se explica por qué hay que mejorar nuestra conducta, informando a los trabajadores que si no utilizan sus equipos de protección pueden accidentarse “sino utilizas tus lentes de seguridad puedes perder un ojo, consideramos que debemos utilizar el programa tradicional de seguridad laboral, al igual que el de concientización”. 

Estos programas enfocados al trabador han disminuido 90 %, los índices de accidentes teniendo una mejor cultura en la prevención y la seguridad del comportamiento, la conducta del ser humano. 

El panel destacó que la seguridad basada en el comportamiento ha provocado una disminución en el número de incidentes ayudando a mejorar la productividad en el equipo de trabajo en toda la organización, apoyando los resultados generados en las empresas. 

“Al momento de que se logra la integración de la gente en decisiones relacionadas con los procedimientos se ve un cambio, la persona se ve comprometida a reducir los incidentes es el mayor beneficios en la seguridad”, destacó Gutiérrez. 

En tanto, Paul Crowe, Master Trainer de SafeStart indicó que las empresas pueden lograr el máximo provecho en comportamiento tradicional con programas de concientización. “En ocasiones los trabajadores tienen accidentes en sus hogares, en la calle o trabajo promovidos por estados de ánimo como  frustración y cansancio”. 

Por último, Nelson Gutiérrez Bogotá dijo que uno de los desafíos constantes en la seguridad industrial es que a los supervisores no se comporten vean como agentes acusadores o de sanciones, lo que genera un rechazo del trabajador, por lo que la gente empieza a tener un rechazo a la seguridad. 

 

Más sobre SafeStart 

 

El programa SafeStart fue desarrollado hace más de 30 años por Electrolab Training Systems, que se encuentra en Belleville, Ontario, Canadá. Desde entonces, ha alcanzado un estatus global, siendo aplicado con éxito en más de 3.000 empresas en 60 países. 

Es un programa avanzado de concientización sobre seguridad y desempeño, implementado con éxito en más de 3.000 empresas, en más de 60 países, con más de 3 millones de personas capacitadas. SafeStart no es solamente un programa de seguridad, “Es un modo de vida". 

Para más información: www.safestartlatam.com 

 

Daltonismo, invisibilidad, desconocimiento,

 

ignorancia y descuido

 

Por: José Pedro Santiesteban Oliva

3/octubre/2020

El daltonismo es un defecto, enfermedad o debilidad visual que incluso el que lo padece no alcanza a percatarse debido a que no duele y la percepción visual que tiene no hay manera de contrastar debido a que cualquiera supone que lo que transmite el órgano de la vista es la realidad y sólo mediante la intervención de pruebas que poco se aplican en México y que se hacen de manera habitual a los solicitantes de licencias para conducir en donde se toma con la seriedad debida la expedición de licencias de conducir, que acredita la aptitud visual, técnica y reflejos para una tarea que aunque sencilla requiere de ciertos mínimos para salvaguardar bienes, personas y otros seres vivos.

Para hablar del tema hago patente que soy portador de tal deficiencia y que recibí la primera alerta de manera poco clara a los 25 años; una explicación incompleta después de los 30 y la referencia de la enfermedad hasta los 45 años; en que empecé a entender la enorme dificultad que enfrentaba para entender las gráficas de presentaciones en power point o más bien para advertir mi pobre entendimiento de esas presentaciones pues no acertaba a discernir entre una línea y otra en el breve tiempo que se ofrece para ello en las exposiciones.

La frecuencia de la enfermedad aunado a que quienes la padecemos somos incapaces de señalarlo si antes no se les informa de la pobreza visual que impide la lectura cuando los contrastes no son adecuados; la iluminación insuficiente provoca cansancio adicional en las tareas ya que se requiere un esfuerzo mayúsculo para tratar de leer, interpretar o simplemente ver alrededor.

Desde que conozco de la deficiencia he intentado sin éxito convencer a quienes hacen presentaciones tanto por parte de empresas como por entidades públicas y académicas que hagan un esfuerzo para qué sus presentaciones que buscan sean espectaculares, las pueda ver, entender y comprender cualquiera a simple vista con el auxilio de el grosor de la línea o la colocación de dibujos suficientemente claros para evitar confusiones entre triángulo, cuadrado, redondo y limitar en lo posible el número de elementos a comparar en cada lámina con base en las formas distintas que puedan generar y sean nítidas para el débil visual, si es que se desea que se entiendan.

No me cabe la menor duda de que como estos señalamiento, existan otro tipo de restricciones o condicionantes a causa de otras enfermedades congénitas o adquiridas que desafortunadamente no se identifican, registran y documentan para ser tomadas en cuenta de manera ordenada automática con el respaldo que ahora puede ofrecer la tecnología a través de los avances que se acumulan con el tiempo y no esperar a enfrentar batallas bizarras para corregir la discriminación que ocasionan situaciones tan nimias por  desconocimiento, ignorancia y descuido con que se desdeñan temas importantes para el bienestar en sociedad.

Hasta ahora he señalado aspectos relevantes de mi tránsito con esta deficiencia; sin embargo, en honor a la verdad debo de aclarar que ofrece algunos positivos como el hecho de forzar a ser más incisivo para encontrar lo que no está bien en el entorno donde me desenvuelvo y gracias a la investigación de operaciones, eventualmente encontrar soluciones diferentes a las del común. Del lado negativo, es que en ocasiones el esfuerzo por escudriñar en las personas para tratar de reconocer o identificarlas, genera algún malestar en el observado; lo peor es que muchas veces no se puede captar lo que el ojo no permite distinguir por su incapacidad. Por otra parte y más dramático es el hecho de que no conozco todavía un auxiliar que permita solventar la deficiencia, salvo el auxilio de alguien que nos pueda apoyar.

Ojalá que esta explicación ayude y aporte a favor de que cada vez se hagan mejor las cosas hasta que las podamos hacer bien y no dejar margen de mejora para las siguientes generaciones que ya tendrán ocasión de buscar áreas de oportunidad para hacerlo y que con base en lo que sabemos del ser humano el espacio para ello es infinito mientras no acabe con la vida en el planeta, para lo que parece que tiene grandes dotes de acuerdo a lo logrado hasta ahora.

 

75 Asamblea de la ONU

 

Por: José Pedro Santiesteban Oliva

 

25/septiembre/2020

La pandemia de Covid 19 ha transformado la vida en todo el mundo y está asamblea anual no ha sido la excepción; lo que ha permitido que debido al confinamiento al que se ha reducido la vida de casi todos en el mundo, la atención se ha dado tanto enredes sociales como en internet y televisión; asimismo, los jefes de gobierno han enviado sus mensajes grabados como una medida de precaución acorde a las circunstancias sanitarias.

Ha sido de esta forma en que nos llegamos a enterar del cúmulo de situaciones adversas por las que atraviesa el mundo en diferentes latitudes con gobernantes tan disparatados que parecen competir para exhibir lo peor que se puede hacer en el mundo para ocasionar dañar el medio ambiente, la estabilidad económica y generar el descontento de las diferentes clases sociales al tiempo que se fomenta la confrontación entre clases y grupos; mientras que las fuerzas del orden tergiversan su función y agreden a quienes deberían de proteger.

Después de haber escuchado por todas las vías de comunicación lo acontecido, no hay duda de que entre el discurso exhibido y la realidad de cada país hay una diferencia enorme en la que todos los gobernantes hablan maravillas de su gestión, mientras que quienes la viven discrepan pues quisieran que el discurso fuera la realidad en lugar de las imprecisiones de lo descrito, por decir lo menos.

Es lamentable el desdén con que se manejan los temas ecológicos y no se alcanza a comprender si es por ignorancia o una lamentable y muy grande atrofia mental. En cuanto al aspecto económico no aciertan a buscar una solución que evite el gran desequilibrio causado por el sistema capitalista y sus cuestionables leyes del mercado en las que se observa a la luz de lo acontecido, que muchos trabajos son insostenibles o improductivos y lastran los recursos que generan las actividades esenciales muchas veces menospreciadas y peor remuneradas como las agrícolas y pecuarias, mientras que los intermediarios se hacen de las tajadas más grandes.

El tema de la salud ha mostrado ser un verdadero hoyo negro en donde los intereses económicos prevalecen por encima del bienestar de la sociedad cada vez más desprotegida del acoso de los grandes monopolios, por estados que o han olvidado su función o es tal su degradación académica, cultural e intelectual que no alcanzan a comprender la importancia de sus decisiones y la enorme repercusión negativa que un desatino ocasiona.

Por último y no menos grave es saber de los cuantiosos recursos que consume una institución como la ONU y la que tiene que sufragar cada país en aras de tener una institución con tantas ambiciones de bienestar en todos los órdenes y tan miserables resultados prácticos y que a fin de cuentas sus decisiones quedan subordinadas a los designios del poderoso que incluso tiene la desfachatez de quedar a deber sus aportaciones y entrar y salir de los compromisos acordados de acuerdo a sus mezquinos intereses. Estamos en el mismo planeta y más tarde o temprano los daños que se ocasionan nos cobran la factura en tantas y tan variadas formas; se reconozca o no.

 

 

La comida chatarra y sus secuelas

 

Por: José Pedro Santiesteban Oliva

18/septiembre/2020

Desde 1992 la OMS declaró la emergencia por obesidad en México; a la fecha las medidas han sido tibias y tardías, las grandes empresas que producen estos mal llamados alimentos han cabildeado para evitar acciones que suponen contrarias a sus intereses, en lugar de buscar con apoyo del gobierno una solución adecuada cuyo objetivo sea que todos ganen; el negocio de los alimentos y las bebidas es enorme y lo que se necesita es que ofrezca a la población productos que además de saciar el hambre y la sed, proporcionen nutrientes y no elementos nocivos a la salud como azúcares, grasas y harinas a los que añaden sustancias artificiales que crean adicción.

A la fecha ha proliferado una lucha encarnizada entre quienes producen alimentos para apaciguar el hambre con bajo costo, fáciles de elaborar y larga vida en anaquel para generar márgenes de utilidad atractivos aunque se deje de lado el aspecto social y humano. Por otro lado es increíble que destinen más recursos a publicidad y mercadeo que a investigar y elaborar productos sanos de los que todos seríamos beneficiarios mientras portan letreros truncos en sus vehículos que informa que transporta productos perecederos, y  omiten, para el consumidor.

Las regulaciones y restricciones sanitarias son a todas luces insuficientes y no hay forma de garantizar que se emitirán con estricto apego ético por lo que cada vez es más urgente el que se instrumenten acciones que promuevan y gestionen que la sociedad debe de marchar por la vía de hacer bien las cosas como principio vital como ocurre en las sociedades orientales que prefieren incluso morir antes que ser exhibidos por inmorales, nocivos a la sociedad y causantes de daños y perjuicios. El valor de las cosas debería asociarse al beneficio real y no al engañoso a través de prácticas comerciales y mercantiles orientadas al enriquecimiento desmedido y a toda costa.

Es entendible que en las condiciones actuales y con los paradigmas con que se mide en nuestra sociedad el éxito de las personas será difícil poder motivar a que el individuo y/o las empresas se responsabilicen y no busquen a quien echar la culpa en las situaciones que los exhiban como la causa de incumplimiento a la ética elemental.

A últimas fechas y después de mucho se ha logrado que al menos ahora se coloque un etiquetado para alertar sobre el riesgo de consumir productos altos en sustancias nocivas para el organismo; sin embargo este logro parece insuficiente dadas las condiciones económicas de una sociedad en donde la pobreza campea y crece sin parar. Desafortunadamente el personal encargado de las políticas públicas es fácil presa de los embates de las grandes corporaciones sin alcanzar a comprender el enorme costo que le representa a la sociedad atender en los limitados espacios de salud tantas enfermedades y tan costosas como la diabetes, amén de la pérdida de personal capacitado para el trabajo y que por esta enfermedad se ve en la necesidad de tener que dejar de laborar lo que representa una carga económica que rebasa las consideraciones financieras de las instituciones de seguridad social que han sido subestimadas y  dilapidadas por cuadros directivos dispendiosos al amparo de la legislación y en detrimento del servicio y los medicamentos .

Es triste ver en el entorno cada vez más personas con sobrepeso, obesas y con enfermedades derivadas de ello que además ocupan mayor espacio público lo que es crítico en los estrechos andadores y los medios de transporte; lo que aunado a la pobre educación, bajo nivel cultural y grandes frustraciones, les impide percatarse del respeto y cortesía que es necesario tener para con los demás. Ni que decir de aquellos que por la intermitencia del servicio de agua se desplazan sin los mínimos de higiene y peor aún aquellos solapados por comisiones y organizaciones de derechos humanos que no se sabe el por qué castigan las buenas costumbres y el derecho mínimo del ciudadano común que tiene que soportar la fetidez en calles, estaciones de metro y hasta en los vagones.

 

Televisión de paga, internet

y educación pública

 

Por: José Pedro Santiesteban Oliva

 

11/septiembre/2020

A México llegó la TV de paga en los 90’s y ofrecía disfrutar por  TV, series, deportes, películas y mayor variedad de programas sin mensajes publicitarios comerciales; la idea consistía en que a través del pago por el servicio, se compensaba a la empresa por la pérdida de ingresos publicitarios; de entrada era atractivo pues estábamos hartos de que las televisoras no respetaran las disposiciones en cuanto al número de cortes a la transmisión por hora que había establecido por ley el estado y que sólo el canal once respetaba. Como las emisiones en general llevaban anuncios, ofrecía desfiles femeninos en traje de baño en la playa y ocupar ese tiempo con algo atractivo; por supuesto que después de ver una y otra vez al mismo grupo de bellezas resultaba monótono. Poco a poco se ha ido perdiendo esto y ahora hay tal cúmulo de anunciantes que no se explica el por qué el estado no les ha exigido que dado que ahora cuentan con esos ingresos, la TV privada sea abierta, pues ya no cumple con las razones que justificó en sus orígenes.

No cabe duda de que el país es sui géneris; se nos ofrece algo y poco a poco al amparo de la mala memoria, la corrupción y cinismo con que se manejan las oficinas públicas y las empresas privadas cuando se hacen reclamaciones al respecto; aflora la colusión entre los funcionarios del estado y los empresarios para expoliar al ciudadano y las pingües ganancias las reparten en perjuicio de una sociedad que una y otra vez es abusada de manera brutal y sin escrúpulos incluso por quienes deberían defenderla.

Todo parece indicar que por desgracia los encargados de vigilar que los productos y servicios que se ofrecen en el país cumplan con rigor las condiciones en que se les otorgó el permiso para ofrecer cualquiera de ellos; desde un servicio bancario, reparación, fabricación de vehículos y en general cualquier producto y por ello se recibe una y otra vez productos y servicios sin calidad; antes se justificaba para proteger a la naciente industria nacional que a su amparo hacía las cosas mal y la vendía a un precio más elevado que el internacional, con las fronteras cerradas a la importación; muchas de ellas sucumbieron con la apertura comercial.

Se ha abierto una discusión respecto a la utilidad de las entidades reguladoras ya que es bien sabido que quien funge como regulador hoy, en un futuro puede convertirse en regulado merced a los favores ofrecidos durante su gestión a determinados grupos. La falta de ética, el poco respeto que en la administración pública se ofrece a los buenos elementos, que los hay y que conocen bien el tema de su encargo, pero que por cambios burocráticos quedan marginados del trabajo para el que se han capacitado y alcanzado a conocer.

La pandemia del Covid-19 ha mostrado el inconveniente de no contar con WiFi gratuito y de cobertura nacional ya que los sitios marginados no se pueden beneficiar de los pocos positivos que ofrece la dramática situación como lo es el acceso a los programas preparados para la educación con los mejores expositores que superan sin duda el nivel de preparación de buena parte del profesorado que además se ha negado a capacitarse.

Es en estas circunstancias en las cuales se podría incluso utilizar los programas grabados para que en paralelo el profesorado tenga un espacio de preparación universal de calidad que beneficie en el corto plazo a todo el país. Podría incluso abrir el espacio para que las empresas ofrezcan sus cursos y preparen a las nuevas generaciones para que ocupen las plazas que ellos tienen vacantes, solventar el déficit en conocimientos prácticos necesarios para ser más productivos, disminuir accidentes e incluso poder disponer de el mejor talento a su favor.  

En la realidad la brecha entre quienes tienen acceso a la tecnología y los que no se ampliará en perjuicio del país que cada vez tiene que ofrecer a más gente apoyos sociales insuficientes tanto en monto como en cobertura y tiene que gravar con más impuestos o endeudarse para atender y mal a una población que crece día con día.

 

Los accidentes consecuencia del

descuido y el exceso de confianza 

Por: José Pedro Santiesteban Oliva y con base en reporte de SafeStart  4/septiembre/2020

Sin lugar a dudas el ser humano es descuidado por decir lo menos y como consecuencia los estragos en la salud se hacen presentes y sus actos irreflexivos tienen consecuencias muchas veces fatales es por ello que consideré en esta ocasión, con apoyo del documento emitido por SafeStart, comentarlo en este espacio con objeto de sensibilizar al respecto e intentar que todos y cada quien en donde le corresponda preste atención a todo lo que hace y así evitar accidentes. 

Sin duda el tener que estar siempre alerta debido al descuido que ocasiona nuestra irresponsabilidad en casi cualquier área, se refleja en la baja productividad pues en paralelo al trabajo se debe estar alerta siempre pues es común que hayan quedado tareas a medias o en ellas no se cumpla con las normas mínimas internacionales que ayudan a que todo trabajo quede bien hecho y además evita los accidentes prevenibles. La sugerencia es fomentar la responsabilidad de todos y que además se inculque ser responsables como premisa de vida en lugar de generadores de excusas para justificarlo que no se hace bien y puede transformarse en una mayor productividad y el beneficio de  no tener a tanta gente discapacitada o muerta, lo que representa una enorme carga social, propicia la desintegración familiar y el infortunio para los deudos. 

 A continuación la contribución de Safe Start: 

15 Veces más Accidentes Fuera del Trabajo que en las Fábricas u Oficinas 

Ciudad de México a 2 de septiembre 2020.- La empresa SafeStart especialista en capacitación laboral realizó el Webinar: Factores Humanos, a cargo de Paul  Crowe, Consultor y Master Training, habló de cómo el factor humano afecta a las personas, “a nadie le gusta cometer un error, las fallas afectan a las organizaciones”. 

Por desgracia en muchas empresas los trabajadores comenten errores, que son muy costosos para las compañías, pero no sólo es en las empresas sino en diversos sectores, desde el doctor que durante la operación deja algún instrumento en el cuerpo del paciente. “Los errores médicos, ocasionan que mueran más de 100 mil personas al año en Estados Unidos”. 

“El humano es apto para cometer fallas, es por esa razón que la empresa SafeStart trabaja con sus programas para que los trabajadores estén más atentos a las labores que desarrollan”. “Buscamos mantener muy bajo el número de lesiones, identificamos los comportamientos de riesgo y hablamos con la  gente para evitar actos inseguros”, destacó Paul Crowe. 

Indicó que hay una parte del error humano donde los comportamientos no son deliberados, como por ejemplo cuando vamos en una intersección y vemos que la luz esta en amarillo y nos pasamos el semáforo en rojo, es un acto deliberado. “Pero te das cuenta de que no lo hiciste a propósito, fue algo que no pensamos, simplemente lo hicimos”. “SafeStart considera que según la neurociencia, el 95 de lo que hacemos es subconsciente, todo es tan repetitivo que el consiente no lo asimila, sino es el subconsciente”. 

Señaló que la función de SafeStart es ayudar a reconocer los peligros. “La seguridad es una decisión, que muchas veces tiene que ver con los hábitos”. 

Subrayó que en Estados Unidos hay  15 veces más muertes fuera del trabajo que en el interior. “Los trabajadores también deben cuidarse en sus hogares”. 

Por esta razón, la empresa SafeStart habla de la prisa, frustración, fatiga y complacencia, que son las causantes principales de accidentes. “En Estados Unidos 10 mil personas mueren por manejar bajo las influencias del alcohol, esa  misma cantidad fallecen por fatiga al quedarse dormidas en carretera”. 

“Es similar a las personas que trabajan el tercer turno, duermen dos o tres horas, lo que puede elevar la probabilidad de tener un accidente”. 

El programa SafeStart hace que identifiquemos los peligros y el subconsciente piense en ello. 

Más sobre SafeStart 

El programa SafeStart fue desarrollado hace más de 30 años por Electrolab Training Systems, que se encuentra en Belleville, Ontario, Canadá. Desde entonces, el pama ha alcanzado un estatus global, siendo aplicado con éxito en más de 3.000 empresas en 60 países. 

Es un programa avanzado de concientización sobre seguridad y desempeño, implementado con éxito en más de 3.000 empresas, en más de 60 países, con más de 3 millones de personas capacitadas. SafeStart no es solamente un programa de seguridad, “Es un modo de vida". 

  28 de agosto de 2020, 17:46
 

Los ferrocarriles en México

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 28/agosto/2020

El país se ha rezagado en transporte ferroviario debido a intereses mezquinos que lo han obstaculizado en favor del transporte carretero que es ineficiente para grandes volúmenes de carga, pasaje y distancias prolongadas como las que hay en México, donde además la orografía impone retos importantes cuando las pendientes que exige son mucho menores que las permitidas en las carreteras, lo que exige mayor longitud, puentes y túneles que son costosos. Otro factor a considerar es que la infraestructura de soporte para las vías férreas debe ser más robusta y junto con el costo de los trenes desanima la inversión que el estado debe de hacer en ese rubro, máxime cuando se han hecho pésimos trabajos para dar seguimiento a las obras que eleva el costo, se demoran en los tiempos de construcción, se hacen sin calidad ni control efectivo por falta de profesionales que conozcan de la materia, sean honestos y puedan soportar los embates corruptores que es el aliciente de las constructoras que además no traen personal calificado para hacerlas al amparo de que los nacionales son baratos aunque no tengan experiencia y el margen de ganancia se incrementa mientras que la obra disminuye en calidad, máxime que sabedores de la impunidad cometen todo tipo de triquiñuelas para ahorrar trabajos indispensables que al final quedan ocultos y no hay manera de fincar responsabilidades.

Los aspectos relativos a la contaminación y el desgaste acelerado de los caminos por el tránsito de vehículos que se lastran con más carga de la autorizada al amparo de una falta de controles efectivos al respecto, ocasiona que las carreteras se encuentren en mal estado. Otra desventaja es que en general son de poca capacidad tanto pata carga como para pasaje y los autos particulares que los congestionan merecen una consideración ya que los negocios deben de verse con una óptica más amplia, en donde hay campo para que todos contribuyan y se beneficien de la riqueza nacional sin necesidad de encarecer los bienes y servicios por el empleo de medios de transporte ineficientes y que poco ayudan a salir del marasmo en que estamos atrapados.

La forma en que se han manejado los ferrocarriles en los últimos tiempos muestra que el conflicto de intereses ha ocasionado que no se hagan las cosas como es debido sino sesgado para desalentar su uso e inhibir que se establezca como la columna vertebral del transporte. En los 80’s los trenes de la Ciudad de México a Querétaro, Monterrey y Guadalajara, se manejaron de manera inapropiada con lo que se aceleró el fracaso de los ferrocarriles nacionales con el argumento del enorme costo que representaba para el erario invertir y mantenerlos en operación, debido a los horarios, frecuencia, ubicación de las terminales, informalidades y condiciones de uso que no correspondían a parámetros internacionales con lo que desalentaban su uso.

En épocas recientes se licitaron dos trenes de pasajeros uno a Querétaro y el otro a Toluca desde la Ciudad de México. El de Querétaro se pretendía que fuera de alta velocidad y fue cancelado en circunstancias que no se explican, pero que se justifica pues no se puede pensar en tener un tren de alta velocidad que requiere experiencia, precisión, cuidado y normas muy por encima de los trenes tradicionales, cuando ni siquiera las de estos últimos somos capaces de respetar. El de Toluca empezó con pendientes pronunciadas por encima de las que se recomiendan para los ferrocarriles de pasajeros a nivel internacional, se hicieron algunas correcciones pero ni aún así se cumple con la norma internacional. La línea se ha construido con limitaciones que poco ayudan a impulsar este tipo de transporte ya que por un lado el precio del pasaje será desproporcionado respecto al ingreso de la población, como en el suburbano que va de la Ciudad de México a Cuautitlán, en donde la población de menores ingresos tiene que seguir utilizando transporte más barato aunque tenga que invertir mucho tiempo que es el bien que no valora y si disponen, al que todavía no le aplican impuestos; así se expone a la inseguridad que impera en todo el país pero que se acentúa en ese transporte, en donde además conductores imprudentes cometen todo tipo de arbitrariedades, abusos y prepotencia que tienen que soportar estoicamente.

El de Toluca lleva varios años de retraso y todavía no se vislumbra cuando entrara en operación, a pesar de que los costos de inversión han sufrido aumentos considerables. El tren discriminará a quien no cuente con un ingreso por encima de los promedios en el país y no atiende a sitios con potencial que existen en la ruta y que como es costumbre los dejan con el lastre de los inconvenientes y se les escatiman los beneficios al no dotarlos de estación para abordar en trenes de bajo costo en los que puedan llevar las mercancías al mercado a precios competitivos en beneficio del país ya que es un valor que se podría sumar al producto interno bruto, en lugar de que esas mercancías queden para consumo local, en manos de acaparadores y coyotes; o se pierda por falta de transporte y almacenamiento oportuno, adecuado y suficiente.

Es lamentable ver a lo largo del trayecto de Toluca a la Ciudad de México, la obra inconclusa de un proyecto que ni siquiera sirve para atender a los pocos que podrían sufragar el pasaje e intentar que ingresen recursos al erario para emprender otras obras de infraestructura necesarias y que siguen sin hacerse o se hacen tan mal como ésta, al amparo de que nadie es responsable ya que quienes poco saben del tema toman las decisiones y aplastan las escasas razones y argumentos de quienes pudieran saber del tema o al menos documentarse para intentar hacer las cosas bien.

La administración ferroviaria tiene particularidades, pero en principio es equivalente a la del autotransporte y allí todavía no se ha desarrollado una práctica satisfactoria que garantice un servicio de calidad, puntual y orientado a atender al pasajero que con su pago contribuye al mantenimiento y operación del sistema de transporte o elige uno alternativo como el auto particular con todo el espectro de perjuicios que genera congestión vial, consumo de energéticos, contaminación, accidentes, calentamiento global, desgaste de la infraestructura, y que aún personas no aptas para conducir tengan que hacerlo con el riesgo que ello lleva asociado.

Mientras se privilegie el compadrazgo, la corrupción y lo más ruin de la sociedad mexicana; no se modifique nuestra actitud y aptitud; el infortunio, fracaso y pobreza seguirán, mientras que el potencial y riqueza que nos dotó la naturaleza seguirá sin aprovecharse para tener una vida mejor, con respeto al prójimo y a los bienes ajenos, que con irresponsabilidad dilapidamos con un orgullo nacional que merece un mejor uso, en donde se superen graves problemas culturales y emocionales que impulsan a la destrucción de lo que otros tienen y uno carece; como el tan sabido mía o de nadie y que causa tanto daño a féminas.

Ecobici, un buen ejemplo de mala

administración pública y privada

 

Por: José Pedro Santiesteban Oliva

21/agosto/2020

Una alternativa de transporte fallida por incompetencia de las partes ya que el sector público es incapaz de acotar el negocio en favor del usuario que al final de cuentas paga tanto por el dinero con que se dota al proveedor del mal llamado servicio de transporte a través de los impuestos y la erogación directa para poder usar los vehículos, lo que no siempre se puede hacer por deficiencias que a continuación enlisto y de las cuales argumentan que la causa es ajena a los alcances del proyecto; y la pregunta por qué no se corrige. Tanto en la instancia gubernamental que lo supervisa como en la privada que lo ejecuta se observa falta de oficio y sentido común; en donde se promueven y solapan las peores prácticas de administración. Es así como en una estructura pequeña se pueden apreciar los vicios que imperan en nuestra sociedad y como siempre es a quien dicen apoyar quien carga con todos los inconvenientes y nunca recibe a plenitud los supuestos beneficios con que se justifica una inversión pública.

Las bicicletas públicas se han convertido en diversas partes del mundo en alternativa de transporte económico, eficiente, saludable y efectivo; para ello, se necesita contar con el vehículo y los mecanismos de aparcamiento y administración robustos y eficientes; personal competente para administrar, mantener, operar y mejorar el sistema en su conjunto, para lo que se requiere vocación y que conozcan las características básicas del sistema que van a procurar así como los elementos complementarios para mantenimiento, control y seguimiento de todos los procesos, para detectar y corregir anomalías. Empezar por hacer las cosas bien y a partir de allí mejorar, es tan elemental que no se hace, mientras que los usuarios padecen y a pesar de que el servicio es gratuito, en la práctica no lo es ya que  cada año se tiene que pagar un monto mayor para cubrir el seguro de vida para el usuario, que como consecuencia del mal estado de las unidades nos lleva a sufrir accidentes; lo que se agrava por ofrecer el sistema a quien no sabe andar en bicicleta, deterioran las unidades al sufrir golpes y caídas durante el proceso de aprendizaje; luego encontramos los pedales desalineados.

Ecobici empezó con entusiasmo y los usuarios teníamos esperanza y escepticismo; en mi caso esperé unos meses para ver su funcionamiento; luego como vinieron las lluvias opté por esperar a que terminara la temporada para registrarme; lo hice y al mes empezaron los inconvenientes y arbitrariedades; me suspendieron el servicio sin avisar en un acto de prepotencia y abuso que no corrigen me bloquearon, en estas y otras circunstancias como no se cuenta con un juez imparcial que aplique sanciones a quien y cuando le corresponden he sufrido toda suerte de maltratos mientras que los culpables de ecobici usan cualquier excusa para solapar sus torpezas. Bajo estas condiciones no hay  razón para corregirse cuando todo lo arreglan con base en la prepotencia y arbitrariedad que les tolera el gobierno de la CDMX.

Afiliar a cualquiera sin que sepa andar en bicicleta no está mal socialmente, siempre y cuando se les capacite y adiestre antes de entregar el plástico, en beneficio de la vida y salud del nuevo miembro; el no hacerlo ocasiona que las unidades se dañen; además quienes las transportan de un lado a otro las maltratan al subir y bajar de las plataformas sin cuidado; una actividad improductiva, molesta, costosa y que acentúa el problema de transporte. La toma de la bicicleta es riesgosa debido a que en lugar de entregar la más próxima al poste de solicitud, asignan con un método irracional que  justifican con estupideces, algo común en un país en donde nadie tiene la culpa cuando las cosas se hacen mal, y aunque se explique y documente en conversaciones telefónicas, encuestas o por escrito no alcanzan a comprender; me refiero entre muchas otras a que se tiene que caminar por el arroyo donde circulan los autos, cuyos conductores en general sienten que el arroyo les corresponde y sólo en las esquinas el peatón llega a tener permiso de uso y rapidito porque ya cambio la luz. En estas circunstancias se ve obligado a caminar por el arroyo de circulación; en otras una valla ubicada al margen de la cicloestación en la estación Zócalo del metro, impide acceder al vehículo y dificulta el tomarla sin dañarla ni lastimarse, más grave para las mujeres que carecen de la fuerza y habilidad a necesaria incluso para ajustar el sillín o las velocidades; facilidades que argumentan son a favor del usuario para su comodidad, cuando resultan lo contrario por falta de mantenimiento.

Los candados que no funcionan, las estaciones sin servicio ni señalización que alerte de ello; y en las condiciones críticas no aceptan explicaciones, por sencillas que sean. Las bicicletas mecánicas son incompatibles en el anclaje con las eléctricas, lo que es un serio inconveniente, consecuencia de la incompetencia de quien administra el sistema y que tal vez nunca lo han usado y/o padecido las penalizaciones que les permitirían conocer el fruto de su incompetencia, arbitrariedad y los abusos que les encanta cometer a través de su personal, que  repite sin cesar ni pensar una letanía que nada aporta salvo demorar más el tiempo de la llamada que como son tantas el consumo de tiempo es descomunal y sólo en pocas ocasiones el usuario puede quedar satisfecho con la gestión.

Llamar para denunciar las fallas es una tortura que además de costosa es preferible evitar; no generan empatía con el usuario, sino todo lo contrario con arrogancia que es reflejo de su falta de oficio por servir a los clientes de la empresa que somos los usuarios. Cadenas que se rompen, sillines que no se pueden ajustar con firmeza, manubrios que no están bien fijos, cambios de velocidad que ni se requieren ni funcionan bien, hacen riesgosa la conducción en los lugares con pendientes pronunciadas además de ocasionar golpes y lesiones en los muslos, piernas y tobillos al tratar de imprimir fuerza al pedal para poder subir. Una gota de aceite en donde se requiere no es costosa, mejora las condiciones de las unidades y podría incluso prolongar su vida útil, disminuir el costo de mantenimiento y mejorar la imagen. Las cuotas que corresponden al seguro, se han elevado como consecuencia de los accidentes que son más culpa del administrador que nos hace correr riesgos innecesarios, que del usuario o mejor dicho víctima; esto nunca se corregirá mientras no se les participe del daño que su actitud ocasiona; les afecte en el bolsillo, en su empleo o se les aplique una tortura equivalente a la lesión sufrida.

Otra incongruencia es la contradicción respecto al propósito inicial de promover el uso de la bicicleta, con lo que se podría disminuir la saturación por los autos, cuyo uso es en general breve y luego permanecen estacionados la mayor parte del tiempo, ocupan mucho del escaso espacio público sin oficio ni beneficio y dificultan el que se aproveche para los servicios que se deben de ofrecer a al ciudadanía; invaden los espacios reservados o prohibidos sabedores de que en la impunidad todo se permite y tolera con una dádiva, una credencial oficial, amenaza o simplemente porque nadie llega a corregir la situación no con grúas y arañas que lo empeoran sino con acciones que denoten un mínimo de inteligencia.

A lo anterior puedo agregar mi experiencia después del terremoto; en plena contingencia, me suspendieron el servicio toda la siguiente semana y no había forma ni lugar a donde acudir para corregir el acto pues sus instalaciones se colapsaron o simplemente estaban peor que como es habitual; cuando era más que evidente que había que ofrecer las unidades en beneficio de la población afiliada, máxime cuando ya tenía muchos años con el ser-vicio y estaba al corriente en mis cuotas por abusivas que fueran.

No menos importante es señalar que han ofrecido las bicicletas a visitantes oficiales en detrimento de quienes lo pagamos; al disminuir la disponibilidad de unidades, el daño que les ocasionan y esas sin duda las seleccionan para lucimiento de los funcionarios a través de unidades revisadas y arregladas con esmero para ello; candil de la calle y oscuridad en casa. En otras han hecho concursos irracionales que han contribuido a dificultar el uso de las unidades porque algunos usuarios para ganar, toman la bicicleta por el tiempo necesario para que se les contabilice un uso mientras que quienes necesitábamos el transporte tuvimos que seguir la búsqueda de una disponible y padecer otra estupidez que por fortuna no han repetido.

El no crecer el área de cobertura ni mostrar estrategia para establecer hacia donde debe de hacerlo sólo exhibe que no tienen ni vocación, ni voluntad, ni el talento que se requiere para desempeñar un trabajo que casi cualquiera podría hacer mejor, ya que sería difícil hacerlo peor; carecen de la aptitud y la actitud mínima necesaria para ser contratados como empleados y ni que decir de la atención al usuario que podría ser mínima y de cortesía.

En otro orden de ideas, llevan 10 años con tareas improductivas como llevar de un lado a otro las bicicletas con la ineficiencia en el tráfico que además contribuyen a congestionar; a un costo que si se usara de manera adecuada, podría servir para crecer el sistema al dotar de parque vehicular, estaciones y cobertura en vez de desperdiciar recursos en tareas que nada aportan a favor de la eficiencia y eficacia que es fundamental en materia de movilidad. Tener menos quejas es otra potencial área de ahorro y aplicarlo para el mantenimiento.

 

   
 

El derecho ciudadano al espacio público

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 14/agosto/2020

El espacio público ha sido invadido y utilizado como un área de oportunidad para establecer negocios y en esa forma aprovechado tanto por quienes se consideran políticos como por el ciudadano poco escrupuloso para hacer de ello área comercial al margen de la formalidad o legalidad. Con el tiempo esto se regula por los encargados de las oficinas de gobierno que lo asignan con criterios que poco ayudan a que la convivencia social sea amable y cordial al tiempo que ha degenerado en una pérdida de ingreso para el erario y espacio público en aras del beneficio privado que incluso ha derivado en violencia y abuso.

Es necesario iniciar una cruzada nacional en busca de acciones legales, bien estructuradas y diseñadas que permitan recuperar en beneficio público el espacio necesario para la mejor convivencia, el cuidado de la integridad y bienestar de todos los habitantes que no tienen porque resignarse a transitar en condiciones tan adversas por los de por si limitados espacios de las banquetas y andadores, para encontrar en las esquinas falta de visión y la visibilidad mínima necesaria para salvaguardar la integridad y hasta la vida con rampas para discapacitados motrices que son trampas para los demás, como si se tratara de una política igualitaria para hacer inválidos a todos al pintar las rampas con esmalte que en presencia de agua se torna resbaladiza.

Es importante señalar que tal vez por el descuido consentido del espacio público se ha permitido que cada quien haga lo que le venga en gana a favor de intereses personales como colocar botes o cualquier objeto para apartar áreas de la calle para usufructo; desarrollar el frente del inmueble para acceso de vehículos, sin dejar un mínimo para aparcamiento, donde lo correcto sería que a lo más exista una rampa de acceso en cada predio. Que puertas y zaguanes se abran o abatan sobre el espacio público de las aceras, puede lastimar a quien por allí transita amén de no permitir que se libere el arroyo de la circulación ya que se tiene que esperar mientras que se abre y cierra el portón con los inconvenientes que genera a la circulación de vehículos y personas. El desarrollo de rampas sobre los andadores es otro inconveniente para la libre circulación y una amenaza a la integridad; no menos nocivo es el hecho de que se coloquen postes y cercos de prados que incluso terminan en elementos punzocortantes que ponen en peligro a quienes por allí transitan y en mayor medida infantes, adultos mayores y personas con discapacidad; con el agravante de convertirse en potenciales detonadores de personas con discapacidad permanente, trastornos a la salud y demanda de servicios médicos, de por sí insuficientes.

El permitir que negocios instalen toldos, mesas y sillas en el área de los andadores; en los parques y jardines juegos mecánicos que destruyen las áreas verdes; construcciones para alojar puestos de vigilancia o para actividades artísticas que no fueron consideradas. En muchas calles el propietario irresponsable y/o criminal, permite, prefiere o hasta alienta que el área verde tan necesaria para la recarga de acuíferos y transformar el bióxido de carbono en oxígeno entre muchas ventajas se elimine incluso con tala de árboles.

Disponer de mamparas o letrinas para satisfacer necesidades menores son un faltante en la infraestructura que parece ir en concordancia con el negocio para suministrar servicios sanitarios con dudosa higiene y cuya ausencia es detonador de daño renal y todas sus consecuencias negativas con lo que se incrementa la demanda de servicios de salud, daño irreversible en el individuo y una carga que la sociedad no puede enfrentar máxime cuando la pobreza es tan extendida entre una población de la que se pretende expoliar, para recaudar el ingreso público mientras que algunos empresarios encuentran exención o disminución de las cargas fiscales.

 Ni que decir de los permisos para que se celebren eventos masivos en las calles al amparo de cualquier pretexto como la fiesta patronal o religiosa sin el adecuado señalamiento y la conducción de los flujos vehiculares y peatonales  para no entorpecer las actividades de los ciudadanos que no tienen por qué ser víctimas de tales abusos y menos cuando los servicios de emergencia se llegan a ver afectados, lo que pone en riesgo a la población.

Lo más desconcertante es que cuando se planea una obra pública de beneficio colectivo como el transporte (metro y toda la gama de medios) encuentran oposición y se frenan mientras que sitios para taxis o líneas de microbuses se apoderan parte de la vialidad sin escrúpulos y con abusos de toda índole. No se puede dejar de señalar la escasa habilidad para identificar y corregir los sitios de encharcamiento que propician que los más vulnerables como el peatón se exponga al peligro cuando tiene que invadir el arroyo vehicular en busca de algún paso; que la gente tenga que ir en vehículo aún para trayectos que podrían hacerse a pie, si las condiciones no fueran tan hostiles; es paradójico que se invierta gran cantidad de recursos para atender enfermedades que se propagan en las aguas cenagosas y se escatime presupuesto para prevenir que ello ocurra lo que podría ser de más utilidad y sensiblemente menor a lo que se gasta en contingencias evitables, recurrentes y son causa de pérdidas en el escaso patrimonio de los afectados.

Preocupante el hecho de que todo lo expuesto con algo de sentido común pudo haber sido resuelto sin dificultad por casi cualquiera a excepción de quien lucra con ello; se podrían evitar cuantiosos daños y tragedias, derivado de la escasez ética, académica y cultural.

¿ Por qué hay que construir la infraestructura? (9)

7/agosto/2020

Por: José Pedro Santiesteban Oliva

Financiamiento

La infraestructura es costosa y la erogación la tiene que hacer el estado; por ello a mediados del siglo pasado se ideó que para la autopista México Cuernavaca, primera en México,  se cobrara peaje hasta recuperar el monto de la inversión, algo que no han cumplido como muchas otras cosas; asimismo, se estableció la tenencia anual por vehículo, para la infraestructura vial que utilizan para circular en mejores condiciones y se estableció en $150 para vehículos de carga y $300 los autos particulares. Luego, como queda bien documentado, claro y  como compromiso del estado, se cambian las reglas, los recursos se llevan a donde se diluye el monto que se recupera y no se emplean los recursos para el destino previsto, con las consecuencias que todos padecemos peajes exorbitantes, pésima conservación de las carreteras federales en las que cualquiera coloca bordes, vados o topes para que los vehículos reduzcan la velocidad y salvaguardar sus vidas, muchas veces después de pasar por el infortunio de una pérdida humana o tener que sostener a inválidos consecuencia de conductores irresponsables; todo ello desalienta el uso de las vías federales o libres y favorece las mal llamadas autopistas que simple y llanamente se deberían denominar carreteras de cuota y con montos muy elevados.

Este fue el inicio de una mal llamada infraestructura, ya que no atiende a todos los que a su alrededor se podrían beneficiar, debido a que el acceso únicamente se ofrece en los sitios de mayor demanda, sin permitir atender a las propiedades rústicas que se encuentran a lo largo de la vía de comunicación, que además de segregar implica un costo adicional que oscila entre el 25 y el 30% del costo de la vía, no aporta a la riqueza nacional y entorpece la circulación de los vehículos para cubrir el pago, donde se forman largas filas en fechas críticas. Otro inconveniente es que se pasa por alto que al entrar en operación ya no se atenderá a todo ese contingente de vehículos que se contabilizó para el estudio de rentabilidad económica, luego al inversionista que recibió la información inexacta, no le queda más que extender la mano hacia quién tan mal hace su trabajo, tanto para medir beneficiarios, autorizar el confinamiento y los desproporcionados peajes, cuando en el país estamos urgidos de comunicar todo e incorporar los bienes y recursos disponibles con los centros de consumo, a través de la construcción de verdadera infraestructura y no remedos.

Entonces cómo recuperar la inversión; de sentido común es que sea a través del impuesto a los bienes que llegan al mercado; el precio de cada bien incorporará todos los costos directos e indirectos, y con mayor oferta la recaudación aumenta y los precios disminuyen, con lo que más personas podrán consumir y se genera un círculo virtuoso en la economía e incluso que puedan llegar a mercados más lejanos. La circulación del dinero activa la economía local, permite que para la explotación rural se ofrezcan más empleos. Y podríamos añadir que algunos alimentos dejarán de importarse con mejora en la balanza comercial y ese ahorro se puede aplicar en el país.

Por qué se dificulta la construcción de las vialidades; empieza porque nadie en su sano juicio desea que le dividan su propiedad ya que eso le encarece su operación; el siguiente elemento es que le quitan una porción de terreno, se lo pagan mal y tarde; el tamaño de la propiedad disminuye o desaparece, la operación se incrementa y dificulta; para luego cuando queda la vialidad no dispone de acceso directo e inmediato debido al confinamiento de la carretera. Todo ello ha provocado que la adquisición del derecho de vía se dificulte, retrase los proyectos y no se haya podido alcanzar el objetivo de mejorar las condiciones de quienes producen y/o habitan alrededor de las vías de comunicación ya que al final se encuentran más incomunicados que antes y la pregunta que surge es dónde quedo la infraestructura y a quién sirve.

Las vialidades de cuota presentan además un serio inconveniente ya que quienes hemos transitado por ellas, encontramos infinidad de peligros como túneles caídos, baches de dimensiones tan grandes como un socavón, asentamientos, encharcamientos, derrumbes de laderas, señalización invertida, inoportuna, tardía o inexistente, y porque no decirlo, bloqueo del carril de acceso a la caseta de peaje con el desconcierto que ello ocasiona, amén de la pobre señalización para elegir la ruta que se debe seguir y peor cuando le indican, prepare su cuota, cuando esta no es fija para cada tramo, además de que el carril destinado para la circulación de los vehículos pesados es intransitable y pone en riesgo de volcadura a quien por allí osa transita, aún a vuelta de rueda si no logra esquivar tantos descuidos. Esto por supuesto que es consecuencia de que desde el más humilde trabajador hasta el responsable de la construcción ignora lo elemental de la ingeniería y el sentido común, que contrasta con la corrupción en el país y el resultado es una calidad inexistente; además no se suman las prácticas de antaño, en donde con menos tecnología  pero ingenio, se lograba que los caminos se hicieran por donde iba la gente, con la ventaja de que el suelo ya se había consolidado de manera efectiva y natural con el paso de personas, bestias  y vehículos; y donde los mismos usuarios, habían ubicado para su beneficio estructuras incipientes de drenaje o taludes para evitar derrumbes en donde se necesitaban.

La propuesta es construir buenos caminos a partir de los ya existentes, con mejorar el material del piso de rodamiento, con más y mejores capas, la colocación de las alcantarillas y contracunetas necesarias para cuidar que al camino no lo corten las corrientes de agua o los derrumbes para que no se interrumpa el paso durante las lluvias y la comunicación sea permanente.

Hacerlo por etapas y en la forma descrita ofrece la ventaja de que se hacen derrames económicos locales directos y atomizados, en lugar de a través de los grandes consorcios que subcontratan a precios castigados sin beneficio a su paso; me explico, se utilizarían maquinaria y vehículos locales, la mano de obra local con asesoría y orientación para que su tarea de hacer caminos y veredas sea efectiva y eficiente; enseñanza que permanecerá en el lugar y cualquier tramo futuro se hará con mejor criterio. Lo ideal sería preparar un manual de construcción de caminos, como el que existe para casa habitación, básico pero con un aval académico de prestigio.

 

 

¿ Por qué hay que construir la infraestructura? 

Por: José Pedro Santiesteban Oliva

Control de fenómenos naturales (8) 31/julio/2020

 

Es necesario considerar en la planeación construir diferentes estructuras que permitan aprovechar los recursos esporádicos, cíclicos y no controlables, para que pasen de ser una amenaza para la población y el entorno; la más frecuente son los flujos de agua que ocurren en época de lluvias, para lo que se recomienda no colocarse en el cauce de los ríos y se necesita construir presas para almacenar y regular el agua que luego se puede aprovechar para generación eléctrica, riego de cultivos e incluso permite incorporar más áreas para ello; abasto de agua para la población; recreación y turismo; con lo que se crean empleos e impulsar nuevos negocios.

Cada año vemos la manera en que los embates de la naturaleza arrasan con diferentes y muchas veces las mismas poblaciones o zonas susceptibles de inundación y/o sequía; y los enormes recursos destinados a resarcir los daños, sin que se repare en que las vidas humanas y los escasos recursos de esos pobladores se pierden, y los colocan en peor situación. Los planes de rescate reactivo, bien se podrían emplear en una estrategia preventiva con mejores resultados y una meta a largo plazo que permita proteger a la población de los fenómenos meteorológicos, tan veleidosos y violentos como los que ocurren cada año; particularmente en los sitios, en donde ya existe el registro de ocurrencia reiterada.

Aprovechar para generación eléctrica tanto por insolación como por la fuerza del viento, no es asunto menor ya que se ha probado en diferentes latitudes y aun con recursos de menor cuantía que los nuestros su rentabilidad; otra ventaja es evitar las pérdidas de transmisión que en ocasiones no hacen rentable el dotar de ese servicio a comunidades apartadas; pero que ahora gracias a que pueden producir el recurso para autoconsumo y los excedentes incorporarlos a la red para conducirla a los centros de consumo para su comercialización y así impulsar el progreso de sitios alejados, olvidados y desaprovechados hasta ahora e incorporarlos al progreso.

En otros sitios se encuentran recursos minerales u otras materias primas que no se pueden explotar por la falta de uno o varios elementos que la infraestructura promueve, atrae y catapulta. Sin embargo, siempre será necesaria la intervención directa del estado para garantizar que se cumplan con los protocolos de seguridad mínimos necesarios durante la explotación, para no dañar ni destruir la zona en explotación, el entorno, el medio ambiente y el planeta.

Con la extensión del país encontramos zonas de contraste por lo que sería conveniente iniciar estudios para balancear los excedentes de uno a favor del otro y evitar que tanto la lluvia como la sequía se conviertan no sólo en inhibidor de la riqueza y destructor de la poca que allí existe; sino transformarse con la aplicación ordenada y sistemática de estudios, tecnologías e ingenierías en sistemas que regulen los fenómenos naturales, que beneficie a la población y la economía en su conjunto. Que no es fácil, es bien sabido, pero de no iniciar una evaluación para buscar soluciones y tener un portafolio de proyectos a emprender para paliar las circunstancias adversas, seguiremos en la conocida ruta de justificar los malos resultados y la reiterada queja de que la mala suerte nos acompaña, sin advertir que en nuestras manos están las herramientas para cambiar este trágico destino que no tiene porque seguir así.

 

 

¿ Por qué hay que construir la infraestructura? (7) 24/julio/2020

Por: José Pedro Santiesteban Oliva

Planeación regional y urbana

La infraestructura es fundamental para propiciar y dirigir el crecimiento para desarrollar cualquier sitio; de otra forma sólo quien cuenta con recursos económicos es capaz de llegar, acaparar e invertir en aquello que le apasiona, pero el talento de los demás ciudadanos permanece pasivo o se inhibe y se pierde la oportunidad que la infraestructura podría ofrecer, margina a los pocos espacios laborales que la inversión privada pueda generar y que no son suficientes ni satisfactorios debido a que la fuerza laboral se tiene que resignar a lo que ofrezca el empresario o inversionista bajo los términos de la oferta y demanda.

Qué han hecho los países que han alcanzado el desarrollo, primero elaboran un plan de crecimiento de largo, mediano y corto plazo que se debe de diseñar y evaluar por personas competentes y capaces de analizar, calificar y cuantificar el portafolio de proyectos que a través de la lluvia de ideas se generan desde todas las perspectivas ciudadanas ya que la idiosincrasia y la inercia que ello aporta se debe de aprovechar;  proceder con respeto a revisar las ideas de las personas del sitio ya que conocen mejor que cualquiera las condiciones y potencial del lugar y sólo necesitan de apoyo para que la explotación de los recursos naturales se lleve a cabo de manera eficiente y llevarla al mercado por las vías de comunicación adecuadas, gracias a la planeación de la infraestructura vial que se desarrolle.

A partir de la infraestructura en las vías de comunicación se puede pensar en incorporar y promover diferentes actividades económicas en función de los recursos naturales y humanos de la región; así como los servicios que se demandarán. Lograr lo anterior es fundamental primero porque permite aprovechar recursos locales disponibles que no son explotados de manera adecuada y comercializarlos; asimismo, arraiga a la población al ofrecer trabajo sin necesidad de desplazarse y lo que ello implica como erogar parte de su ingreso en pasajes, renta de habitación, alimentación, amén del eventual abandono del lugar, lo que presiona las demandas de servicios y crecimiento de las zonas urbanas y no contribuye al desarrollo y aprovechamiento pleno de los recursos del país, lo que es indispensable si se desea alcanzar cada vez mejores estados de bienestar y equilibrio en la distribución de la riqueza.

La planeación regional y urbana, permite reservar espacios para colocar a futuro los diferentes recintos que se requieren sean clínicas, hospitales, mercados, iglesias, jardines, escuelas, comercios, industrias, almacenes; servicios municipales y privados; sin olvidar los espacios reservados para desarrollar las propias vías de comunicación. Con esto en mente es posible llevar a cabo en la siguiente etapa el detalle urbano, para definir la composición funcional que armonice con el entorno y aproveche las características físicas del terreno y destinar los espacios necesarios para atender cada una de las necesidades humanas como negocios, recreación,  comunicación, salud, áreas verdes, educación….

La  pendiente  máxima internacional para la construcción de vías de comunicación, no se respeta en México y se establecen con normas nacionales a capricho del solicitante; en el caso de los ferrocarriles para carga es de 1.5% y para pasajeros del 3%; en las autopistas se permiten pendientes mayores. A la fecha se registran accidentes en lugares con fuerte pendiente, y con el poco control que tenemos de los profesionales tanto de la ingeniería como de la conducción, llegan primero a construirse vialidades con desaciertos técnicos que llegan a ser costosos y fatales, donde los conductores no están preparados para saber cómo reaccionar y enfrentar cada eventualidad. Los conductores sin conocimientos técnicos, ni haber desarrollado y demostrado tener habilidad para controlar y conducir el tipo de vehículo para el que recibe la autorización y que en forma temeraria manejan, rebasan, se cierran, se distraen y lo que se les ocurra; no son capaces de ceder el paso ni de rebasar por el carril que deben es decir, en nuestro caso,  el de la izquierda, ni circular por el carril de la extrema derecha como premisa y la responsabilidad implícita con el oficio de conductor que es demandante y no se alcanza a dimensionar en México.

Mi sugerencia sería establecer como pendiente máxima permisible la menor que es la de los ferrocarriles de carga, tanto en zonas urbanas como rurales; con ello por un lado implícitamente protegemos los terrenos escarpados de ser invadidos y/o comercializados para que de manera automática sean reserva ecológica natural para esparcimiento y no valdrían artimañas para lograr autorizaciones de uso comercial y así evitar incendios provocados, tala ilegal o siembras en terrenos con fuerte pendiente que se erosionan y con ello la pérdida del suelo vegetal, el potencial y los beneficios ambientales que aportan. Hoy día con el amplio desarrollo tecnológico, y el diseño de puentes y túneles que permiten salvar los obstáculos topográficos; este reto no sería difícil de superar, tal y como lo han logrado los chinos con una topografía y condiciones aún más hostiles que las nuestras y de la que siempre usamos para justificar lo que no sabemos hacer bien.

Es lamentable observar que carreteras pioneras de México, han sido “modernizadas” en algunos puntos con errores técnicos elementales, incluso desaciertos que ni a principios del siglo XX se cometían; los pioneros enfrentaron problemas de localización y trazo debido a que no se contaba con información ni los adelantos tecnológicos que hoy día nos lo permiten; sin embargo, esta tecnología todavía no ha sido capaz de dotar de talento intelectual a quien no lo tiene a través de alguna o varias aplicaciones, que ojalá lleguen pronto, antes de que acabemos con valiosas vidas y se multipliquen lisiados y discapacitados temporales o permanentes por este descuido.

Por último y no menos importante es señalar que la planeación inicia a partir del hallazgo de situaciones cotidianas insatisfactorias en que la realidad superó las expectativas consideradas al proyectar y construir como lo considera adecuado la academia para enfrentar una problemática conocida y que para infortunio ocurre por analogía como si se condujera el vehículo guiados con lo que se observa por el espejo retrovisor y más temprano que tarde ocurrirá un percance; aquí siempre se hace planeación con fundamento en lo pasado sin tomar providencias respecto al futuro, lo que de suyo es bastante difícil por la complejidad debida a la amplia gama de factores que se transforman en el tiempo. Es evidente que nadie sabe qué ocurrirá en el futuro, los adelantos tecnológicos y los cambios de paradigmas suceden sin cesar y no hemos sido capaces ya no de reaccionar, sino al menos de resolver de manera adecuada las situaciones indeseables e identificadas que se padecen y nos tienen en estado de postración, grave inestabilidad social y condiciones de vida tan alejadas del bienestar que tanto se pulula y no se logra consolidar, tal vez porque ni siquiera está definido. Parecido a lo que ocurre al formar profesionistas; se les enseña hoy sobre temas del pasado que no se han resuelto todavía, para que enfrenten los retos del futuro, mientras que desafíos triviales siguen causando estragos.

 

¿ Por qué hay que construir la
infraestructura? (6)

 

Recolección de desechos 17/julio/2020

 

Por: José Pedro Santiesteban Oliva

Una infraestructura desdeñada es la relativa a la recolección de desechos para que no se convierta irremisiblemente en basura, cuyo costo de deposición es elevado aunque no se perciba, el daño ecológico va en aumento y los espacios para depositarla están cada vez más lejos; nadie quiere cargar con ese problema y el costo de apartarla de las ciudades amén de que como no se toman las precauciones adecuadas, contaminan suelo, subsuelo, mantos freáticos y aire; que sabemos hasta ahora; con secuelas que tal vez en algunos años empiecen a conocerse, como siempre ocurre a toro pasado; el ser humano se entera de los descuidos que comete hasta que la evidencia queda al descubierto más por casualidad que por adelantos técnicos.

Este campo es propicio para que desarrollemos una nueva forma de negocio, de administración de las ciudades y capacitación a una población tan carente de responsabilidad, educación, cultura, respeto y sentido común. Mi primera propuesta sería colocar en cada calle y en todas diferentes depósitos para los materiales de desecho, por tipo, de tal forma que exista un sitio para cada objeto a desechar, lo que permitiría que florezcan alternativas de negocio o actividades, por parte de quien se quiera ocupar de tomar y procesar desechos de algún tipo y a partir de ello hacer algo útil para la sociedad que además le genere ingreso y/o una enseñanza, si se lleva a centros educativos; es decir un círculo virtuoso natural con múltiples aristas positivas.

Qué desechos estarían sujetos a este programa: el aceite comestible, el aceite mineral, las grasas, el papel y cartón, el vidrio, el plástico, llantas, fierro, aluminio, escombros y material de construcción, electrodomésticos, muebles; las cáscaras, semillas y follaje de frutas y verduras; madera y transformar hasta donde sea posible los conceptos de ecología y buenas maneras para favorecer el cuidado del medio ambiente y el respeto al prójimo con acciones sensatas.

Alguien podría imaginar cuanto espacio de basura se ahorraría, cuantos recursos se podrían reaprovechar, reusar y reciclar como se pregona, cuantas materias primas se podrían economizar o dejar para personas que actualmente no las tienen disponibles ya por falta de recursos económicos o porque son insuficientes para todos; además de generar nuevos trabajos que ahora no existen y que podrían servir para detonar una economía circular en donde todos ganen, no haya un perdedor y algunos se incorporen a los procesos productivos, en concreto alguien con excedentes que no puede o sabe aprovechar, los deposita para permitir que otro los pueda tomar y procesar para añadir valor a la cadena económica. Dejaría de ser un problema que consume recursos de la sociedad para transformarse en un nicho de oportunidad para que los mexicanos, encuentre espacios de crecimiento que hasta ahora no hemos sabido crear ni desarrollar.

 

 

La movilidad, el reto que pretenden resolver con iluminación

divina; ocurrencias

 

Por: José Pedro Santiesteban Oliva (10/julio/2020)

El transporte ha sido un desafío a lo largo del tiempo; se necesita para todo es el complemento de cualquier actividad humana y es el instrumento para llevar y traer todo tipo de bienes necesarios para la vida en comunidad. Conforme avanza el tiempo, se han incrementado distancias y el número de personas que se debe atender, por lo que no se justifica esta razón como causa para fallar. Las necesidades de desplazamiento han rebasado a quienes se ostentan como expertos y no ofrecen resultados satisfactorios, lo que ha dado pie a que cualquiera se sienta capaz de manejar el transporte sin el compromiso y la responsabilidad de ofrecer soluciones mínimas aceptables.

En la CDMX y en el país,  hemos tenido desde hace tiempo entidades destinadas a gestionar lo relativo a la movilidad, cuya denominación es modificada sin que los resultados mejoren y esto no ocurrirá mientras se siga soslayando lo básico de la especialidad en transporte y las universidades continúen emitiendo títulos en la materia, sin que exhiban los fundamentos sólidos para ello, salvo el amparo de que hace falta crear tal o cual profesión, aunque se carezca del conocimiento y se parta de la nada para adiestrar a los alumnos en una materia que aunque sencilla es muy basta y se requiere conocer lo elemental para poder atacar el problema; tener profesionales en el tema.

Los resultados observados permiten corroborar o al menos explicar lo que se describe en el párrafo precedente o que al menos no existen los conocimientos básicos mínimos suficientes para analizar, plantear y resolver las problemáticas del transporte y la movilidad; aunado a una falta de honestidad para reconocerlo; que se compensa con una prepotencia que no ayuda en absoluto.

La movilidad tiene la particularidad de que los individuos se llevan del origen a un destino; luego ese destino se transforma en origen y el destino puede ser el que fue origen u otro intermedio; mientras va mutando de destino a origen en cada iteración hasta conformar las más de las veces un ciclo. La problemática tiene diferentes vertientes: los vehículos y las vialidades tienen capacidad limitada; por lo que se requiere cada vez vehículos con mayor capacidad por espacio ocupado. El transporte de personas por la mañana se origina en el hogar o dormitorio y se dirige al trabajo y/o puntos intermedios como escuelas y por la tarde noche, a la inversa; con algunas variantes. Hay al menos dos formas de atender el problema público una es con una flota vehicular enorme y espacio para encierro suficiente en cada extremo; los cuales además deben de identificarse bien con estudios profesionales y no mediante corazonadas u otros métodos heurísticos; amén de considerar la dinámica de crecimiento; la problemática que se describe deriva en parte de no haber abordado desde un principio correctamente el fenómeno de transporte, a lo que se suman las limitaciones económicas. Analogía con lo que ocurre cuando no se educa al niño y se pretende que en la edad adulta se comporte de manera correcta; o el árbol torcido al que no se le endereza cuando es pequeño, tierno y flexible; a tiempo.

Que se tiene en la CDMX: un metro que no tiene la cobertura que el área metropolitana requiere, ni la capacidad en los tramos que existen y con unos diseños de estaciones que poco contribuyen a solucionar problemas viales y humanos, que sería lo mínimo exigible; máxime con las molestias que ocasiona su construcción y que de esta forma se perpetúan para siempre. Con cinismo señalan que las molestias son temporales y los beneficios permanentes; mientras que la terca realidad nos muestra que los beneficios son aparentes y las molestias permanentes tal y como se padece en las estaciones de correspondencia, en donde los trayectos son largos, sinuosos, tortuosos y susceptible de favorecer el vandalismo del que son víctimas los usuarios al amparo de un diseño que lo alienta; no menos importante es el descuido en el aspecto ergonómico que no respeta lo establecido, a pesar de que por la obesidad prevaleciente en México, se debería ajustar hacia dimensiones más anchas. Hacer subir escaleras para luego volver a bajar o a la inversa es tan común como frecuente y lo padecen los 4.5 millones de usuarios todos los días; cuando lo único que se necesita en el proyecto es no dejar que lo elaboren, revisen y autoricen incompetentes.

El desmantelamiento de los tranvías de manera irracional; sin ofrecer alternativa a su función, en la que además de dejar semienterrados los rieles lo que causa problemas a conductores de vehículos neumáticos al pasar sobre ellos; se dejo sin atención a los usuarios de ese sistema de transporte que es de los más eficientes a nivel mundial.

El trazado de rutas cambia a capricho con cada administración; mismas que se usan más para que el funcionario exhiba fortaleza política que competencia para gestionar un transporte público eficiente, puntual, suficiente y capaz de satisfacer la demanda cotidiana que no se ve para cuando se resuelva. Los trolebuses han dejado de manera permanente e indiscutible mediante los cables instalados, los errores en el trazo de rutas que van sin sentido de un lado a otro en que no es necesario lo que obliga en el tiempo a cancelar el servicio por incosteable; pero queda la inversión pública ociosa como  pérdida y un despilfarro más con todas sus secuelas. Los microbuses tienen poca capacidad, ocupan mucho espacio en la vía pública, no disponen de sitio para guardarlos cuando no están en circulación para ofrecer el servicio en su ruta; son foco de infección en las terminales que no cuentan con infraestructura básica ni cumplen con un mínimo requerido para  no dejar basura, orines ni materia fecal; es decir para atender las necesidades básicas del humano ni control efectivo de la prestación del servicio, respeto al reglamento de tránsito, al usuario, al medioambiente, la ecología y a terceros.

Otro punto es que los encargados de despacho, a quienes no deberíamos llamar responsables y menos autoridad, ya que ni lo uno ni lo otro exhiben, salvo honrosas excepciones que hace tiempo no se tienen. Los conductores de vehículos de transporte en general no respetan nada ni a nadie. El transporte público, no se detienen en las paradas sino en donde el conductor lo tiene a bien; y en donde los más perjudicados son los discapacitados, personas mayores, niños y embarazadas; y todos en general, ya que tienen que aguardar expuestos a todo tipo de agresiones ya de la delincuencia, del ambiente contaminado y el clima en un paradero que no ofrece condiciones dignas, salvo la certeza de una cuantiosa erogación en una construcción tan precaria.

El metrobus merece un párrafo aparte pues es reciente su ocurrencia fallida. Para empezar, su capacidad está por debajo de la que se requiere en un conglomerado con tanta población como la CDMX, en donde incluso el metro es insuficiente en las horas críticas o pico. Las estaciones fueron construidas sin tomar en cuenta los mínimos exigidos y recomendados en los manuales internacionales para transporte público de personas, lo que pone en riesgo a los usuarios que incluso se ven forzados a ingresar por un extremo y salir por el otro; en contra de su seguridad, comodidad y el buen servicio que es premisa básica para atraer al usuario del transporte privado individual. Los enlaces entre líneas exhiben poco ingenio por no decir torpeza. El carril de rodamiento fue establecido sin tomar en consideración la carga a la que sería sometido y las interrupciones en el servicio por manifestaciones, mantenimiento u otras contingencias lo que debería dar motivo de sanción a los usurpadores del oficio por el daño que ocasiona y si es suficientemente severa, cuenten con el tiempo de confinamiento para aprender y reflexionar sobre lo que hicieron tan mal. No menos grave es que en una contingencia, los pasajeros quedan atrapados en el vehículo, que no pueden evacuar con agilidad por estar elevado del piso y el riesgo de accidentarse. Con lo expuesto se puede tener una idea de lo mucho que hay que corregir.

El diseño de las vialidades no muestra mejores términos ya que se han inventado vueltas inglesas, cambios de sentido, vialidades que se truncan ante el desconcierto del conductor y el enfrentar situaciones de riesgo y peligro. Invención de señales y el escaso respeto al peatón no se puede soslayar; la gran cantidad de accidentes que han ocurrido en cruceros mal diseñados e infraestructura deficiente por una ignorancia que no se puede justificar a la luz de lo documentado a nivel internacional y de donde se podría copiar para subsanar el desconocimiento en la materia y dejar de lado una creatividad que merece otras aplicaciones en donde los sin sentido no impacten de manera negativa a la sociedad en discapacitados, muertes y costos en salud.

Transformar una terminal ferroviaria en una biblioteca ha sido otra de las innumerables pifias; en donde por un capricho irracional, se desmontó una infraestructura ferroviaria mal aprovechada, pero que era necesario preservar para tiempos mejores en que el conocimiento en materia de transporte e ingeniería llegase a estas tierras tan faltas de profesionales y técnicos para poner al país en la competitividad con el aporte que significa la eficiencia y eficacia del transporte.

El ofrecer un servicio de transporte con tantos descuidos genera un elevado costo, que por desgracia en el país la paga el usuario que es al mismo tiempo víctima de tantas ocurrencias carentes de sentido común que desde el inicio son un fracaso y una estafa a la ciudadanía.

En conclusión, no se hace lo que es claro y bien documentado en el manual internacional de transporte público de personas; los “profesionales del transporte”  hacen todo aquello que está documentado que se debe de evitar para no crear situaciones indeseables que perdurarán durante toda la vida del proyecto, que perjudicarán severamente al usuario y en el mejor de los casos tendrá un elevado costo erradicarlos; para lo que primero tendrán que identificar.

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¿ Por qué hay que construir la infraestructura? (5)

El sistema de agua y saneamiento 

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 3/julio/2020

Después del  aire el recurso vital es el agua y en ambos hay que evitar la contaminación rampante que hacemos con prácticas irresponsables; y esto se logrará en la medida que el proceso educativo sea adecuado y a las personas se les ofrezcan mecanismos para transformar los combustibles y materias primas de manera eficiente, que genere el mínimo de desechos y lo menos contaminante posible, en una tarea inacabada que se deberá de prolongar como círculo virtuoso.

El agua dulce necesaria para la vida, es finita con habilidad natural para regenerarse en la medida que los seres humanos no lo impidan con su ardua tarea de interrumpir  el ciclo de la naturaleza para lo que será necesario que después de cada uso se le vuelva a utilizar y regenerar el líquido para quitarle hasta donde sea posible los contaminantes añadidos en cada proceso; de tal forma que el siguiente usuario disponga de un líquido con calidad lo más cercana a la potable, y susceptible de ser aprovechada en procesos en donde la calidad de potable no es imprescindible y que se pudiera establecer una cadena de usos en donde la calidad resultante del antecedente sea adecuada para el proceso consecuente y después al siguiente, hasta donde la concatenación de usos lo permita o nos esforcemos en hacer que se pueda usar, para minimizar el volumen de agua que se deteriora para que la naturaleza continúe su labor de regeneración.

A la fecha se sabe que del Río Cutzamala se extrae líquido para la CDMX en un volumen importante, lo que priva a esa cuenca del líquido que le corresponde de manera a natural, con lo que aun sin considerarlo, se modifican las condiciones del entorno cuyas consecuencias o no son visibles todavía, o no queremos ver ni darle importancia, pero cuyo resultado es desfavorable para la naturaleza debido al daño que provoca. Qué hacer en estas circunstancias, lo mínimo elemental y de sentido común, que por desgracia no se hace por costoso, ni se sabe que se haya contemplado hacer, consiste en regresar al cauce del río de donde se ha extraído el líquido, aguas abajo de donde se extrajo, un volumen equivalente en cantidad y con calidad aceptable para la vida, con objeto de preservar la naturaleza hasta donde sea posible. Asimismo, evitar descargar ese volumen en la otra cuenca que ya tiene problemas de inundaciones en época de lluvias, lo que provoca estragos aún mayores. Además como en general no se trata el líquido, en donde se utiliza para riego o consumo, genera problemas de salud que no pueden ni deben soslayarse.

A lo anterior, debo añadir que se requiere hacer conciencia de que es imperioso que la calidad del agua que se utilice en cualquier actividad y la que se regrese a la naturaleza, cuente con calidad y ningún contaminante que pueda ocasionar daños a terceros en la cadena de uso y consumo, como ocurre ahora en los sitios donde se desechan las aguas residuales de las zonas urbanas, industriales e incluso agrícolas y que se usan después para consumo o el riego de hortalizas; estás últimas requieren ser desinfectadas, sin que se repare en el cuantioso volumen necesario para lavarlas y desinfectarlas; lo que a veces ni es suficiente ni se hace bien; y el costo del agua potable empleado, de las infecciones que ocasiona, el tratamiento y los servicios de salud que exige, amén del tiempo productivo que se pierde y el que se invierte en restablecer la salud; sin contar el daño o secuelas de las infecciones.

Separar los contaminantes, no es tarea fácil ni barata, pero es una responsabilidad ineludible en sentido estricto de ética elemental y un compromiso que si no lo asumimos ya, la vida nos lo cobra con deterioro en la calidad de vida y a un costo cada vez mayor por el daño ambiental y material sin precedentes que son noticia pero soslayan los grandes conglomerados mediante la compra de conciencias en un mundo plagado de falta de valores éticos. Si se hace lo correcto, el costo a mediano y largo plazo de la dotación de agua y su deposición serán menores para que no les falte en calidad y cantidad a las siguientes generaciones y a la naturaleza para sobrevivir.

 

¿ Por qué hay que construir la infraestructura? (4)

 

¿Por qué empezar con la educación? 25/junio/2020

 

Por: José Pedro Santiesteban Oliva

Si las cosas las hacemos como se acostumbra, es decir sin orden, con lo que primero se ocurre sin analizar circunstancias y necesidades, nos rezagaremos aún más de lo que ya estamos. Me explico: si construyen vías de comunicación y obras sin contar con ingenieros competentes, sistema hospitalario sin que haya médicos y enfermeras capaces; explotación de recursos naturales sin especialistas en ello para que consideren que el proceso no termina hasta la deposición de los desechos nocivos a la ecología y así hasta donde terminan las cadenas productivas; las cosas saldrán como hasta ahora, con poca o nula utilidad para la nación y daños incalculables al medio ambiente; asimismo y no menos importante es que cuenten con estudios que avalen que se sabe y entiende el idioma, se conoce lo elemental que se debe de aprender en los estudios básicos, en donde se hará énfasis en los valores éticos como instrumento fundamental de la educación.

Se pueden formar profesores con habilidad para transmitir los conocimientos de manera clara y sencilla para fomentar el crecimiento de los alumnos e identificar y promover los campos en los que se podrían obtener los mejores dividendos de sus habilidades en lugar de ridiculizar, desalentar e inhibir al alumno como consecuencia de sus frustraciones; que es con lo que hasta ahora se ha logrado poca creatividad, nula colaboración e incapacidad para trabajar en equipo. Oportunidades ha habido, las hemos desdeñado y justificado esgrimiendo argumentos tergiversados y fruto de la incompetencia que ronda en casi cualquier actividad.

Si se forman profesores con vocación y conocimiento, las cosas podrán cambiar y a partir de allí revisar y corregir los planes educativos con base en métodos y programas bien estructurados  y no en disposiciones de otra índole. Una vez elaborados los planes de estudio adecuados para formar profesionistas capaces, con ética y valores que hasta ahora parece que no se han obtenido y cuyos resultados nos deja insatisfechos y postrados ante el mundo, la tecnología y sus avances.

Sé sabe del programa que implementó Jorge Vergara, quien propuso una escuela en donde el profesor imparte la materia que domina de manera profesional, comprobada para transmitir el conocimiento útil y práctico al alumnado; a ello añadiría mi experiencia con la enseñanza  alemana, en donde se presentan puntos de vista desde diferentes perspectivas sobre cada tema, para que el aprendiz conozca distintas formas de enfrentar una circunstancia y evitar que se transforme en un problema. Asimismo, buscar mecanismos prácticos de evaluación basados en la inspiración y motivación en lugar de la represión y el castigo; y lo que es peor, dar por hecho que aprenden, aunque no lo puedan demostrar en pruebas de destreza que se adquieren con entrenamiento estructurado que toma en cuenta las condiciones del menos hábil.

La enseñanza elemental debe incluir lo cotidiano con objeto de formar gente responsable y autosuficiente; y en el caso más desfavorable quien no cuente con destreza suficiente para una tarea, sepa lo que se debe de hacer para que quede bien y así poder exigir el trabajo con la calidad requerida para la seguridad y bienestar de todos. Si se logra lo anterior, en automático, nos transformaría en individuos responsables de todos nuestros actos, respetar el trabajo de los demás por simple que parezca; asimismo, ayudaría a evitar dañar los bienes aunque sea con algo tan sencillo como no tirar basura en cualquier lado, no destruir el mobiliario urbano,  no dañar las plantas y animales; no tirar los desechos contaminantes como grasas y aceites al drenaje o en cualquier lugar inapropiado y sin el cuidado que requiere; sino depositarlo en el sitio adecuado y en las condiciones debidas, para lo cual también será necesario establecerlos, notificarlos y educarnos; así el infractor que no atienda las recomendaciones obligarlo a reparar el daño y además sancionarlo cuando repita sus malas prácticas.

La diabetes, reflejo y consecuencia del desorden ….(2009) 19/05/2020

 

Por: José Pedro Santiesteban Oliva  

 

La vida en aglomerados urbanos, impone circunstancias particulares debido a las dimensiones del espacio habitado. Por ello, día con día los grupos socioeconómicos que trabajan en plantas ubicadas en el extremo opuesto de donde se encuentra su dormitorio, se ven en la necesidad de someter a su organismo a exigencias que socavan su salud. Hasta ahora, existe una gran alarma por las consecuencias de la diabetes, que parece ser el caso más dramático por el grado de deterioro que le ocasiona al ser humano, a saber: pérdida de la vista, afecciones renales, mutilación de miembros, lo que disminuye de manera notoria la calidad de vida del paciente y que en la actualidad son los que se mencionan, aunque no debería de descartarse las repercusiones en otros órganos vitales, que son irrigados por una sangre con elementos tan dañinos como la glucosa en cantidad elevada.

 

Traslados prolongados y costosos, aunque se diga lo contrario, son tan sólo el punto de partida de una jornada para los trabajadores con bajos ingresos quienes por la hora de entrada y la inseguridad, tienen que resignarse a iniciar el viaje sin haber tomado alimento ni agua, por la inapetencia por un lado y como previsión ya que si tienen necesidad de micción en el trayecto, implicaría primero perder el sitio en el transporte público que con tanto esfuerzo consigue, después tener que esperar un transporte incierto e ineficiente como el que se tiene en el país.

 

Además, será necesario que pague por el servicio de sanitario público, si lo hay o que se exponga a aliviar la necesidad en la vía pública, en donde además de generar contaminación y focos de infección, puede ser eventual víctima de la autoridad poco competente, abusiva, arbitraria y peor capacitada, que lo extorsiona con el argumento de que atender una necesidad fisiológica es un atentado al pudor y una falta a la moral. Por si todo lo anterior no fuera suficiente, el tiempo que le toma efectuar todas estas acciones y reincorporarse al transporte puede convertirse en la ocasión para ser sancionado y castigado en el sitio de trabajo por llegar tarde.

 

Una vez que llega al trabajo, a lo largo de la jornada tiene que administrar la ingesta de líquidos ya por el precio y la calidad, ya que es más cara el agua embotellada, que una gaseosa, y ésta última además le proporciona energía, así es que opta por la gaseosa sin advertir del grave daño que en el tiempo le podrá generar; horas antes del término de su jornada deberá de suspender los líquidos como preparativo para emprender el regreso al hogar con el desembolso mínimo.

 

Así podemos observar a detalle como algunas personas se ven en la necesidad de someter a su cuerpo a realizar todas las funciones orgánicas en condiciones extremas, con un elevado contenido de nutrientes pobres y mal balanceados, en donde predominan los azúcares, harinas, lípidos y sales que solo con la ayuda de las propiedades del agua reaccionan primero para ser administrados a todos los órganos en la concentración adecuada y que a través de los sistemas de filtración y expulsión, eventualmente podría desechar los excedentes nocivos y tóxicos por medio de las diferentes vías que la naturaleza le proveyó, para mantener el equilibrio, o lo más parecido a ello, en esa maravilla que es el organismo humano y que pareciera nos empeñamos en destruir con todas las acciones que emprendemos, para intentar vivir “mejor”.

 

La llegada al hogar, podría convertirse en la ocasión de reponer en el organismo los nutrientes y líquidos para soportar el trágico destino. Sin embargo, el presupuesto disponible aunado al cansancio acumulado, falta de tiempo y un largo catálogo de circunstancias adversas le impide emprender las acciones adecuadas para paliar con todas estas anomalías, al tiempo que se intenta satisfacer las necesidades básicas de la familia. No menos crítico es el hecho de que por la ubicación del hogar, o no cuenta con agua potable, o la que se le ofrece como tal es de dudosa calidad, maloliente y turbia.

 

Lo hasta aquí descrito ofrece una visión parcial del desorden urbano, social, económico, cultural y educativo del ciudadano común y de su entorno; sin pretender que ésta sea una verdad absoluta, ofrece una panorámica que no debería de ser soslayada ni por el sector salud ni por los investigadores en medicina, con objeto de buscar una solución amplia a una problemática tan compleja que tiene tantas aristas y que por las graves consecuencias que representa para el país, deberá de conjuntar la participación de todos los que dispongan de alguna sospecha respecto a los orígenes y las causas de esta epidemia mundial que se agrava en el país.

Día mundial del medio ambiente

Por: JoséPedro Santiesteban Oliva 11/junio/2020

El 5 de junio se conmemora el día mundial del medio ambiente y sólo ese día o alrededor de él se bombardea con información del daño que se ocasiona al planeta con las actitudes descuidadas que tenemos los seres más inteligentes de la creación, el hombre, quien ocasiona más daño al planeta que el provecho que aporta a su autoestima.  Cada vez se encuentran más problemas de conducta y mentales, lo que genera estudios psicológicos para tratar de explicar y corregir estas enfermedades para detener la destrucción que con ellas causamos en el entorno y a nuestros semejantes.

Un ecologista comentó que el aire al cual le prestamos poca atención, ya que respirar lo hacemos sin pensar; sin embargo lo contaminamos de manera irresponsable arrojando todo tipo de gases a la atmósfera. Mientras que el CO2 que exhalamos, la naturaleza lo utiliza para que las especies vegetales lo transformen de nuevo en oxígeno y nutrientes para la planta que lo transforma. Eso se llama inteligencia natural y no es reciente ni se ha alcanzado con la tecnología de avanzada; sino que ocurre desde la creación. No podríamos intentar ser humildes e intentar algo así, es decir, naturales y ufanarnos menos de una inteligencia que no se ve por ningún lado, para que cuando se haga o descubra algo novedoso, se analicen sus efectos y antes de comercializarlo tengamos a la mano el instrumento que ayudará a regresar los derivados del proceso como insumos de otros procesos que recuperen el estado previo o dé inicio a la cadena productiva que forme un círculo virtuoso; y no en un círculo vicioso en el que luego a ver quien resuelve los daños colaterales, y que para desentenderse de cualquier responsabilidad, les denominan externalidades. La consecuencia que no se analiza es que el aire al entrar en contacto con el agua y el suelo, les transmite los contaminantes que arrastra y ocasiona que se deterioren y contaminen.

En estos días de conmemoración aparecen infinidad de programas en donde se muestra el daño ambiental ocasionado por el descuido en el manejo de los desechos, primero al arrojarlos en donde sea, es decir sin clasificar y colocar en recipientes adecuados para desechos por cada tipo de material y que así se puedan canalizar hacia una cadena productiva o de tratamiento eficiente de materiales que evite la formación de enormes cantidades de basura que ya no caben en los tiraderos que se han construido o peor aún cuando no existen. Lo sensato sería, encontrar y buscar como pueden ser aprovechados y lo que ahora es un problema se transforme en una solución, no sólo para los desechos, sino para dar empleo u ocupación a tantos seres humanos que no lo tienen, sin caer en la formación de trabajos improductivos, para lo que si hemos sido eficientes para crear y después nadie se explica el porqué de tanta iniquidad, burocracia y dinero público insuficiente.

La propuesta es que como complemento al documental en donde se muestran los desechos y el daño que le ocasionan a las especies marinas, al océano y no sabemos a quién más, sólo por dar un ejemplo; sin que se ofrezca una pequeña descripción de acciones que cada quien podría y debería de hacer, a reserva de que se le mejore, amplíe y generalice o por analogía se extienda a otro tipo de desecho. Una contribución que someto a consideración y que existe en otras partes del mundo, es que se instalen mamparas para que en la vía pública se pueda satisfacer una necesidad menor y que esto descargue al drenaje, con lo que se ahorraría una gran cantidad de agua potable en los WC; amén del alivio a una necesidad que como no se puede atender de manera ágil y oportuna, tal vez sea causa de problemas renales y de diabetes, que agobian al país. Asimismo, en estos lugares se podrían desechar las heces de las mascotas, libres de la necesidad de utilizar bolsas generalmente de plástico que tanto dañan al medio ambiente; es probable que el olor llame la atención del olfato e instinto de los perros y estos se dirijan hacia allí para sus necesidades.

El siguiente elemento que someto a consideración, es que frente a las construcciones o negocios, se coloquen recipientes para captar las envolturas o envases desechables, papeles, cartones, vidrios y metales por señalar los primeros que se me ocurren, pero con la finalidad de que alguien les busque utilidad y dejen de ser un problema y se conviertan en un generador de innovaciones. Estos materiales clasificados, deberán ser recolectados de manera separada diariamente, para que no se vuelvan un foco de infección y llevados a sitios de adiestramiento en donde se fomente la innovación y creatividad que considero será la manera en que algún día superaremos los rezagos. Esto mismo sería aplicable a los diferentes negocios que desechan aceites, grasas, madera, metales, vidrio, y toda la gama de materias primas que se utilizan en procesos productivos, para fabricar o elaborar objetos diversos y que por desgracia por ignorancia o salir del paso o la molestia  se desechan y mezclan sin cuidado en cualquier parte incluso en el drenaje como si estuviera hecho para transportar sólidos o cualquier químico. Estos productos de desecho al llegar a los acuíferos causan más daño que el costo que hubiera podido significar tener políticas de recolección que nos hagan ver como el ser superior de las especies, del que tanto nos gusta presumir.

Prácticas sencillas, claras y fáciles de aplicar con el complemento de estrategias gubernamentales para facilitar el que se puedan llevar a cabo de manera simple aun por los menos preparados cultural, educativa e intelectualmente, que por desgracia parece que somos los más; o al menos así parece por los pobres resultados obtenidos hasta ahora; en que observamos que las cosas que se hacen difícilmente se podrían hacer peor, aunque mejor es no lanzar el reto, pues más rápido cae un hablador que un cojo.

Aquí dejo el reto para que otros tomen la estafeta y aporten propuestas complementarias y mejores que nos ayuden a superar el enorme desafío que representa corregir todo lo que hacemos tan mal y en el colmo parece que no nos damos cuenta de nuestros garrafales desaciertos que están llevando al planeta al borde del colapso. Es evidente que las reglas del mercado, son contrarias a lo que la ecología y el sentido común sugieren; sin embargo, deberá de buscarse una forma diferente de socializar; hay tiempo de aquí a fin de año, en que se presenta la etapa más crítica en cuanto al dispendio, desperdicio y generación de desechos, envolturas, adornos, etc. E incluso árboles de navidad que se podrían procesar después de cumplir con su objetivo; de una manera plena, eficiente y útil. La urgencia es el factor más importante; así es que hay que dar el primer paso, aunque parezca insignificante. El proverbio dice que el camino por largo que sea, empieza con el primer paso.

 

Plan nacional de infraestructura 2018-2024. (3)

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 5/junio/2020

Los proyectos de infraestructura de 2018-2024, pueden ser cuestionados, tanto o más que los de 2012-2018 y anteriores que quedaron inconclusos o en fracaso, a pesar de las cuantiosas inversiones y compromisos no cumplidos, que además de elevado se transformaron en un gasto, ya que no han beneficiado al país y nunca lo harán, pues como es bien sabido el costo financiero que no se recupera en el plazo de justificación; cuando el proyecto retrasa la fecha en que debe de iniciar operaciones, el valor de la inversión se eleva y el flujo de retorno de la inversión disminuye en el tiempo y como la tasa apenas alcanza para justificarlos; los intereses del préstamo para llevarlo a cabo y el monto de la inversión lastra la economía; con lo que nos empobrece y rezaga cada vez más.

Los proyectos de referencia en esta administración, pueden ser bien intencionados, sin embargo, no se informa de manera objetiva, clara y oportuna el por qué son necesarios; intentaré ofrecer un análisis neutral, para que sea útil; empezaré por el Aeropuerto de Santa Lucía.

En México tenemos aeropuertos subutilizados; algunos alrededor de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, como los de Querétaro, Toluca, Cuernavaca y Puebla, que podrían contribuir para empezar a descentralizar la CDMX, lo que siempre se ha propuesto, pero siempre se han encontrado obstáculos insalvables y ahora que se tiene como anillo al dedo la oportunidad; se ha dejado pasar sin provecho y si me apuran hasta sin análisis. Aeropuertos y Servicios Auxiliares en su aniversario propuso armonizarlos aeropuertos señalados y por ello además se modernizó el de la CDMX y se construyó la Terminal 2.

Para poder conjuntar sus fortalezas, se requiere incrementar la infraestructura de transporte terrestre entre estos aeropuertos que lo recomendable es con ferrocarriles de carga y pasaje en lo que estamos rezagados; y que toma más tiempo construirlos. Ante ello se sugiere iniciar con lo que se tiene, sistemas de transporte carretero con algunas mejoras y adecuaciones, mientras se construye la infraestructura ferroviaria y se cubren los faltantes que en este sector se tienen por el descuido y la negligencia para desarrollarlos a lo largo de las pasadas administraciones.

Transformar el aeropuerto de Santa Lucía en uno comercial, menoscabará las funciones estratégicas y militares que allí se han concentrado y se pierde un enclave de la seguridad nacional; a dónde llevarán las operaciones para garantizar la continuidad estratégica de la seguridad nacional cuando queden desmanteladas las instalaciones militares, y a que costo.

La Refinería de Dos Bocas; la tendencia mundial y el deterioro ambiental se dirige hacia las energías limpias y por fortuna el país cuenta con una gran cantidad y variedad de recursos solares, hídricos y eólicos o de viento, que deben ser aprovechados, máxime cuando se sabe que los costos de inversión son cada vez menores y la exigencia mundial que nos ha comprometido a metas ambiciosas que difícilmente se cumplirán, tal y como es habitual en los mexicanos, que de inmediato busca y encuentra justificación y excusa para explicar lo que nadie pide; que nada resuelve y exhibir nuestra irresponsabilidad a toda prueba. Si además se toma en cuenta que la localización cuenta con graves inconvenientes naturales que no se deberían retar, cuando en el país se tiene territorio para ubicarla en condiciones menos hostiles; si fuera necesario.

Existen reportes de que la refinación ya no es negocio, que ahora las refinerías operan a poca capacidad y otras están paradas y a la venta en Norteamérica; por lo que se ha sugerido analizar las opciones y tomar la decisión más adecuada para el país; una ventaja es que de inmediato se puede operar, los costos quedarían fijos y en cuanto a empleos generados, sería el tema buscar como se incorpore a mexicanos y además considerar que si hay remanente se puede invertir en crear y diversificar infraestructura y empleos en México.

El Tren Maya se justifica si se aprovecha primero para mejorar la ruta existente, a través de modernización y eficiencia; identificar los cuellos de botella; lo que hicieron las franquiciadoras de los ferrocarriles nacionales, cuando se les autorizó la concesión para carga; en segundo lugar, revisar el suelo y subsuelo que por ser calcáreo, se disuelve y se forma los cenotes o agujeros en la superficie. Una ventaja que tiene es que aprenderíamos de manera gradual, como construir un ferrocarril, algo que ha desaparecido con tantos años sin construirlos y en lo que faltarían especialistas y asesoría extranjera, como ha evidenciado el Tren Toluca-México, que no se sabe si algún día se podrá operar bien. La tercera ventaja sería que debido a que en general el terreno en la península es plano, difícilmente aparecerá el reto de construir con pendientes superiores al 1.5% que es el máximo recomendado para la carga y es una de las restricciones que cuesta superar en la topografía mexicana debido a que exige mayores recorridos, la construcción de túneles y puentes, que además del reto que representan, tienen costo elevado.

Hasta aquí vemos que no es necesario hacer cuantiosas inversiones en la infraestructura que no falta, máxime cuando la que se tiene no se aprovecha como es debido y deseable para el bienestar, desarrollo y crecimiento del país. Lo que recomienda la prudencia es buscar en que proyectos de infraestructura se debe de invertir y tomar en cuenta que las carencias existen en todos los campos y nadie tiene conocimientos suficientes para poder tomar la decisión correcta con su visión como única; se hace necesario recurrir a técnicas académicas de evaluación y análisis, en un ambiente en equilibrio y multidisciplinario para permitir que las ideas fluyan y la decisión se tome con la seriedad, conocimientos y serenidad que debe de prevalecer cuando se ponen en juego los cada vez más escasos recursos del país, que en general provienen de préstamos que hipotecan el futuro si no se hace bien.

Lo que debemos hacer es ver en el entorno a alguien exitoso y emularlo. Existe como ejemplo claro y actual Corea del Sur. En 1990 estábamos en el mismo nivel en cuanto a los índices de medición económica internacional comúnmente empleados y ahora ellos van muy adelante; ¿cómo lo lograron? Invirtieron en infraestructura educativa y con ello lograron obtener profesores y profesionistas con la calidad y conocimientos necesarios, ética y el patriotismo para que las obras de infraestructura que requieren  talento, dedicación y técnica del área a desarrollar, se hagan bien y en el orden adecuado para que los buenos frutos se generen en la secuencia correcta, escalonada y/o complementaria, y el resultado está a la vista.

El Aeropuerto de Texcoco, concatenación de desaciertos,

¿ignorancia o corrupción?. (2)

Por: José Pedro Santiesteban Oliva 29/05/2020

Desde los años setentas del siglo pasado, se había desechado la ubicación del Lago de Texcoco para construir un aeropuerto que sirviera a la zona metropolitana de la ciudad de México; en favor de una opción en Zumpango, donde el terreno y las condiciones favorecían el establecimiento de la nueva terminal aérea, complementaria a la existente; tal y como se ha hecho en otras grandes ciudades del mundo.

En el sexenio de 2012-2018, decidieron de manera sorpresiva ubicar e iniciar los trabajos de construcción del nuevo aeropuerto precisamente en el lago; a pesar de que ya la administradora de aeropuertos en el país, ASA, había señalado que la zona metropolitana se debía de atender con los aeropuertos de Toluca, Querétaro, Cuernavaca y Puebla; modernizar la terminal 1 del aeropuerto de la CDMX y construir o habilitar la terminal 2.

El desafío a la naturaleza del suelo ocasiona el hundimiento en la terminal 2; tal y como ocurre con las pistas de la terminal 1; a pesar de ello se inician los trabajos en el lago y las consecuencias son las mismas, la nueva administración intenta corregir el yerro, cancela el proyecto, pero sin una propuesta para aprovechar lo ya invertido en tratar el suelo y con ello buscar crear un polo de desarrollo que armonice con la naturaleza; que de no aprovecharse, nos lleva a los fracasos cotidianos en el país sólo para satisfacer el ego del tomador de decisiones, sabedor de que nunca recibirá el castigo que pudiera merecer  el desatender las recomendaciones técnicas.

No se concibe desmantelar un aeropuerto que opera razonablemente, aunque en el límite de su capacidad, para emprender una aventura riesgosa con los mismos desafíos que no se han podido superar y con el inconveniente de que tomará tiempo y dinero dotarlo de la infraestructura con la que ya cuenta el actual como son terminales de metro en sus inmediaciones, por citar sólo una. Asimismo, el terreno se ha dañado  por contaminación del subsuelo y requerirá de cuantiosas inversiones para sanearlo y lo menos sensato, desechar algo que funciona en aras de un proyecto cuyos resultados son dudosos; además de que se trata de ampliar capacidad; la lógica sería sumar a la ya existente.

El otro elemento que no habría de soslayarse es la posibilidad de repetir la funesta historia de las telecomunicaciones, en la que al añadir dos dígitos a la telefonía ocurrió que no fueron capaces de sincronizarlas; la telefonía se colapsó y los negocios perdieron muchos millones como consecuencia de la incomunicación que se prolongó por varias semanas y la ciudadanía padeció el yerro; que pasaría si al dejar de operar el aeropuerto actual, no sean capaces de hacerlo con la precisión que se requiere para operar el nuevo; bastante complicado nos resulta cuando tenemos los cambios de horario en verano e invierno.

Quienes hemos tenido oportunidad de estudiar en el primer mundo, escuchamos de nuestros profesores que dadas las condiciones de desarrollo en México, lo que se sugiere construir primero, es lo que ya está probado que funciona y resuelve el problema; y no la vanguardia tecnológica, por promisorio que se ofrezca. Por supuesto que la premisa fundamental es jamás retar a la naturaleza, salvo que no exista otra alternativa.

Corregir la mala decisión del aeropuerto en Texcoco ha sido un muy buen primer paso, pero debe de ir acompañado de un proyecto que permita recuperar la vocación natural del terreno intervenido; luego analizar hasta donde y en qué se puede aprovechar la cuantiosa inversión ejecutada; la ya comprometida y que deberá de pagarse, con objeto de causar el menor daño al erario y a partir de allí proceder a fincar responsabilidades realistas, pues no se debe continuar en la ruta de la irresponsabilidad que nos caracteriza a los mexicanos; en la que el de atrás paga y nos rezagamos cada vez más respecto a los demás países.

En su oportunidad, allá por el 2015 propuse que dadas las condiciones de la zona oriente del área metropolitana del Valle de México y las dificultades tanto de abasto como de evacuación del agua en la ciudad; su escasez aunada a las inundaciones anuales y el daño económico y social en las zonas más pobres donde sus habitantes pierden cada lluvia torrencial los escasos bienes recibidos para resarcirles las pérdidas de la última desgracia y los que con trabajo han podido formar. Hacer el análisis beneficio costo no debe de ser difícil; en éste habría que sumar el aprovechamiento del agua residual tratada, la recarga de acuíferos, la salud de quienes reciben el agua que ahora ya estaría tratada; el desarrollo turístico, acuícola y ecológico que se pueda desarrollar; así podríamos encontrar las oportunidades que parece no vislumbran quienes tienen la encomienda de esta responsabilidad.

A la fecha se han suspendido las obras y se tienen que pagar los contratos firmados. Los materiales, equipo y maquinaria no sólo no se aprovechan sino que cuesta almacenarlos, evitar su deterioro o merma y no se sabe si se busca con ahínco una solución en la que todos ganemos; y sobretodo aceptar que cualquiera se puede equivocar en la búsqueda del bienestar, pero no es fácil encontrar la mejor vía para resolver nuestros lastres culturales y académicos, máxime cuando nos caracteriza una corrupción que se señala pero no se corrige.

De hacer lo anterior, la pérdida disminuiría y con ello el monto a sancionar, lo que permitiría que el estado recuperara de manera ágil e ingeniosa el dinero mal empleado no sabemos si por corrupción o ignorancia, de quien llegó a ocupar un puesto para el que tal vez no tenía la formación necesaria, ni la habilidad para conjuntar en la toma de decisiones a quienes si la tenían; en cuyo caso sólo se requería talento para discernir, lo que no es desdeñable y una honestidad que es difícil de encontrar y más aún que no se corrompa.

¿ Por qué hay que construir la infraestructura? (1)

Por: José Pedro Santiesteban Oliva

La tarea del Estado es procurar las condiciones que favorezcan que la ciudadanía en lo individual y en el colectivo, se sientan con la confianza, libertad y el entusiasmo para llevar a cabo tareas que permitan crear riqueza acompañada de trabajo y productos de toda índole.

El país, como cualquier estado, debe de invertir la mayor porción de sus recursos, en construir la infraestructura para que a su alrededor los privados o particulares, e incluso el mismo estado, desarrollen actividades que permitan la creación de empleos directos e indirectos; temporales y permanentes.

Si el estado no hace las inversiones no rentables en términos económicos, no se logra crear incentivos para que los particulares cumplan con su parte; además cuando se delega la infraestructura para que sean los particulares quienes la desarrollen y hagan rentable, no se logra a plenitud el desarrollo de negocios alrededor de ella, a la vez que se limita su utilización y no se puede aprovechar en toda la amplitud que podría alcanzar, de ser propiedad pública y con acceso directo e inmediato para todos y cualquiera.

Hemos visto en el país, que bajo diferentes circunstancias se hicieron  proyectos de infraestructura para comunicar por carretera, vías férreas, aéreas; para  generación y distribución eléctrica, producción de energéticos e insumos primarios para la industria. Asimismo, se han desarrollado centros turísticos, portuarios, hospitalarios, educativos y culturales que pueden ser cuestionados respecto hasta donde debe de llegar el manto protector del gobierno, lo que ha dado lugar a ciclos de engrosamiento del Estado y luego privatización de bienes, sin que a la fecha se tengan estrategias justas para lograr que los beneficios sean públicos y de amplio espectro y no como ha resultado, en donde los beneficios son para unos cuantos y las pérdidas las tiene que saldar la sociedad.

La administración actual, como las anteriores, parece poco preparada para entender  términos económicos elementales y confunden la gimnasia con la magnesia aunque con enfoques distintos, pero por desgracia adversos respecto a las necesidades que tiene el país para alcanzar el ansiado desarrollo que todos ofrecen y no sólo no alcanzan, sino que lo alejan a pasos agigantados. Esto se puede visualizar en la descomposición social existente, el crecimiento de la desigualdad y la inseguridad; el cada vez peor nivel educativo y cultural de un pueblo de suyo ignorante, rezagado tecnológicamente y con carencias alimentarias que limitan el crecimiento en sentido lato; y cuyos instructores mal pagados y peor preparados para la importante tarea que les corresponde; no sólo no cuentan con formación adecuada, tampoco cuentan con incentivos para que se preparen y superen sus carencias. Es tiempo de prepararnos para ser capaces de discernir para  diferenciar lo correcto de lo que no lo es, o al menos tener procedimientos que nos permitan entender a la naturaleza; el aplomo y carácter para la crítica y el contraste de ideas para  que tanto el profesor como el estudiante analicen aspectos de la vida cotidiana en un ambiente de piso parejo, libertad y confianza que nos permita madurar y erradicar los complejos ancestrales que nos llevan a humillar al prójimo y ver la paja en el ojo ajeno y no descubrir la viga en el propio.

 

El Covid19 exhibe la escasa efectividad de las políticas públicas internacionales

Por: José Pedro Santiesteban Oliva

El Covid19 ha evidenciado a las instancias internacionales, que no han podido cumplir con los objetivos que les dieron origen. Las reglas no escritas predican mantener un bajo perfil en donde nadie señale las deficiencias y errores; en donde el poder e intereses no se tocan; aunque sea en detrimento del ser humano; más grave cuando el efecto negativo se catapulta en los débiles política, económica y socialmente; a quienes se necesita proteger con enjundia, en la tarea de velar por sus derechos, lo que no han logrado, ni ocurrirá mientras no se actúe con energía y firmeza cuando sea necesaria su acción.

Para encontrar alivio a los jinetes del Apocalipsis, desde la última conflagración mundial, fueron creadas instancias que promueven la paz, la salud, la educación, el trabajo, alimentación; sin que a la fecha se haya logrado alcanzar los objetivos, a pesar de los cuantiosos recursos que se destinan para ello. Es desalentador ver como en el siglo XXI, seguimos frente a situaciones primitivas, sin que se haya podido corregir la conducta humana y que las legislaciones se muestren laxas para someter las conductas indeseables a favor de la convivencia y la comprensión que urgen.

Las instituciones que se han creado, llevan implícito en su nombre la tarea compromiso; sin embargo, al parecer no han establecido con claridad la misión, visión y objetivo, y no los han alcanzado a pesar de los esfuerzos que hacen; como quedo evidenciado en este ataque bacteriológico, natural o artificial.

El no contar con un  protocolo de acción inmediata ante una situación que ya desde hace algunos años se vislumbraba que podría ocurrir por intervención humana, parece inconcebible; existen antecedentes de enfermedades cuando no se tenían  los avances de hoy; y el que no se disponga de un protocolo claro y sencillo para limitar y contener la propagación y así disminuir los daños; ya que se puede colapsar el sistema de salud, la economía y el tejido social, tal y como se vislumbra en agresiones sin sentido al personal de apoyo médico que hace esfuerzos por ayudar a paliar la situación con trabajo, disposición y conocimientos; en virtud de que se reaccionó mal para establecer un cerco sanitario efectivo, que redujera impactos tan nefastos.

La tarea ahora será revisar los protocolos y en que fallaron para corregirlos, antes del próximo embate, y resolver con éxito situaciones que se han presentado en el mundo a lo largo del tiempo en muy diversas formas; esto no es fácil ya que se debe empezar por la hoja de ruta, para que el rumbo no se pierda; después analizar conocimientos, conceptos y criterios que muchas veces llevan a discrepancias y alinearlo con los criterios económicos y financieros que necesitan ser revisados a la luz de los lamentables resultados mundiales obtenidos, a saber: desempleo, guerras, migraciones, desequilibrios económicos, y un largo etcétera.

Como siempre es fácil hacer el recuento del pasado, pero más el calificar o descalificar a quien se atreve a señalar acciones preventivas cuando en el horizonte existen otros intereses y no se quiere ver la realidad que vive un mundo creado con más yerros que tino y en donde los aciertos ocurren  por casualidad y los equívocos por nuestra perenne insistencia en demostrar que el ser humano es la  más inteligente de las criaturas vivas, capaz de transformar la naturaleza en algo mejor, con los decepcionantes resultados alcanzados, desequilibrio y destrucción del medio ambiente, aparición de enfermedades, daños evidentes en la calidad del aire, el agua y la tierra, es decir todo lo que existe, amén de provocar incendios y destrucción de especies vegetales y animales que mantenían un sano equilibrio aunque algunas molestias que no hemos sabido sobrellevar de manera efectiva y sencilla como lo hace la naturaleza para regenerarse de manera cíclica, como ave fénix.

El peor de los escenarios, ya se vislumbra; si se actuó mal para contener la epidemia y se volvió pandemia, se adoptan peores estrategias para la reactivación económica cuando se tiene en el horizonte el rebrote de la infección sin vacuna para prevenirlo y el resultado es que se están disparando los contagios en donde se ha decidido concluir la cuarentena de manera prematura, por razones más económicas que de inteligencia y sentido común, sin  tomar en cuenta la duración del ciclo del virus y un rango de confianza estadístico que minimice el riesgo de un nuevo brote, que hará sin duda que el daño económico sea mayor, en un círculo vicioso, que debería de romperse de inmediato y demostrar no que somos inteligentes, sino que no somos tan tontos.